"El pasajero
desconocido"
Es que no se cuando podré aprender a comprenderte…Claro es muy
“difícil” – Por ese instante se quedó callado.
Pasado unos minutos, arrancó él solo, pero mirándome en todo
momento…
- Bueno. En verdad es Cultura General.
Y no debo privarte de mis conocimientos. (Y que son… ¡Muchos! Modestia aparte, claro
está.)
Y debo aceptar el que tú por tus “múltiples ocupaciones” no te estés
al tanto de los últimos acontecimientos de carácter Mundial. (…Bueno lo de tus
“ocupaciones”, en verdad, no me consta… ¡Pero bueno es una “forma de hablar”
¿OK?)
Es cierto –y hago este énfasis- que estamos rodeados de tiros
por doquier.
Pero debemos ensanchar nuestros sentidos… (Esto me va a resultar
muy difícil, pero tendrá que entenderlo…Algún día.) Entiéndelo de una vez por
todas.
Y ya que con tu silencio, así me lo estás aprobando. (¿Será
tarado este?)
Arranco nuevamente en esta historia verdadera.
Lo de los charros es otra historia. Quizás mas adelante te la
cuente.
Pero en este momento: Lo de esta heroína. Bella.
¡Dama decidida y presta a enfrentarse a esos forajidos!
(¿Cómo le explico a este “cara de yo no fui”?)
Y como asumo que ya oíste lo anterior…Continúo…
Yo intenté ponerme a su disposición. ¡De verdad!
- No. No lo pongo en duda, pero y ¿lo de los charros, qué? – Me
miró y no me respondió…
- Prestarle todo el apoyo que un ser como yo podría ofrecer.
Pero cuando estuve cerca de ella…
¡Ya la habían secuestrado!
Intenté todo lo que pude tener a la mano…Pero cuando la logré
ver…
¡Ya era una osamenta! Toda destrozada.
Le trituraron sus nervios.
La aislaron de todos y en la oscuridad…
La ejecutaron.
Jamás sabremos de sus torturas.
Mucho menos de los padecimientos que ella tuvo que afrontar.
¡Hay tantas cosas ocultas en nuestro diario vivir, que las
tenemos en nuestras narices…Y no la podemos ver!
Tenemos vista…Pero no podemos ver.
Tenemos audición…Pero somos sordos.
Tenemos sentimientos…Y nos volvemos bestias.
Nos llamamos a nosotros mismos: “Humanos”…
Y no sentimos al prójimo.
…Pobrecita ella.
Me duele solamente el saber por todo lo que tuvo que pasar; y me
avergüenzo el llamarme y el pertenecer al género: Hombre.
Ya que fue una banda de: Hombres los que se ensañaron en contra
de una vida pura y amorosa.
Y me pregunto yo: ¿Cómo puede una sociedad existir con estos
parámetros?
¿Cómo puede mirarse a los ojos? ¿Cómo?
¿Cuáles serán los designios que nos gobiernan?
¿Habremos dejado las “cavernas”?
¿O es que las cavernas estarán “incrustadas” en nuestros
corazones…?
El caso es que…Mi querido amigo, es que estoy en duelo perenne.
Me apena eso que pasó.
Le destruyeron su vida.
Jamás pudo disfrutar de mas nada.
Pero jamás se doblegó. Su determinación no tenía otra mira que
destruir a esos carteles.
Y desde ese entonces les declaró la guerra.
Ella solita. ¡Valiente esa mujer!
- Dime algo…Tú me tienes asombrado…
…Y me disculpas, pero es que no logro entenderte… - Se sonrió y
me dijo…
- Aja, dime que es lo que te inquieta de mí…
- Es que por tu apariencia, a simple vista lo que me dices de tu
persona es que eres un ser.
…No sé, que “vives al día”.
¡Me desconciertas!
Pero al hablar contigo…Resulta que no eres un ignorante, y ni
siquiera un “borrachito” aunque des esa impresión…
Me perdonas mi sinceridad, pero es que... – Me da pena tener que
reconocerlo, pero no me gustó su forma de mirarme, ya que lo hizo como si él
fuese un “Juez” y yo un miserable reo, el cual estuviese pidiendo clemencia y
que se apiade de mí.
Así fue como me miró y en ese momento no pude descifrarlo, pero
ahora si.
En forma algo melancólica me dijo….
- ¡No te preocupes! La verdad, es
que las apariencias siempre te engañan…
Y ya estás viendo esta.
Y déjame decirte, que no eres ni el único y ni siquiera el
último.
¡Nos dejamos llevar por las apariencias!
…Me recuerda la vida y obra de tantos y tantos filósofos.
¡Ah si yo te hablara! Te contaría muchas cosas, que con
seguridad, ignoras.
¡Tengo mucho de que hablar! ¡Mucha sapiencia que reposa en mí!
¡Hasta de Santos que nunca se dejaron llevar ni por las ropas,
ni por las apariencias!
¿Pero qué le podemos hacer?
…Si bien es cierto que “Los hábitos no hacen al monje”
¡…Pero cuánto lo ayudan!
- ¿Y tú…Sabes leer? …Me
perdonas mi necia duda…
- …Aquí en dónde me ves, con esta apariencia que tengo…
Hablo, escribo, leo y pienso a la perfección en los siguientes
idiomas: inglés, Francés. Alemán y el Mandarín (El de China)
Aparte por supuesto de nuestro: Español.
Y soy traductor oficial y con documentación de la misma: ONU.
He vivido en: Inglaterra, en los Estados Unidos, en Paris, en
Alemania como también lo hice en la China Milenaria.
Conozco la “Ciudad Perdida”.
Me he “paseado” literalmente todas las capitales de este mundo.
Aunque te sea dificilísimo aceptarlo.
Lógicamente tengo toda mi documentación en regla, con toda la
certificación en regla.
(Pero como entenderás; aquí mismo no la porto. Por favor…Ando de
civil. De incógnito.)
¡He dictado clases y conferencias!
En el idioma que tú prefieras…De los que domino a la perfección,
porque hay otros que apenas los domino a un setenta y cinco por ciento, es
decir puedo hablarlos, pero no soy ninguna autoridad que digamos.
¿Me entiendes?
Yo leo mucho. Y hasta he llegado a pensar, que por eso es que he
perdido mi vista y me veo precisado a utilizar estos “culo de botella”,
je,je,je
(Es un chiste muy malo, pero es mío)
Soy ampliamente conocido en las mejores bibliotecas de: Paris…
De Alemania…
De Inglaterra…
De China…
Rusia…Me la conozco: Como la palma de mi mano.
No necesito traducción de ningún tipo.
He leído en: Hebreo antiguo. En arameo. En latín.
Y en casi todas sus variantes.
En la mismísima lengua que habló Nuestro Señor Jesús Cristo.
He leído Documentos originales de la Biblia.
He estudiado las Tres Principales religiones monoteístas.
¿Qué mas te puedo agregar…Qué mas…?
Me la paso pegado en el Internet.
Me llegan todas las Revistas Científicas y Tecnológicas del
Mundo Entero.
…Pero por la cara de incredulidad que me estás poniendo no me
crees…
¡Ni siquiera un poquito!
…Y no te culpo. Estamos “condicionados” a aceptar las
apariencias, como un hecho cierto.
Es nuestra condición “humana” y muy pocos la logran…
¿Dominar?
O sería mejor decir: ¿“Controlar”?
– Acto seguido chequeó dentro del grupo de personas que
estábamos hacinados en ese bus y descubrió a una pareja de asiáticos y sin
pensarlo mucho, les habló en su lengua natal.
Observé que se entendían, ya que la pareja le sonreían con mucho
placer y estaban asombrados de encontrar a alguien que les pudiera hablar en su
lengua natal.
¿Yo? Seguramente que estaba con mi boca toda abierta, ya que me
indicó con señas de que cerrara mi bocota.
Ciertamente que hablaba esa lengua tan extraña e incomprensible
para mí.
Ya no tenía dudas.
A los pocos minutos y haciéndole las reverencias propias de
ellos, se alejó de ellos y vino a mi encuentro, y me dijo…
- No son chinos. Son vietnamitas. – Y yo pensé para mis
adentro….
(¿No serán del Vietcong? Los asiáticos esos que eran comunistas…
Lógicamente: No quise alarmarlo.) Pero él ajeno a mis elucubraciones continuó
parlando así…
- Otro de los idiomas que domino…No a la perfección.
Pero si; lo hablo, escribo, leo y pienso como ellos, digamos
como a un…
¿Noventa por ciento? – Se sentó a mi lado y obviando mi asombro,
me dijo con la mayor naturalidad…
- Me encanta mucho observar al “Zoo Humano” – Calló por unos instantes.
(Muy generoso de su parte…
Ya que me tenía al borde de un ataque de: Inquietud.
¡Demasiada información enmarcada en un ser tan anónimo e
insignificante – Pensaba yo, claro en ese momento)
Buscó su “botellita” la destapó y se tomó un sorbo muy generoso.
En esta ocasión, no me la ofreció y pienso que si lo hubiese
hecho; ¡Claro que me hubiese echado mi tremendo buche! Estaba anonadado. Mas
bien: Electrocutado.
Fascinado ante tanta verborrea ambulante.
Pasaron unos instantes, guardó su “tesoro” con mucho cuidado y
después que se pasó por su boca ese trapo sucio que portaba, carraspeó y
continuó de esta forma…
- ¿No te has puesto a detallar la diversidad de rostros?
Unos son cuadrados…Otros redondos…Ovalados… - Y pensé en ese
entonces…
(¿Y ahora qué? ¿Es que no me deja ni siquiera echarme un…? ¡Este
tipo es mundial! ¡Déjame medio asimilar lo que me estás atragantando! Tengo que
cortar…Después tendré tiempo de analizar. Tengo que grabar.)
- …Y a pesar de que tenemos la misma cantidad de ojos, que todos
tenemos nariz y boca…No nos parecemos…
¿…Sabías que la forma de nuestro rostro, delata nuestra
personalidad? ¿Lo sabías? - Me preguntó
y yo pensé…
(¿Y yo qué carajo sé de estas cosas? ¿Este hombre es lunático o
viene de Marte? ¡Auxilio – Socorro! Quítenme a este hombre de encima.) Sin
embargo logré calmar mis tremendos impulsos y le respondí…
- ¡Ni la mas mínima idea de lo que me estás hablando! Me
disculpas, por favor.
- …Hay personas que te miran de frente…y otras cuando tú pasas y
le das la espalda…
Entonces te miran… Y tú te crees que no te miraron.
Y en verdad, no. No lo hicieron…
Pero te leen tu mente. Saben a la perfección todo.
Y la mayor parte de todos nosotros; vivimos pendiente solamente
de “nuestra apariencia”
Que si te viste de una forma: Elegante.
Te tratan elegantemente.
Y si me ven como estoy vestido…Me tratan como un mendigo. Un
orate. Un “borrachito”
…Y este es mi disfraz. Por eso…No requiero esconderme.
¡Aquí a la vista de todos!
…Pero nadie me puede descubrir.
¿Qué tal?
…Y como te estaba comentando y sigo con lo de las apariencias…Hay
miradas.
Hay rostros. Rostros, faz…
Como también los hay que dejan… ¡Sombras!
¿Y sabes por qué? – Volvió todo su rostro hacía mí, y no sé el
por qué, pero me sentí como “intimidado”.
Y pienso que fue porque descubrió en mí…
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