"Asechanzas"

Pendiente siempre mirando hacia todas las direcciones.
Me quedaba la primera habitación. Lo único.
Entré rápidamente. Escrudiñé bien todo. El frente, la sala…los lados…Nada.
Corrí al baño, porque creí escuchar un ruido imperceptible pero como ya era media noche, los ruidos se magnifican. Al llegar…Nada.
¿Entonces…qué carajo pasó?
- ¡Ahora menos que entiendo!
¿Quién abrió la pesada puerta? La toqué, es maciza. Fuerte. Pesada.
O será mejor preguntar: ¿Qué pudo hacerlo?
- Todo está cerrado por dentro. Los perros están rendidos.
No veo actividad ni peatonal, ni vehicular.
Las ramas ni se mueven.
¿Qué estará pasando entonces?
Un rayo muy fuerte y devastador emergió desde mi espalda; de la cintura hacia arriba en mi médula espinal, hasta lo más alto de mi cerebro. Un pasmoso temblor agitó mi azotea.
Una especie de comezón irritó mi ser. Intenté rascarme mi cabeza, pero algo en mí desechó esta acción.  Sentí una fuerte punzada, al parecer se me estaba incendiando mi rascacielos.
Estaba próximo al paroxismo. Al abismo sin fin.
Ya mi intelecto se había quedado sin argumentos científicos a todo cuanto acontecía. Y entré en la fase de la sin razón.
Y sin el sentido lógico.
Un mundo tenebroso se abría ante mí.
Sentí algo muy frío que recorrió todo mi ser. Seguido de una oleada de calor infernal.
Me sentí sofocado.
¿Y ahora qué carajo me está pasando? 
Allí estaba en plena oscuridad, rodeado de los mismos muebles que todos los días veía. Pero que en este preciso instante…se me antojaban extraños.
Sentí que me espiaban. Mejor dicho, me veían con suma insistencia. Volví mi rostro hacía el sitio hacia el cual, algo interno me decía que era allí.
Pero no pude ver nada. Físico, tangible a mis sentidos no pude ver nada ni a nadie.
Sentía que debía movilizarme, no quedarme en el mismo sitio.
Me parecía que ya era un blanco demasiado visible y que seguramente enfocarían su ataque hacía mí en cuestión de…No se… ¡Quién sabe!
(…Pero si es cierto que nada veo…todo está a oscuras. ¿Cómo me podrán ver a mí?
¿Cómo lo pueden hacer? 
…Mejor comienzo a no estar erguido.
Ok, ahora estoy encogido…nadie me podrá descubrir…ni siquiera quiero respirar…Ojala pudiera hacer como la hacen esas iguanas… ¿Cómo es que se llaman…?
Que pueden camuflarse…
…cómo…
¡CAMALEON! Ése es su nombre.
Pues bueno…quisiera ser un…camaleón…y así nadie me podrá descubrir…)
Comencé a moverme, pero en cuanto lo pude hacer, me sentí extraño.
Nadaba como en aguas pantanosas, pero ni estaba nadando, ni en aguas pantanosas.
De pronto me sentí como si estuviese flotando. Pero mi intelecto lo negaba. Me recordaba que estaba caminando.
Pronto todo se me nubló aún más. Se me antojaba que andaba en sitios escabrosos.
 Algo en mí estaba pendiente, recordándome en dónde me encontraba.
Mis sentidos se alteraron.
No pude discernir a ciencia cierta, qué era lo qué estaba pasando a mí alrededor.
Una sorprendente dicotomía se disparó riesgosamente, por un lado sabía que andaba en mí sala, pero algo me perturbaba indicándome que mis sentidos me estaban mintiendo.
No estaba en la misma dimensión. Todo cambiaba drásticamente.

- ¡Algo o alguien salió corriendo en dirección del baño! – Me dije como para salir del atolondramiento en que me habían sucumbido.  Y corrí.

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