"Asechanzas"
No escucho los ladridos. ¿Y mis bravos guardianes?
(¿Y no era qué estaban dormidos? ¡Chanfles! ¿Cómo
lograron meterse? …Todo está en
silencio… ¿Qué será todo lo que está pasando?)
¿Se habrán ido de paseo?
(¿Y cómo?
…Si los vi…hace poco… ¡Vergus!)
¿Los habrán envenenados? (¡Yo sí que me lo creo!)
El haz de luz superaba ya los diez centímetros.
Lentamente, como si se hiciese con total parsimonia. Cada instante para mí ¡era
una inclemencia!
¡Pero no veo a nadie…detrás! Me esfuerzo a tomar
una decisión.
Algo dentro de mí, me está gritando: ¡Has algo mijito!
¡Te van a matar aquí mismo y tú ni pendiente! - La advertencia me hace sentir peor que
peor. Una oleada de adrenalina me está obligando a hacer algo…estoy impávido.
Presiento que lo que me puede venir es siniestro…
-¿Y yo qué hago? - Es lo único que logro
balbucear, mientras inmóvil y sumamente nervioso logro responder. Pero aún así,
me siento totalmente dominado. Y lo que me mantiene así, me sigue
sujetando… ¡Pero es qué no he logrado
vencerlo aún!
- ¡Dios
protégeme! – No logro descifrar nada de nada.
Ahora si que me estaba preocupando de verdad…esto
no era parte de la peliculita.
¿…Y si es
un malhechor…me debe estar esperando para atacarme…?
(Reconozco que cada instante que transcurre…atenta
en mí contra…)
…Sigue abriéndose…ya van unos quince centímetros…
La misma voz o pensamiento o sensación insiste, en
forma alarmante:
¡Muévete…has algo! ¡Te van a liquidar como a un
perro! …Puede ser un ladrón…puede ser…
Pero así cómo estás…te van a exterminar. ¡Ataca!
Pero aún no acierto a moverme… ¿Qué estará pasando
realmente?
¡Dios debo moverme…! ¡Ya! Me van a agarrar como un
pendejo.
¡Muévete…! (¿…Dios acaso no me vas a dar la orden
de atacar? ¿Qué me mantiene así…? ¡No debo permitir que siga así!)
¿No estás viendo qué te van a joder…?
- Si está claro que a esto me expongo.
Y mientras yo estaba temblando con mis
incertidumbres y mis miedos…ya iba por unos treinta centímetros… Ya toda la
habitación está iluminada. Instintivamente insisto en seguir viendo, lo que no
podía ver. Pero aún así insisto…a lo mejor una sombra…algo.
Los segundos siguen su recorrido, aunque presiento
que mi mundo me lo detuvieron en seco.
¡Pero no veo a nadie!
¿Es que no hay nadie?
¿Entonces…cómo se abrió…así? (¿Qué cómo se abrió…?
¡No hay corriente de aire…no hay nadie más despierto que yo! ¿Entonces…esa
pesada puerta, es bien pesada? ¡Sí, que lo es! ¿Entonces?: ¡Imposible que se
haya abierto sola! No estoy loco.)
No puede haber corriente de aire interno. ¡No
puede ser!
¿Alguien me está jugando una de esas…? (¡No seas
imbécil, aquí no hay más nadie! Solo estoy yo… ¡Nadie más!) …Y si no hay nadie
mas… ¿Por qué se abrió esa puerta…? No entiendo.
No. No puede ser.
En esa casa solo habitamos dos personas. ¿Y mi
esposa? Dormida.
¿Yo? Tiritando de terror.
Pero más me molestaba el
que a pesar de todas mis medidas de precauciones…
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