“Asechanzas”
Martes

(¿Otra vez? ¿Y ahora que va a ser de mí?
¿Hasta cuando me tendrán como conejito de indias?
…No sabía que ya me habían clasificado.)
En esta ocasión sintió un dolor desgarrador…Se le  antojaba que lo estaban halando desde sus intestinos, lenta e inexorablemente, lo estaban desgarrando, descuartizando con toda la parsimonia posible…
¿Qué puede ser mas triste para un ser humano?
El saberse que lo están eliminando, poco a poco.
Verse sangrando…Y la impotencia es su vía crucis. Visualizar su propio final y no poder hacer absolutamente: nada. ¡Imposible!
¡Pero era que le dolía hasta el alma! ¡Quiso berrear con todos sus pulmones!
(¡Ayyyyyyyyyyyyy   Mamacita lindaaaaaaaa salvameeeeeeeee!)
Pero se sintió impedido. No así ese desprendimiento tan brutal.
Y no le quedó  más remedio que gemir en silencio. Y se dispuso a ello. En medio de esa vastedad.
Fue sintiendo como se le desprendía de su ser, centímetro a centímetro a todo lo largo de su cuerpo…
Se fue desintegrando y la intensidad fue en crecimiento -más y más- ya ni lágrimas salían en su auxilio.
Una metamorfosis se le fue desfigurando, sin comprender y sin poder hacer nada más que sufrirlo y presenciarlo, ya no sentía sus tripas, ese olor nauseabundo lo inundó… ¡Pura mier..!

Intentó apartarse, hacia la izquierda y luego a la derecha… ¡Nada! Lo siguió intentando…Pero ya no pudo mas. 




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