“Adiós hermano…Pronto nos volveremos a ver” - Recuerda que cuando veas a nuestra madre…Dale  un saludo de tus hermanos que aún nos quedamos acá. – Martha contemplaba el sueño de su hermano mayor. Sus lágrimas se confundían con el inmenso dolor que le producía al ver a su familiar así. Sus palabras, sus lágrimas y su intenso pesar, no influían en él. A su lado se encontraba otra de sus hermanas menores, Rufina. Al igual que su pariente mayor, estaba sollozando.  Sus labios estaban temblorosos al igual que sus inquietas manos. Juntas se daban un calor de familia. Todas ellas contemplaban la quietud de su mayor. Rufina le exclamó: ¡No te olvides de nosotros que aún nos tenemos que quedar aquí! ¡Cuánto me gustaría estar contigo, y poder hablar con mi madre! - ¡Sí manito…Busca a nuestro Padre también! ¡Dale un beso grande de mí parte! – Agregaba como para que no se le olvidara a Juan  Manuel. - ¡Y de mí también! ¿No se te olvidará mano? – Agregó Martha. Sus intensas demostraciones se veían opacadas ya que de su garganta casi no se conjugaban muy bien sus palabras y su cuerpo se movía con espasmódicos gestos de dolor. En general, se podía apreciar mucha congoja. Desconsuelo. Tribulación. Nadie estuvo ausente. Aunque pocos lograban expresar sus sentimientos internos, pero en sus rostros se dibujaba el extravío que les ocasionaba este engorroso trance. - ¿Juan por qué? ¡Juan tú nunca habías hecho esto! ¿Por qué te fuiste así? ¿Por qué? – Su esposa no cabía en aquel recinto. Ése rostro que  hasta hace pocas horas, reía de emoción y de satisfacción al contemplar a su pequeña familia unida alrededor suyo y de su esposo. Y en este preciso momento…Todo se le derrumbaba. Se sentía desolada. Sus tres hijos, dos varones y una hembra. Todos ya casados y con descendencia cada uno. Vivían rodeados del más sublime y tierno amor familiar. En verdad, no podía entender ni mucho menos comprender y aceptar, que la felicidad humana es efímera y que su final siempre es doloroso,  sumamente traumático e inesperado su desenlace. - ¡Levántate y vente conmigo! ¡Juan! ¡No puedes seguir allí! ¡Acompáñanos como siempre lo has hecho: Un marido ejemplar, un Padre Digno, un amigo fiel, cómo hijo fuiste maravilloso! ¡Yo sigo siendo tu fiel y amante esposa, no me dejes sola! ¡No lo acepto! Sus palabras rebotaban por entre esas paredes frías, mudas e inconmovibles estructuras que sostenían y soportaban la intensidad de ese momento. Sus hijos estaban gimoteando en las esquinas solitarias de aquel intenso salón. - …Papá…No me diste tiempo de nada. ¿Pero por qué…Por qué te fuiste así? – Juan Carlos aunque siendo médico de profesión, creía que ya conocía muchos dolores, pero este…No. ¿Puede un profesional de la medicina ser inmune a esto? - ¡No creo que pueda seguir viviendo sin ti,  papi querido! ¡No, no te vayas aún! – Sollozaba inconsolable su única hija. Ya con poquitas fuerzas, sus piernas no tenían la consistencia necesaria para poder soportar ese cuerpo delgado  que seguía resistiendo a aceptar esa cruda realidad. - ¿En dónde estás hermanito querido? ¿Mano en dónde te has metido?  – Le preguntaba otra de sus hermanas: Mariana. - ¡Estoy viéndote en cuerpo presente! ¿Pero por qué no me contestas? Veo tu rostro sereno. Ya no veo en ti ninguna arruga en su rostro. ¡Estás en calma! - ¿Por qué no me escuchas? – Insistía en su suplicante pregunta  Martha - …No nos escuchas porque ya ésta,  no es tu morada… ¿Verdad? Te ves satisfecho, y aunque no abres tus ojos para vernos, presiento que así es, como nos estás escuchando…También nos estás viendo. ¿Será con otro mirar? Y asumo, que sufres  mucho. Ya no del dolor, que nosotros tus familiares aún sentimos. Ya tu dolor es mudo. Ya nunca más te veremos andar. Tu cuerpo ya entregó todas sus fuerzas. Y tu espíritu es esencia divina y por esa razón, me da la impresión de que tu sufrimiento radica en que…Ya conociste el Cielo. ¡Te me adelantaste, chico! Y seguramente que estás sintiendo la cercanía de nuestros queridos padres. Ya ellos partieron y con toda seguridad…Te están recibiendo. ¿Es así, verdad? Te están dando su Divina Bendición.  Y por esa razón, sufres. ¡Claro! Nos estás viendo sufrir y no encuentras la forma de llegar a nosotros para decirnos: “No sufran por mí. Ya estoy con el viejo y con mama. ¡Están felices con mi llegada! ¡Y me están asegurando que en este bello reino celestial, todos ustedes vendrán a disfrutarlo a su debido tiempo! ¡En verdad, estoy bien! ¡Ya no sufran más por mí…Que estoy muy bien!” Aunque estoy aceptando esta nueva realidad, Juancito querido…Perdóname, pero es que me cuesta mucho verte así…Tirado allí…Frío. ¡Cómo si estuvieras ya ausente! Durante todos estos años en que de una forma u otra nos acompañamos. ¡Claro cuando éramos unos infantes peleábamos y jugábamos mucho! Luego nos hicimos unos adultos y cada uno escogió su camino. Ciertamente que nos distanciamos mucho, por esos quehaceres de nuestro duro trajinar. La vida es la vida y de alguna forma tenemos que vivirla. Tú retirada así…Tan repentina…Me ha fragmentado en varias partes, estoy dividido. Y al ver a toda mi familia, reconozco que estamos en las mismas. “Estoy bien. En serio: Estoy bien. Quédense tranquilos. Me están rodeando: Muchos de nuestros queridos familiares. Ya para mí no están muertos…Los estoy viendo y estamos gozosos de estar nuevamente juntos. ¡Pronto nos volveremos a reunir! Pórtense bien y ya verán que volveremos a reír…Aquí conmigo y con todos los que ya estamos aquí. ¡Qué Dios me los bendiga por siempre!  Y ya saben: ¡Pórtense bien! ¡Pórtense bien!” En verdad, no sé qué pensar. En mi atormentada cabeza, me ha parecido escuchar la voz de mi hermano  (hoy  es un espíritu). Y hasta puedo asegurarme a mí mismo que es así y que ciertamente me ha hablado. Pero en mí realidad…Siento frío su cuerpo y aunque en su faz se denota claramente una paz tan increíble…Que no le detallo las arrugas que cuando conversaba con él…Le veía. Es más hasta te estoy observando: ¡Qué estás guapo! ¡Ay Juan Manuel…Qué vaina nos estás echando! ¿Cuándo podré volver a verte? ¡Oh vida tan ingrata! ¿Qué nueva sorpresa me tiene deparado mí futuro? Ya no tengo hermano mayor…  Porque ya eres: ¡Espíritu! ¿Podrás seguir regañándome? Estoy contemplando a todas mis hermanas sumidas en su sufrimiento. Vivirás en nuestros recuerdos, pero ya no podemos seguir visitándote, te fuiste y no nos diste tu nueva dirección. Contemplo a Conny mi cuñada, totalmente destrozada. Su mirar está perdido… ¿Será qué te puede visualizar? A sus hijos, que son mis sobrinos…Desorientados sí, pero unidos en su nombre. Es indudable: Hemos recibido un zarpazo mortal. ¡Te saludo hermano! Y si en verdad fuiste  tú quién me habló, aleluya sea entonces. ¿Y si no fuiste tú…Quién más habrá sido? ¡Saluda a mis viejos, a mí abuelita, a mi tía Mer, a Don Chimas, al primo: Germán…A todos por igual!  ….Y déjame en mí llorar…Éste sufrimiento no lo había conocido antes…Y no sé si pueda seguir en esto…El futuro es incierto…Pero tengo que andarlo. ¡Adiós querido hermano…Pronto nos volveremos a ver! 
21 de febrero de 2013 (A 15 días de tu sensible partida) 
Belbaltodano (Bernardo Enrique López Baltodano)
¿De quién es la vida?
Aún no te conozco. Miro y no te veo.
¿Qué será de mí vida?
Ando por este mundo, cual ciego invidente…
¿Y para qué tengo mis ojos?  …Si no te puedo mirar…
Mi transcurrir no tiene sentido. No tiene rumbo. No tiene prisa.
Mi diario existir es un cúmulo de experiencias, las cuales no logro desgranar.
Y no sé si deba irme ya…o quedarme a esperar…
Tampoco sé, así como nadie me ha informado…si estás aquí o ya te fuiste.
Vivo o co - existo…aún no lo sé.
Y aunque me devano mis sesos…tampoco sé si cuento con ellos.
…Y no entiendo lo que mi intelecto trata de explicarme…mis voces internas
Lo niegan y aunque no logro discernir, si es bueno o malo.
Y mientras tanto; camino sin andar; respiro sin respirar.
¿Habrá vida después de mí…? Aún no sé cuándo se acabará.

Tampoco me preocupa…no sé esperar.
...Erase una vez...en un sitio indeterminado y en una fecha igual de imprecisa y en dónde se desarrollaban situaciones harto importante, como por ejemplo ocurrió...a continuación se desata este relato:

Siendo en el año año tal por cual y en pleno ejercicio de todas sus libertades naturales inherente a todo ser humano, aconteció una guerra que por pequeña no lo fue así en su importancia ya que hasta tuvo como consecuencia lógica que prácticamente  paralizara no solo toda la población, dejándola incomunicada del resto de su país sino que marcó un hito en toda la historia tanto contemporánea como la histórica...aquí van los detalles...
¿La razón?
...Bueno un grupo de hampones decidieron cobrar "vacuna" al resto de la población. Siendo instaurado por su jefe, cobraban su derecho a gobernar. Nadie podía comer sin el permiso de ellos. No podían dormir sino les pagaban sus emolumentos. Y cosas por el estilo.
La población se sentía aterrorizada y ya no hallaban ni qué hacer. Porque todo se reducía a: ¿Cuánto me cuesta esto?
Por supuesto, las plegarias fueron escuchadas por otros malhechores quiénes al escuchar el clamor de sus vecinos, se hicieron eco.
Pronto su jefe, que llamaremos: PRAN  se ofendió y le hizo saber a todos que no estaría dispuesto a seguir soportando: "¡Tantas injusticias!"
Informó a todos los órganos del estado y a su dirigencia, que pronto pondría fin a todos esos desmanes.
Y en efecto...llegó el día del Juicio Final para todos esos "abusadores"
Valiéndose de todo el armamento que tenía en su poder, arremetió contra ellos y declárandole  la Guerra a Muerte se fue a los hechos.
Se comenta por todos lados, que utilizó todo lo que poseía y aún más. Cayeron muchos de los "malos" y el tal Pran se hizo respetar.
Aún no se sabe a ciencia cierta el número de muertos...tampoco de los heridos...mucho menos de los desaparecidos.
El  caso es que la confrontación terminó con VICTORIA total. Y los caídos así lo evidencian.
Y como premio, la Autoridad lo premió; sacándolo a él y a su séquito (como sus protectores y fieles guardianes de la integridad y de la vida de este Cid Campeador) Tampoco se sabe el número exacto de los que lo "acompañaron".
Se comenta que las cifras fueron de muchísimos ..pero la autoridad asegura de que son algo así como una docena y media y pocos heridos.
¿Total? 
Rumores de todo tipo; por ejemplo: aún están por aparecer muchos, y sus familiares no lo encuentran.
Pero en general...Todo sigue bajo control.
¡Aquí no ha pasado nada...son puros rumores...no crean todo lo que dicen...
...Y bueno...ciertamente la vida sigue su curso...normal.





...Seguimos con: "CACHIRULO"


A diario somos testigos en nuestro sitio de vivencia de personas que ejercen la violencia para poder someter y lograr sus objetivos...Y este joven es apenas una pequeña muestra de lo que no deberíamos aceptar...como sociedad. ¡...De que existen, claro que sí! ¿Usted lo puede negar...?


Recapitulemos nuevamente…
Ya comencé mi cuenta regresiva…
¿Iba por cual número…? ¿Uno, verdad?
Ok. Esperemos unos minutos más. Así, aprovecho para serenarme mejor…
¡…Dos…! ¡Ay…Ustedes no saben con quién se están metiendo! Es mejor que aparezcan ya.
Volvió a rectificarse nuevamente. Y esta vez, en sus propios pensamientos.
…Ya van dos…Y no aparecen…
Y de repente, escuchó el sonido de un ave.
- ¿…Y eso…? ¿Un nuevo enemigo apareciendo? ¿No descansan nunca? ¿No tienen más oficio que el venir a amargarme en mi labor?
Se mimetizó nuevamente. Aguardó. Oteaba a todo a su alrededor y estaba: ¡Normal!
¿Entonces? ¿Ya no existen los dragones, ni los monstruos asustan  trabajadores, entonces qué será? Algo no conocido, seguramente.
Otro sonido, de ave. Pero no en el mismo sitio.
- ¡Son mis hombres! ¡Son mis hombres…Al fin! ¡Qué bueno…Ya están aquí!
De inmediato, les contestó. Y allá arriba, en la cerca y en techo de otra propiedad, fueron apareciendo las cabezas. Y por sus siluetas, los fue reconociendo. Su entusiasmo era grande.
- ¡Ése es El Temblao! Por su forma de caminar, tembloroso. Se asemejaba a un anciano con esa enfermedad tan rara.
…¿Era el mal del sambito? O era el llamado… ¿Parkinson? Aunque era tan joven como él mismo.
Por ese temblequeo…Le puso ese mote: “El Temblao” ¡Ja, ja, ja El Temblao! Por primera vez, se alegraba de verlo. ¡Qué bien! ¡Qué orgullo que ya estén aquí! ¡Me alegran mucho todos ellos!
También distinguió al inconfundible: Gordo. Parecía un globo. Siempre, se preguntaba el por qué lo había aceptado en su banda. ¡Horriblemente gordo y fofo! ¡Pero muy fiel! Siempre obedecía el mandato de su jefe. Gordo, fofo, flojo y cabezón. ¡Mi Gordísimo querido!
¡Pero obediente! Y solamente por eso mismo, lo soportaba.
…Ja, ja, ja…Ése de caminar…Lento…Dudoso. Parecía ser: ¡El avión! Más bien debió haberle puesto el mote de: ¡El Jet!
Ya que su velocidad era proverbial.
¡Ése sí que era el indicado para mandar a buscar a la muerte!
¡Qué barbaridad de lento…Tranquilote…! Pero tenía algo muy bueno… ¡Carecía de interés!
Y eso para él, en su condición de jefe, era algo muy grandioso.
Sabía que le era fiel. ¡Mi avioncillo, mío, mío! – Danzaba de emoción espontánea.
Un ser sin ambición alguna.
¿Igual si le daba un gran parte…Como si le daba poco?
Sí, así era: ¡El avión!
Hoy lo veía hasta con alegría.
Con mucha emoción. ¡Sabía que no me abandonarían jamás!
…Y ése con ese gran narizón… ¡Ése tenía que ser…El Atorao! ¡Inconfundible!
¿Pero, el por qué…Sintió alegría por verlos?
No se lo explicaba…Pero por alguna extraña razón…
¡Se alegraba sencillamente por verlos!
…Así de sencillo, era él. Y muy humano. Y que por sus venas corre sangre y de la buena. De la que nunca se olvida de sus panas. De sus colaboradores. Amigo de sus amigos y de los mejores.
Tenía que reconocer que a pesar de todo…Los quería. ¿Qué podía hacer?
No en balde, eran sus hombres. Sus sirvientes y guerreros a la vez.
Todos eran sus “Hombrecitos” a su servicio.
Y es que en ese extraño mundo, todos eran iguales. Su camaradería era indispensable.
…Pero, también, se recordó de su compañero extinto: El Tuerto.
Una y otra vez  le repetía, que los jefes…Son seres solitarios. Y no tienen afecto.
Los jefes, no podían hacerse iguales de sus hombres. Que es peligroso ser similares de sus subordinados. Y que nunca lo verían con buenos ojos.
Tenían que obligarlos a la obediencia ciega… ¿Pero amigos?
¡Nunca! Un verdadero jefe, siempre debe desconfiar hasta de sus propios hombres.
¡Y más aún…De su propia tribu! Y la soledad es uno de sus atributos.

Y esa verdad  era tan grande, como que existía la luna, por las noches.



La violencia nos está destruyendo. Últimamente están apareciendo  con saña y maldad extrema, desatada sobre poblaciones inocentes.
Pueblos enteros están siendo diezmados. Carro bombas. Destrucción de Centro Comerciales en dónde están gran cantidad de familias enteras las cuales son diezmadas sin ningún tipo de consideración.
Hasta hace poco, veíamos en los distintos medios de comunicación masiva Golpes de Estado, Asonadas y cosas parecidas. 
Pero el ingrediente de los: Fundamentalistas Islámicos, quiénes se han desatado a masacrar, asesinar y destrozar gran cantidad de vidas humanas, con el único pretexto de que no comulgan con sus ideologías.
Hemos sido informados de la caída de varios déspotas, y hasta hemos llegado a creer que es un bien colectivo; pero como consecuencia de esto... ¡Hay más violencia!
Los grupos religiosos se están matando unos a otros, y lo peor es que nos están arrastrando a mundos desolados en dónde solamente impera la devastación y la destrucción.
Nuestra época al parecer está signada con esto: Odio - Maldad - Crímenes de Lesa Humanidad - Masacres Masivos.
Algo bueno tendrá que venir. No puede ser que el Dios de este Mundo se imponga y destruya toda la Creación Divina.
...No puede ser.
La violencia no debe seguir imperando... 
¡PAZ! ¡PAZ! ¡PAZ! ¡PAZ! ¡PAZ! 








La violencia en general es repudiable, en esta ocasión sigo presentándole una parte más de:
"El Guegüence" 



- ¿Ah sí y cómo será eso?
- Aunque no te lo creas, hay muchas mujeres que están locas por tenerlo en sus brazos ¡Uff muchas!
- ¿Ay y no será muy duro para el pobrecito? Apenas tiene catorce meses de nacido… ¡Me da como lástima por él! Tan bebecito y ya tiene que salir a trabajar para nosotros.
- ¡Nada malo le podrá pasar! ¡Te lo aseguro!
- ¿Lo juras?
- ¡Ya está jurado y confeso! Además este esfuerzo es para el bien de todos nosotros y si logramos nuestros objetivos, me podré comprar esa moto, esa nave de cuatro cauchos y nuestro Jet Ultrasónico y sin sonido, los cuales serán para nosotros tres…manejándolo yo todo el tiempo.
- ¿Y nuestro rascacielos, también?
- ¡Por supuesto que si!  ¡Fuera la erradicación definitiva de la pobreza en mis predios! ¡Jamás nadie me podrá ver ni de reojo, ni con malos ojos! ¡Me comprometo a que seré el nuevo Súper Ultra millonario capaz de ser rico e inmensamente feliz!
- ¿Y voy a trabajar para ti?
- Si. ¿Me aceptas a mí, como tu único jefe y señor?
- ¡Toda la vida! ¿Y tú qué harás?
- Yo seré el Manager General, el novio de la madrina y ¡el dueño del equipo!
- ¡Y yo seré tu más ardiente admiradora!
- Yo le pondré precio a tu labor, y cobraré y  también estaré pendiente solamente de ti. ¡Mi lindura! ¿No te parece bello?
- ¡Por mí encantada! ¡Has conmigo lo que tú quieras!
- ¿Seguro?
- Si.
- Bueno dentro de poco, el chamaquito tendrá que salir a producir para nosotros. Así que tendrás que prepararlo bien, para que sus nuevos dueños, digo jefecitos lo aprecien muy bien y nos paguen el Alto precio que les cobraré.
- ¿Y no será demasiado para él? Recuerda que aún  es un bebecillo. ¡Pobrecito tan chico y tiene que salir a trabajar para nosotros!
- ¡Por una causa grande y ennoblecedora!
- ¿Y qué horario tendrá?
- Por lo pronto lo alquilaremos, digo faenará por días y después lo tendremos que dejar por más tiempo. ¿Lo estás entendiendo bien?
- ¡Ay es qué me da tanta tristeza! ¿Y no podremos mantenerlo más tiempo con nosotros? Tú sabes, por aquello de que sienta nuestro calor de familia, es necesario para que su crecimiento sea rico en hormonas de la felicidad. ¡Eso tú mismo me lo has pregonado no una, sino en varias ocasiones! ¿No te recuerdas?
- Si, si pero también tienes que tener bien clarito que en este preciso momento, estamos en el umbral de nuevos tiempos. ¡Soplan vientos de cambio! ¿Acaso eres tan obtusa que no puedes percatarte de este, tan sublime cambio?
¡Oteo en el ambiente…esa fragancia con olor y sabor a ricas y nutritivas flores! ¡Excelsas virtudes acampan en la espera de que nosotros…digo yo, en este preciso instante así lo estoy percibiendo! Y es una lástima, que tú seas tan negligente y evidentemente muy falta de tacto. ¿Cómo podré vivir al lado de una estatua tan fría y a su vez lóbrega y carente de toda señal de vida propia?
- ¡Ayyyy mi amor, no me hagas caso! Bien me defines cuando me autenticas como una mensa asna. ¡Pero no me importa, con tal de que pueda vivir a tu lado! ¡Todo lo soporto por tu amor!
- …Pero trata de no enlodarme con tu inmensa carga genética negativa y muy periclitada…para mi gusto. ¿Ok? ¿Me entendiste?
- No te niego que me cuesta seguirte tus pasos. ¿Pero qué más se puede hacer? Con tal de que me tengas paciencia y me mantengas a tu lado… ¡Todo lo puedo en ti!
- ¡Pero no abuses mucho de mi corta paciencia!
- Si mi rey, lo que tú me digas eso haré. ¿Y adónde irá a trabajar nuestro Raulito?
- “Nuestro Raulito” estará muy ocupado. ¡Demasiado, full y su rol será de Estrella! Ya lo verás volver hecho todo un hombre. Tan grande fuerte y poderoso como yo, bueno ni tanto así, ya que no creo que más nadie logre imitarme. ¡Gracias a Dios que rompió mi molde! Porque nadie más que yo, logrará todos los éxitos Inter Galácticos que pronto cosecharé. ¡Ya me verás!
- ¿Pero no me estás diciendo que irá primero por varios días a laborar?
- ¡Es que tendrán mucha demanda, tanto tú como él!
- ¿Yo y qué estaré haciendo yo?
- ¡Lograrás colmar de plenitud a mucha gente!
- ¿De verdad? ¿Y qué será lo que tendré que hacer? ¿Quedaré tan extenuada como cuando termino mis faenas de limpieza? ¿Como las hago día a día a pleno sol?
-  ¡Ni sol tendrás que llevar! Ya verás que será una función muy especial. En tu aire acondicionado, y lo más liviana que puedas. ¡Ya lo verás, estoy segurísimo que te encantará! Claro al principio hasta es posible que denigres de ella. Pero al transcurrir los días y viendo nuestros aportes monetarios… ¡Ni te importará para nada! Y te juro, que nunca más tendrás que fregar la ropa sucia de nadie más. ¡Y si te toca fregar…será con la mayor plenitud! ¡Pronto te gustará, hazme caso, ya tú misma me darás la razón!
- ¿Y en dónde podré ejercer mi nuevo cargo? ¿Y a propósito, qué haré?

- Primero lo primero y después vendrá lo segundo y más allá lo tercero y así sucesivamente.
-----------------  Continuará ----------------

Bernardo Enrique López Baltodano (Belbaltodano): "Cachirulo"Más aventuras de este jovencito naci...

Bernardo Enrique López Baltodano (Belbaltodano):

"Cachirulo"
Más aventuras de este jovencito naci...
: "Cachirulo" Más aventuras de este jovencito nacido y criado en: Punto Fijo - Edo. Falcón - Venezuela.- Y aunque  qui...



"Cachirulo"

Más aventuras de este jovencito nacido y criado en: Punto Fijo - Edo. Falcón - Venezuela.-



Y aunque  quiso cerrar sus parpados, no lo pudo lograr.
De repente, un ruido casi imperceptible se originó de alguna parte.
Instintivamente, y temiendo siempre lo peor…Corrió de un lado a otro…Y no para huir o esconderse, sino más bien para conseguir un mejor ángulo para poder hacerle un mejor frente y poder combatir en posición ganadora, para él.
- ¡Diosito…Diosito…!
Dirigió su mirada, hacia el sitio, que creía que se originaba ese ruido.
Cerró sus ojitos y se hincó en posición de rezo.
Y de repente, percibió que ya los fulminantes ojos…Ya no lo miraban.
¿Se escapó? ¿Acaso me tuvo horror al ver la velocidad de mis desplazamientos?
¿Qué le habrá pasado entonces? ¿Te asusté, verdad?
Y hasta llegó a pensar para sí mismo:
“Y eso que no me dio tiempo de lanzarle una de mis maldiciones”
Y de una forma, casi inmediata, se percató que un gato huía…
- ¿Un minino?  …Un inmundo y despreciable…
¿UN MICIFÚ me tuvo aterrorizado…Un  miserable y sucio?
 ¿…Un miserable…Un enano miau, miau…?
El caza ratones, corrió despavorido. Como percibiendo, que si lo lograba agarrar…Seguramente que lo despellejaría por su osadía.
¿Sería posible, que ese miserable pícaro, se percató del pánico que sentía ese desdichado?
¿Será cierto?
¿Será que lo disfrutó?
¿Y que por esa sencilla razón, huía despavorido?
¿O es que verdaderamente, es un demonio y se apoderó de su cuerpo?
…Es posible, todo en este mundo oscuro es: ¡Patas arribas!
- Me inclino a pensar…Qué un ánima en pena  se apoderó de esa miserable existencia…O que quizás un diablo que quiso jugarme una de esas jugarretas. Pero fracaso en su intento.
Seguramente que fue así... ¿De qué otra forma, podría haber sido? No encuentro otra remota explicación. No tiene lógica alguna. Ni creíble.
Y eso me podría explicar, el por qué, nunca se atrevió a atacarme.
Con seguridad, que se atemorizó. Algo en mí, lo asustó.
¿Será qué pudo apreciar mi magnificencia? ¡Pues claro que si!
Es muy posible…Qué se pensaría…
…Si lo ataco…Me destrozaría…Mejor me quedo quietecito…
Así debió haber sido. Y por más, que me lo sigo pensando…
¡Es qué tuvo que ser así…Y no hay de otra! – Se complacía a sí mismo creyéndose su propia explicación. Así que respiró profundamente…Ya no existía peligro alguno. Respiró libremente.
Pronto, se sintió liberado. Ya nada le dolía.
Se alegró mucho el que pudiera volver a ser dueño de sus propios movimientos.
Movía sus dedos, sus brazos, los dedos de sus pies recobraron movimiento.
Movía sus extremidades.
- ¡Qué bien me siento! ¡Aleluya…Diosito…Te debo esta! Y recuérdame…Para pagártela…Tu bien sabes, que no escatimaré en ello. ¡Y siempre pago y te consta! ¡No te quejes!
Pronto, volvió a su realidad. No aparecía ninguno de sus compinches.
- Menos mal…Que ninguno de esos inútiles me hayan visto. ¿O sí?  ¿Me habrán espiado?
Porque si llego a enterarme de esto. ¡No será por mi boca! Entonces es posible que exista un miserable traidor. ¡Eso sí puede ser cierto! ¡Un Judas y hablachento además!
…No veo a nadie…No. Seguramente, que se estarán drogando nuevamente. Porque pensándolo bien, si alguno de ellos me espió… ¡Tendré que echármelo al pico! ¡Nadie podrá dudar de mi hombría! ¡No seré el hazme reír de mis propios hombres! ¡Nunca!
Así, que volviendo a su instante.
Arrugó nuevamente sus cejas. Chequeó su reloj y lo cotejó con la luna. Era tarde.
- ¡Esto es intolerable…! Y no puedo permitir una situación como ésta.
¿Pero que pudo haber pasado, si ése demonio, me hubiese atacado?
¡Claro, a mí es al que estaría persiguiendo! ¡Solamente a mí! ¿A ellos…? ¡Jamás!

Bueno…tendré que serenarme nuevamente…