“Hola a todos”

A través de esta nueva vía, para mí, les he colocado a la disposición de ustedes los siguientes manuscritos:
“Apunta Junípero…Apunta”:
Obra ya publicada por: Ediciones NOA de España, la cual pueden conseguir en mi Blogs.
Trata de un joven que acompañado por sus amigos, se internan en el campo con la finalidad de comprar una casa de campo…y se ve envuelto en un sinfín de aventuras. (Se las recomiendo)

“Asechanzas”
Un relato nocturno, envuelto en el misterio producido por la aparición de espantos, los cuales se aparecen en diversidad de formas y estilos.

“Cachirulo”:
Es un relato de un joven delincuente, quién naciendo en el pecado…sucumbió en su podredumbre. Cuenta algunas de sus peripecias. ¿Su final? Electrizante.

“El Gueguence”:
¡Todo un personaje! Un capo en diminutivo. Capaz de vender o alquilar a su propia madre. Dedicado a ser un proxeneta, en dónde ha incluido a su propia madre, hermanas…y hasta su menor hijo…un bebecito de brazos. Aunque también tiene otras líneas de “negocitos”

“Momotombo”
Una narración que se desarrolla en los alrededores del volcán “Momotombo” en Managua – Nicaragua. Muy interesante.

“Monterías”
Una fascinante narración que se desarrolla entre las montañas que separan a Nicaragua de Costa Rica, en suelo nica.
Aventuras y ocurrencias pululan en toda esta narración.

“El pasajero desconocido”:
Un relato que se inicia mientras viajan en un autobús, y las peripecias que se desarrollan en compañía de un misterioso pasajero.
Con dosis de misticismo, de misterio…

Y la razón de este pequeño recuento es para consultarles a todos ustedes, lo siguiente:
   ¿Cuál de estos manuscritos, es de su preferencia?
 Me gustaría su opinión con relación de cada manuscrito, sometido a su opinión.
Y si acceden a mi petición…Entonces ya sabré qué tipo de obra debería presentarle a su consideración…
¡Y agradecerle a cada uno de ustedes por su preferencia diaria!
¡Saludos muy cordiales!

Belbaltodano.-




Mi propio sudor se confundía con el fango.                                



"El pasajero desconocido"



Me sometieron en un abrir y cerrar de ojos.
Y cuando pude tener consciencia de mi propio ser…
¡Me tenían tirado  en el suelo…boca abajo!
Entre el barro, el sucio.
Me sentí muy triste e impotente.
¡…Y hasta llegué a pensar…
¿Qué les importa a estos quién soy yo?
¡Por supuesto que no me conocen…! …Pocos me conocen.
He llevado una vida dedicada al servicio de los míos, no soy un hombre público. Siempre sumergido en mí día a día.
…Y en momentos como estos, es que me hubiese gustado haber sido un poderoso, alguien a quién todos me temieran…que tiemblen ante mí…pero no es así…así que me lo tengo que tragar.
¡Yo soy un hombre trabajador!
¡Soy un Padre de familia, que tiene la desgracia de tener que salir todos los días para poder sustentar a mí familia!
¡No soy un forajido!
¡No he robado!
¡No he matado a nadie!
¿Por qué no atacan a los delincuentes, ah?
¿Acaso me ven armado?
¿Por qué abusan de su poder…De su placa?
¡…Cobardes! Que abusan de su enorme poder…
¡Detrás de su placa!
¿Se  sienten “seguros” por qué representan a la Ley?
¡Este estado corrupto los ampara!
Hasta le dan una Licencia para Matar.  ¡Y masacran!
¡Y lo ejecutan a la perfección!
¡…Y claro está! Arremeten en contra de la gente humilde…
A los trabajadores que como yo: Tenemos la desgracia de estar encaramados en esas bazofias de buses, guaguas inmundas…
¡Malparidos…Engendros de esta sociedad corrupta y caduca!
¡Desgraciados!  ¡Asesinos!
¿No ven que soy un trabajador, decente?
¿Acaso soy un “tipo peligroso”, ah?
Pero en mi misma impotencia…radica mi más enervante cólera. No me podía contener. Y no era tanto por la paliza que me propinaran…
¡Mi minusvalía! ¡Mi ineptitud!
¡Mil bombas atómicas estaban explotando muy dentro de mi propio ser!
…Y sin embargo seguía ardiendo dentro de mi propia carencia de poder defenderme…
¡Qué mundo el que me toca vivir!
¿Qué podía hacer?
El agotamiento de mis ya escasas fuerzas, me daba ¡Más bríos!
¡Les grité! ¡Los insulté! 
…Pero esto hacía que se volvieran mas salvajes en mi contra.
¡Qué impotente está el ciudadano común y corriente, como lo soy yo!
¡…Siempre a merced o del hampa o de esos esbirros!
Pero como ser viviente de esta sociedad…
¡Tuve que cerrar mi boca!
¿De qué me valió el seguir protestando mis derechos?
Por mi mente circularon muchos artículos de corte legal.
Ir a la Defensoría del Pueblo. ¡Hasta a la ONU pensé ir!
Y hasta llegué a atesorar la idea de ir a denunciarlos ante sus superiores… ¡Hasta el Ministro de Justicia!
¡Desgraciados, ustedes son mas peligrosos que el hampa común! 
¡…Y por esto es que yo desconfío de ellos!
¡Les tengo terror…TERROR!
¿Y qué puedo hacer? Si me alzo, es peor ya que les doy luz verde para todos sus desafueros.
Pero en este especifico caso…
Conmigo hubo un exceso de poder policíaco.
¡Y todos son testigos de esto!
¿Pero de qué me sirven…?
¡Están más asustados que yo mismo!
…Me tuve que quedar con todos esos golpes.
Con mi humillación. Con mi impotencia.
Con todos mis derechos hechos añicos, por esos bárbaros… ¡Esbirros asesinos!
¡Me sentí totalmente degradado, deshonrado!
Todas mis pertenencias, estaban siendo requisadas. Vulgarmente  manoseadas.
Así pasaron varios minutos…No es para nada agradable que todos te estén mirando como si tú fueras el patito feo.
Con la forma como me miran…
…Me acusan de todo lo malo que pueda existir.
¡No he hecho absolutamente nada!
Y todos lo saben, porque yo al igual que todos ustedes…
¡Venía como un pasajero más!
Y no puede ser…
¡No es justo!
¡No lo acepto!
¡No he hecho ninguna abominación!
¿Y entonces por qué persisten en acusarme con sus miradas inquisidoras?
Soy y lo seguiré siendo: ¡INOCENTE!
¿El más diabólico de toda la comarca? (¡Eso serán ustedes!)
YO NO. No soy eso.
Tan solo soy un ciudadano, al igual que cada uno de todos los que estamos acá.
(Sin serlo…Te apuesto a qué muchos de esos tipos que tienen una chapa…Se han “echado al pico” a mas de uno.
¡Por supuesto que si!
…Y no lo pongo en duda…)
Como un asesino rapaz.
Un violador…un sátrapa.
Y yo me dije en ese momento:




“Reflexiones al azar”

¿Y a mí qué me importa la vida?  …Si la muerte me espera…
¿Qué me importa el qué dirán?    …Si a nadie le presto atención…
¿Qué me importas tú…?    …Si de ti no estoy enamorado…
La vida me ha dado muy poco de bueno y mucho de lo malo. –El viento susurra muy fuerte y yo estoy solo, nadie está cerca de mí… ¿Y entonces de quién será estos sonidos que se estrellan en mis oídos?
Y de lo más profundo de mi espalda… ¡Se eriza!
Me vuelvo a la izquierda…Brisa nocturnal.
Y a la derecha…Brisa nocturnal.
…Me da miedo mirar hacia atrás…Tengo toda mi espalda totalmente crispada. Mi brazo derecho comienza a temblarme, sin razón aparente…Le siguen mis piernas.
Un calambre me inmoviliza y lo ubico en la boca de mi estomago.
Mis sienes parecieran que me van a explotar…
¡Estoy en pánico!
Mis dientes comienzan a tiritar.
No me atrevo a mirar…Pero mis parpados se niegan a cerrarse. Descubro que estoy en alerta máxima.
Mi corazón arranca a palpitar ya descontrolado…
Quiero hablar…Pero solo tartamudeo…
Y es cuando caigo en cuenta…
¡Son las doce de la noche de un viernes…!
Y es cuando oigo unas campanitas… ¡Chillan!
¡Son estridentes!
Y veo unos pies andantes…Miro hacía más arriba…
¡Y nada veo! Tan solo eran pies que pisaban…Pero no dejaban huellas…
¡Estoy más que aterrorizado!
Descubro que no son dos… ¡Son una multitud!
Y es cuando escucho una voz ronca y muy potente:
“¡Huye! Esa es una procesión de las ánimas…Y si te quedas… ¡Te llevan con ellas! ¡Corre!”
Lo admito…Corrí a toda la velocidad que pude.
Y al entrar a mi casa…
¡…Me salvé…!

¡Recé y le di Gracias al Altísimo!









"Monterías"
¡…Bueno sigo con mi relato…!
Estábamos como pollitos. Menos mal, que llevábamos nuestros abrigos.
¡Pero eso fue bárbaro!
Mientras duró la recia lluvia. Hubo algo parecido a un silencio nocturnal.
Se escuchaba a toda sonoridad el bramido de las aguas impetuosas.
Creí escuchar allá por lo lejos para mí, en ese momento.
La intensidad de un tremendo rio impetuoso, con oleajes bravíos, violentos.Y esto lógicamente, me llenó de mucha pesadumbre y estupor.
Para empeorar nuestra situación, nos cayó una densa y escalofriante neblina. ¡Qué rayos! Si ya ni podíamos ver. (¡Ni idea tienen ustedes de lo mal que la pasamos!  …Y por las miradas de zoquetes…)
Para colmo de males. ¿Una gruesa neblina?  (¿Saben lo que es una: Neblina?)
¡Eso es para locos! ¡La locura compañeros!
Yo en lo personal, sentía que el abrigo que llevé era muy miserable.
¡Me traspasaba el frio a millón!
Yo no sé, si mis compañeros estaban iguales o peor que yo.
Es más creo que  estábamos igualitos.  
¡Padeciendo las de Caín!   ¿…Y yo? ¡No me la tiro de Caín!
¡Miren eso es espantoso!   ¿Ah no me creen?  …Hay que vivirlo…
¡Esto es para burros!     ¡…Tampoco lo soy! ¿Ok?
Hubo momentos en que no sentía a Nemesio, Abraham apareció a los minutos. Llamamos a Nemesio. La fuerte caída de las aguas, alejaban nuestras voces.
No nos habíamos dado cuenta que Nemesio no estaba.
¡Se había quedado rezagado!
Al final, se reportó.
Escuchamos su voz y le gritamos para que se guiara hacia dónde estábamos esperándole. Debía ser un árbol muy frondoso, ya que nos abrigó muy bien. Esperamos un buen rato, y cuando ya amainó ese temporal.
Nos quedamos a la expectativa. Dago, nos informó haber escuchado algo y por las señas, nos informó que en la quebrada de arriba, lo había precisado.
Se pueden imaginar: ¿…Qué el señor ha escuchado algo?
Si desde que entramos en esa boca oscura y horrenda: Zumbidos (Horrendos... ¡casi fantasmagórico!), crujidos y chasquidos de todo tipo (Se me antojaba que andábamos en otra dimensión… ¡Todo extraño y macabro!), de todos los colores y de todos los tamaños habidos y por haber 
¿No les parece algo de pura locura?
(¡Yo lo certifico! ¡Ni idea tienen de las que nos tuvimos que pasar!)
¿Qué ése mismo sátrapa, nos informe que algo ha oído?
Abraham, me preguntó: ¿Cuál quebrada de arriba?
Nemesio, tampoco la conocía y me preguntó: ¿Está muy lejos?
¡Imagínense! Noche oscura. Frio intenso.
No nos podíamos ver ni a centímetros. Tremendo aguacero nos cayó.
Yo estaba titiritando del frio. Ya llevábamos unas cuantas horas, y ese miserable nos informa que lo oyó.
¡Yo me precio de buen oído! (¡Y a ustedes les consta! Yo soy un radar para escuchar hasta las pisadas de una araña que pase a cincuenta metros de mí.)
¿Y dónde está?
En la quebrada de arriba. - Me contestó el indiecito.
¿Y a cuánto de aquí? -  ¡Y no me respondió! 






Y me pregunto: ¿Será que adivina mis pensamientos?
¡Imposible: estoy blindado!
…Mejor es que piense en otra cosa…Nunca se sabe…
Mi atención se dirigió hacia el lugar en que se desarrollaron los acontecimientos tan sangrientos.
Descubrí que poco había cambiado…
¡Ah bueno, a excepción de que llegaron docenas y hasta centenas de funcionarios!
Todos se muestran inflexibles.
¡Qué machos son…cuando se saben apoyados!
Y estaba en este menester cuando nuevamente reclamó mi atención hacia él.
Lo miré como asombrado, estaba tan ensimismado viendo el coraje y la resolución con que se desplazaban en esa escena sangrienta y cruda.
- ¿Ves a “ese” el de la chaqueta negra?
- ¿Cuál? – Traté de identificarlo a simple vista, pero es que la mayoría de esos “bichitos” visten casi igual.
Varios portaban esa bendita chaqueta negra. Y su mirada torva.
- …Ese que ahora se está dando la vuelta…el que está reclinado detallando a uno de los cadáveres… ¿Lo ves?  …Se está quitando la gorra…
- ¡Ah, si ya lo vi! – Al descubrir quién era, me decepcioné.
No sabía qué era lo que tenía de especial, así que para disimularlo le pregunté como quien quiere y no quiere…  
- ¿Y qué hay con él?
- ¿Quieres que mire hacia ti? – Yo lo miré asombrado… No entendí esa pregunta…
- ¿Y para qué? – Estaba anonadado…no entendía el ¿para qué?
- …Me divierte… - Respondió medio en broma.
- ¿Y puedes hacerlo…Cómo?
- Obsérvalo con detenimiento… - Yo estaba abobado y le hice caso.  Lo busqué con la mirada…
Puse toda mi atención en el sujeto.
Y de repente, se volvió con furia.
Al parecer alguien me delató, puesto que comenzó a buscarme con la mirada y en cuanto me ubicó ordenó con frenesí a sus hombres que me detuvieran.
Y no sé, ni cómo ni cuando, pero me vi rodeado de toda clase de gendarmes.
Con todo tipo de armas, cortas, largas y hasta con ametralladora me amenazaban con toda su intensidad.
…Por lo visto y por sus gestos: ¡Me culpan a mí de todo!
Intenté levantarme y explicarles…
¡Pero no me dejaron!
¡Me asusté!
¡No hallaba la forma de salir de semejante embrollo!
¡Jamás en mi vida había sufrido semejante vejación!
He de confesarlo.
¡Estaba inmovilizado!
El verme rodeado por mas de una docena de tipos, de los mas violentos y desalmados y por lo visto, estaban dispuestos a sacarme hasta las tripas.
Me levantaron con rabia.
¡Parecía un trapo entre ellos!
Me bajaron a toda prisa.
Sin ningún tipo de consideración.
¡Me golpeaban por todas partes!
Y cada golpe me desgarraba mis carnes y mis nervios estaban al máximo, sufrí mucho más por la vejación que por el dolor inflingido.
Me cacharon, hasta mi portafolio me lo quitaron.
Me sometieron en un abrir y cerrar de ojos.
Y cuando pude tener consciencia de mi propio ser…
¡Me tenían tirado  en el suelo…boca abajo!
Entre el barro, el sucio.
Me sentí muy triste e impotente.
¡…Y hasta llegué a pensar…
¿Qué les importa a estos quién soy yo?
¡Yo soy un hombre trabajador!
¡Soy un Padre de familia, que tiene la desgracia de tener que salir todos los días para poder sustentar a mí familia!
¡No soy un forajido!
¡No he robado!
¡No he matado a nadie!
¿Por qué no atacan a los delincuentes, ah?
¿Acaso me ven armado?
¿Por qué abusan de su poder…de su placa?
¡Desgraciados! ¿No ven que soy un trabajador, decente?

¿Qué podía hacer? 


El
Pasajero
Desconocido
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¿No te ha pasado qué cuando tú ves a alguna persona…?  …Y te ¿Parece conocida?
¡Y también pasa el efecto contrario!
Hay seres que tú con solo mirarlos…descubres quiénes son…
Como también los hay en que a ti mismo se te espeluca todo tu cuerpo…tienen un aura…ennegrecida…son la muerte andante.
¡Horribles criaturas!
Y es que en este mundo…hay de todo.
¡Ay si supieras todas las cosas en que me he visto obligado a vivir…y a co-existir…
¡Existencia y vivencias, todo en mí!
El ver cómo se comporta.
Su caminar.
Su vestir.
Detallo mucho sus facciones.
Su forma de mirar. 
Detallar su medio ambiente.
Su hábitat. Sus costumbres.
¿Te has dado cuenta que aunque hablamos el mismo idioma…No nos expresamos igual?
Y una misma acepción no tiene la misma connotación ni siquiera en tu mismo país…
¿Te has percatado en esto?
Hasta podemos ser paisanos…Hablamos el mismo idioma…
Con costumbres “parecidas” y aún así…
¡No nos entendemos!
¡Torre de Babel!
Y es qué hay tantas y tantas cosas que aunque están a simple vista… ¡no las vemos!
…Y aún viéndolas… ¡nunca versionamos igual!
…Te apuesto a que ese mismo incidente en que nos hemos visto envueltos, sin querer, le preguntamos a diez personas de acá mismo de esta misma unidad…
¿Qué es lo que ha pasado?
¡…Son más de diez versiones distintas!
¡Qué bárbaro! ¿Y por qué somos así?
¡Es muy interesante esta pregunta!
¿…No?
¡Y te apuesto que ninguna coincide con las de ellos!
Y los que están allá afuera…cada uno te va a dar una distinta.
¡Este mundo es así!
¡No hay vuelta atrás!
¡Así somos!
…Por esa razón es que me he dedicado al estudio del ser al que se ha dado por llamar: “humano”
…Y qué connotación le podemos dar a esto de… ¿Humano?
Yo guardé silencio, porque entre otras cosas:
¿Y a mí que me importa mi vecino?
¡Jamás me ha interesado…para nada!
…Y los que me han tocado…Algunos ni están pendiente de mí, como también los ha habido que son unos “interesados”
Pero por regla general; ¡Ni los molesto…
Para que no me estén dando lata!
¡No me gusta esa confianzadera!  
Toda mi vida, he estado en la función de mejorarme, de ganar mucho mas, de conseguir cuanto ascenso se me pueda permitir.
Y siempre tratando al máximo de no tener que llevarme a nadie por delante.
Y digo esto, porque en muchas ocasiones a mí mismo me han colocado esas “trampitas caza bobos”
He visto como por esa ansía de “surgir” se han “echado al pipote” ¡a muchos! Y de esto doy fe, de que es así.
Y todo con la finalidad, de poder triunfar en esta vida.
Hombres y mujeres que pierden hasta su “dignidad” pensando que todo es válido en la persecución de su bienestar.
Mis estudios se han enfocado en mejorar el estilo de mi vida y la de los míos.
En ganar mas y mas.
…Y no es que me esté arrepintiendo de todo cuánto he tenido que hacer…
¡A nada temo! 
…Y siempre he escogido el mejor camino…
¡Para mí…por supuesto!
Siempre en la búsqueda de mejorarme día a día.
¡Todo lo que me he ganado…me lo he ganado en buena lid!
Mis hijos pueden estar felices sabiendo que a nada le deben nada.
¡Me ha costado!  …Nada me lo han regalado.
Y pensándomelo mejor ahora…eso de: “Humano”
No me he detenido a pensarme nada de nada.
Lo mío es producir y producir.
Poco me ha importado mas nadie, tan solo los míos.
Sufro de muchas angustias al ver que a esta edad, no pueda resolver la vida de mis hijos.
Y después de tanto y tanto trabajo…
¿Cuál ha de ser mi premio?
…Llegar a viejo…chocho…con problemas de salud.
¿Y qué significará eso de la “edad dorada”?
Tampoco me lo he pensado.
¡…Me está haciendo pensar…!
No quiero llegar a esa edad, y hacer lo que está haciendo este señor. No me gustaría. No está en mis planes.
…Pero a pesar de todo…no le veo inquietud por su “pobreza”.
¿Pero en qué consiste “la pobreza”?
No me avergüenza el admitírmelo a mí mismo; lo que me inquieta es que un ser  que al verlo, en mi primera impresión me causó hasta asco y repulsión…me esté dando una cátedra de algo que es tan visible…
¡Qué nunca lo he visto!
Definitivamente que este mundo está loco.
O Crazzi como me dijo este…Ser.
El de aspecto cansado me mira de reojo y le noto una sonrisa de satisfacción.
Y me pregunto: ¿Será que adivina mis pensamientos?
¡Imposible: estoy blindado!
…Mejor es que piense en otra cosa…Nunca se sabe…
Mi atención se dirigió hacia el lugar en que se desarrollaron los acontecimientos tan sangrientos.
Descubrí que poco había cambiado…
¡Ah bueno, a excepción de que llegaron docenas y hasta centenas de funcionarios!
Todos se muestran inflexibles.
¡Qué machos son…cuando se saben apoyados!
Y estaba en este menester cuando nuevamente reclamó mi atención hacia él.
Lo miré como asombrado, estaba tan ensimismado viendo el coraje y la resolución con que se desplazaban en esa escena sangrienta y cruda.
- ¿Ves a “ese” el de la chaqueta negra?
- ¿Cuál? – Traté de identificarlo a simple vista, pero es que la mayoría de esos “bichitos” visten casi igual.
Varios portaban esa bendita chaqueta negra. Y su mirada torva.
- …Ese que ahora se está dando la vuelta…el que está reclinado detallando a uno de los cadáveres… ¿Lo ves?  …Se está quitando la gorra…
- ¡Ah, si ya lo vi! – Al descubrir quién era, me decepcioné.
No sabía qué era lo que tenía de especial, así que para disimularlo le pregunté como quien quiere y no quiere…  

- ¿Y qué hay con él?


"Monterias"

En fin. Subimos, muy lentamente. “Mirando hacia todos lados.”
- Mirando qué… ¿No dijiste que todo estaña oscuro? – Lo quise ridiculizar en su relato.
- ¡Claro que no veíamos nada! Pero aparte de ir a oscuras.
¿Vas a tener tus ojos cerrados?
¿Estás loco?
¿Por qué interrumpes con tus estúpidos comentarios?
¡Además entiendo que en tu insignificante y oscura ignorancia ni sepas de lo peligroso que es todo eso! ¿O lo sabes?
- ¡No lo sé! Tú eres el experto en esta materia. -  Sostuve enojado.
- Aún cuando la noche sea cerrada. Tú no debes cerrar tus ojos.
¿No lo entiendes?
El caso, es que andábamos moscas. ¡Pendientes de cualquier ruido!
- ¿Y entonces? -  Consultó Solís.
- Entonces… – Nos dijo mirándonos profundamente. Se tomó su tiempo y en forma muy rimbombante, continuó…
- “Dago como nuestro guía iba adelante le seguía yo, detrás de mi Abraham y por último Nemesio…”
-¿Pero…Por qué Dago adelante? -  Preguntó Solís.
-Dijo ser el que es expertos en estos lares. – Respondió. - ¡Es lógico!
-¡Pero si tú dices que conoces bien esa montaña!
¿Cómo permitiste que fuera Dago?
-Nos informó, que era un avezado allí. Qué vivía arriba, en un conuco.
Y que conocía muy bien todos los recovecos de esa selva.
Por esa razón: ¡Fue el elegido!
¿Qué es muy complicado entenderlo?
¡Hay que cederle el paso al ducho!
¿Es difícil aceptar esto? – Se notaba que estaba molesto.
-¿Y entonces? -  Intercedió Saulo, impacientemente.
- “Dago, arrancó en su viaje.” No estaba pendiente de nadie más de que él mismo. El arrancó y le dio y le dio.
…Yo le decía en voz baja, que no fuera tan rápido…
- ¡Cálmate Dago! Hay que esperar al resto. Ni Nemesio que iba de último ni el mismo Abraham, conocían esa montaña.
Yo era el que más la conocía y por supuesto, él mismo.
Seguimos. En oscuridad total, cómo ya les dije.
Los ruidos de la montaña se intensificaron, como también el frio.
Nos cayó una tremenda lluvia. ¡Gotas del tamaño de mi puño! (…Y eso que mi mano es grandísima… ¿La están viendo? ¿Verdad que es muy grande?)
De ésa que te cala en los huesos y no te permite mover con libertad.
Nuestros caballos se empantanaron. Estuvieron a punto de encabritarse. (Me da escalofríos el recordarlo…)
Yo les decía que debíamos ir, unidos.
Calladitos.
El caso es que nos tuvimos que detener, la lluvia era muy intensa.
La tierra se estaba encharcando. Todo era agua y el frio. 
¡Imagínense!  …No, ninguno de ustedes tiene la más mínima idea de lo que les estoy contando… ¿Verdad…?
¡…Bueno sigo con mi relato…!
Estábamos como pollitos. Menos mal, que llevábamos nuestros abrigos.
¡Pero eso fue bárbaro!
Mientras duró la recia lluvia. Hubo algo parecido a un silencio nocturnal.
Se escuchaba a toda sonoridad el bramido de las aguas impetuosas.
Creí escuchar allá por lo lejos para mí, en ese momento.
La intensidad de un tremendo rio impetuoso, con oleajes bravíos, violentos.
Y esto lógicamente, me llenó de mucha pesadumbre y estupor.

Para empeorar nuestra situación, nos cayó una densa y escalofriante neblina. ¡Qué rayos! Si ya ni podíamos ver. (¡Ni idea tienen ustedes de lo mal que la pasamos!  …Y por las miradas de zoquetes…)