“Después
de mí… ¡Nadie mas!”
Martes 17…Jun…
Bajando su pistola, se echó a un lado,
permitiendo que ellos se llevaran a Gersy.
Horror, se dibujaba en el rostro de sus
acompañantes.
Nuevamente tendrían que seguir corriendo
para llegar a tiempo con la humanidad de su amiga quien convulsionaba tremendamente.
- ¡Rápido, rápido! – Todos sus
atacantes le cedieron el paso, obligados
por ésta circunstancia, la cual ninguno de ellos esperaban.
- ¿…Al carro de quién…? – Preguntó Carmen.
- ¡Al mío, que está más cerca! – Les
gritaba Marisela.
Así
que con toda velocidad, corrieron y la metieron.
- ¡Yo me voy contigo Migue! – Le gritó
Susan, apurándolo a que abriera las puertas de su carro y salieran rápidamente
detrás de Marisela.
Y es que en cuestión de escasísimos
segundos…Partieron a toda velocidad.
Ya nos les importaba, ni la lluvia, ni
que las calles estuvieran aún mojadas.
- ¡Se ve peor que la última vez! –
Agregaba angustiada Carmen.
- ¡Me angustia mucho verla así! – Con
lágrimas en sus ojos Adriana, se
persignaba una y otra vez.
- ¡Hazle señas a Migue…!
- ¿Y qué le decimos, Carmen?
- Dile que se apure… ¡Qué no podemos ir a
su velocidad! – Le contestó Marisela, quien manejaba toda desaforada, temiendo
llegar tarde.
- …Ya les estoy haciendo señas…
Y Susan, me contesta…Qué le demos, que
ellos nos van a seguir.
Por su lado, en el carro de Miguel, Susan
estaba hecha un manojo de nervios.
- ¡Ay Diosito Lindo! Cuida la salud de
Gersy…Recuerda que tiene dos hijos, más el que le viene en camino. ¡Santo
Cielito! ¡Virgen Santísima…Cuídala!
A pesar de toda la velocidad a que iban,
no podían adelantar mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario