Punto Fijo
la

¡Hola  a todos(as)!
Este es otro de mis relatos, y pronto lo publicaré.
Me estoy esmerando en presentarte siempre lo mejor.
¡Saludos!
“Esto es mío…Y aquello también”


- ¿Y por qué usted no acepta “mi” ofrecimiento…? – Aurelio la observóco mejor.
Era una mujer ya “pasadita” de los años mozos.
Pero se resistía a aceptarlo. Atractiva aún…
En un “descuido” al parecer intencionado de ella misma; él la pudo detallar mejor:
Morena, mas bien algo clara. La tez de su rostro, aún se le notaba lisa, salvo unas tenues “patas de gallina” que se le afloraban.
Ella pretendía ocultarlas…Pero.
Un ruido oportuno, hizo que ella desviara su atención y se colocó de espaldas. Coquetamente hizo unos pequeños saltitos, mas para impresionarlo que para otra cosa.
- …Tiene buenas…Posaderas. Parecen que todavía están duritas. Es chiquita de tamaño. Aunque portaba unos tacones, demasiados altísimos y extravagantes…
Su cabello es largo. Tiene una buena melena. La tiene pintada de un rojo…Muy chillón, para mi gusto.
Está demasiado pintarrajeada…Es muy resaltante.
Sus cejas deben ser postizas. Las menea demasiado.
- ¿Entonces…Vamos…? – De repente se volvió hacia él y de una forma muy casual, se le acercó demasiado y ya casi tocándolo lo atrajo hacia sí misma.
- …Uhm…Uhm… - El joven se ruborizó y no supo como enfrentarla.
Por una parte le atraía. Era una mujer elegante.
No muy bonita, pero poseía todavía una excelente figura.
- ¿…Nos vamos? ¡Me siento muy “acalorada”!
- ¿Acalorada…Con esta brisa…?  …No entiendo… -  Apartó su mirada y contempló su entorno.
La brisa era fuerte y constante. Pareciendo que estuviesen en época navideña, porque su clima era de apenas unos diez y nueve o a lo sumo unos veinte grados centígrados.

Los árboles se mecían hacia la dirección de los vientos. 

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