"Cachirulo"

- ¡Jefe…Estamos en plena faena! – Le gritó muy entusiasta El Temblao.
- ¡Esto está riquísimo! – Le informó El Atorao.
- ¡Gracias hermano jefe! -  Detalló que su hermano menor, estaba más que satisfecho.
- ¿Vieron que yo si premio a los míos?
- ¡Gracias jefe! – Le contestaron, pero sin verlo. Cada quien estaba en lo suyo.
- ¡Porque yo sí premio y los lleno de todo lo bueno que consigo en el camino!
¡Sigan disfrutando de todas mis riquezas! ¡No se queden con  las ganas!
No pierdan más tiempo. Y al finalizar dos de ustedes, vayan a buscar al Avión y al Gordo.
Ellos también se merecen que coman de este gran bacanal que les he preparado, solamente para cada uno de ustedes.
Los contempló tal como un padre, seguramente lo hace, cuando entra y se cerciora de que sus vástagos están muy tranquilos, jugando y pasándosela muy bien.
(¡Qué bien! Me siento muy feliz. Muy bien realizado.
¿Qué más podré pedir?
…Mi tropa, se está saciando. Para cuando lo hagan…
Ya yo habré vaciado esta mansión. Tengo que irme adelantando.
Así, me voy adueñando de lo mejor.
Me hace falta.
Requiero mucho dinero, para poder seguir manteniendo mi status.
Cada día, la inflación nos está matando.
¡Ah, debería de aprovechar! 
…Me está haciendo falta ropita. Y se ve, que esta gente, tiene bastante plata.
¡Y viven como reyes! ¡Malditos, nos quitan el dinero a nosotros los pobres y desamparados!
Por eso, es que no debo tener compasión con estos depredadores.
¡Claro, como tienen bastante plata!
Pero eso siempre ha sido así los ricos, apretando a nosotros los desvalidos.
¡Claro, como nacieron en cuna de oro!
…Pero eso, conmigo…No funcionan. ¡Conmigo se joden!
Por eso, es que yo si los dejo en la lona. ¿Conmigo, no se juega?
¿En dónde tendrán las riquezas…En dónde?  ---Lunes 13 enero del 2.014. ----------
¿Será en este cuarto…? Al parecer…No tienen caja fuerte.
¿Pero, alguien me dijo que si? ¿En dónde…En dónde?
…No debo perder mi perspectiva.
Siendo un jefe  y con la calidad y cantidad que en estos momentos poseo…
Hasta puedo darme el lujo, de tomarme estos minutos de soslayo…De relax.
¿El Tuerto, lo habrá disfrutado…Cómo yo?
¡Lo dudo!
Para esto, se necesita muchísima materia gris… 
¡Dudo muchísimo!
Aunque él se la tiraba de ser un buen semental.
¿Será que me ganaría en esto…?
¡No, que va!
Yo acabo de poseer…
¡A tres señoritas! ¡A tres!
¡Qué ricura! ¡Ojala fuera así…Todos los días!
Una, después la otra y hasta que las desfloré…
¿Cuál de las tres, estaba mejor? Yo creo, que la segunda, mejoraba a la primera…
Pero ¿Y la tercera…? ¡Las disfruté a todo dar!
¡A todas! ¡Hasta en esto, te estoy superando mi viejo amigo! ------Corregido----mier 08
Y la vieja, tampoco se puede quedar atrás.
La sirvientica…
¡Me dio…Asco!
Esa no está a mi noble nivel. Esa se las dejé a mis chicos…
Ellos se contentan con cualquier cosa. ¡Ellos sí que no aspiran a lo mejor, como yo!)
En verdad, que se sentía plenamente realizado. No cabía de su gozo.
Continuó registrando. Y todo lo que fuera de valor…Para su bolsa.
Entró a otro cuarto. Allí dormían dos jovencitos.
Revisó cuidadosamente, sus manos…Tenían anillos muy bonitos… ¡Zúas! Para su bolsa.
Relojes…Dinero en efectivo…Arrasó con todo lo de valor.
Cuando ya se iba, se devolvió y chequeó sus zapatos…Sus pantalones…Camisas…
Su bolsa, se estaba engrosando enormemente.
Por supuesto, que seguían dormidos. Les abrió la boca a cada uno, en busca de…Dientes o piezas de oro incrustadas…Nunca se sabe…Esta gente, las que tienen reales…Son muy estrafalarios…
La dosis fue suficiente para cada uno. A pesar de todo el ruido y de estarlos moviendo…Ni se movían.
Insistía en encontrar más minas…
Se fue al closet. Arrancaba con furia, todo.
Hurgó por todas partes. A la final, descubrió unos pantalones nuevecitos, y sin estrenar.
Se los midió…
- ¡Perfecto! Lo único que me le hace falta, es cogerle el ruedo.
¿Cuántos son? Uno, dos…Tres.
Por acá…Sí, hay otros dos más.
Bueno, tengo que buscar una bolsa y meterlos allí.
¡Me los llevo!
¿Tendrán camisas? ¡Averigüémoslo!
Aquí hay una bolsa…Está repleta de: Pantalones, camisas…Medias…
¡Aleluya!
¡Aquí se armó un limpio! ¡Ya hice mi comprita de ropa!
Y ropa de calidad. De marca. ¡Qué bien!
Y así fue recorriendo. Cuarto por cuarto.
Y era lo mismo. Entraba, y el cuarto ordenado.
¿Y cuando salía? Todo desordenado. Tirado y roto por doquier.

- ¡Jefe…Ya estamos listos!

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