“Después de mí…. ¡Nadie mas!”
Martes; 22 de abril del 2.014.-

¡Jamás lo haría!
- ¿Vacilón? ¿Y a ti no te preocupa lo que pueda pensar y sufrir tu pobre esposa?
- Ojos que no ven…Además: “Polvo eres y polvo serás”
¿Es así verdad?
- ¡Cínico!
- Aprendan a vivir. Aprendan a recibir lo que la vida les dé.
- ¡Toda mi vida me han enseñado a respetar!
- Yo también me respeto.
- ¿Respeto…Acaso conoces el significado de esa palabra?
- ¡Por supuesto! Y mi respeto es…”Ejemplarizante”
- ¿Y qué es el respeto, para ti?
- Yo te he dicho…”Yo también me respeto” ¿Acaso, no me escuchaste?
- ¿Y?
- No hay peor sordo que el que no quiere oír.
-Ni peor ciego que no quiera ver.
- Escúchame mi estudiante avanzada…Escúchame…
Que quien te habla…No te engaña…
- …Entonces…Gran Maestro Ascendido…Despliega tus vastos conocimientos en tus humildes estudiantes…
- Muy sabio de tu parte diminuta parvularia. Muy sabio de tu parte…
Susan trago y muy fuerte. Miguel, la auxilió tomándola de las manos.
- Yo pienso…Que en vez de estar con lecciones de moral…
- No te turbes Miguelín. Ni creas que tu femenina compañía, está haciendo mella en mí. Al contrario y tú deberías despabilarte de una buena vez. ¡Hazlo por tu bien!
Ni pendiente. Acepto tu reto y te insto a que me escuches, pero con verdadera vocación y ojalá que tu vida se alumbre con la parte de mis conocimientos que intento inyectarte…
- ¡Oh Gran Maestro Ascendido…! – Y acompañando a sus palabras, los gestos de sus brazos y la inclinación de su cabeza en dirección de su parlante.
Éste, los recibió con agradable disposición y con elocuentes gestos. Mostrándole con sus hechos de que no estaba ni molesto como tampoco indignado.
Los que lograron presenciar estos hechos, ni remotamente podrían sospechar que la vida de una mujer  pendía de un hilo, mientras éstos debatían fieramente.
- …Ya está bueno, ya está bueno… - Intervino Miguel.
- …Debemos ir a averiguar cómo sigue Gersy… ¡Por favor! Tú Susan y tú Román, se están portando como si fueran un par de carajitos…
- …Tranquilo  Miguelín…Tranquilo.
Susan aprovechó esta intervención para levantarse ruidosamente y encaminarse, haciendo caso omiso a su interlocutor.
- ¡…No huyas cobarde…No huyas!
- ¡No, no huyo! Pero Miguel tiene razón. Mejor nos dedicamos a estar pendiente de Gersy.
¡Por favor…No vale la pena!
- …Ya estás aprendiendo. Y lo celebro.
La vida, hay que saberla vivir. Y no desperdiciar estos momentos tan agradable, en que se re-encuentran tres amigos. Después de una borrascosa situación a la que me he visto obligado a asistir.
Y digo  obligado, porque si me lo hubiesen preguntado con tiempo…
¡Jamás, ni loco que estuviera, allí!
Pero la vida es la vida. ¿O la tomar o la dejas?
Yo he decidido a llevar mi vida…Tal como me la presenten.
Y si es cierto que nos manejan como marionetas…
Entonces me propongo disfrutar cada instante que me toque.
Y que conste…Ustedes me han dejado solo…
Hablando con esta concurrencia, que tan amablemente me están escuchando. ¿Verdad, que es así?
En efecto  Susan y Miguel, lo habían dejado hablando solo.

Y cuando se percató de ello, unos cuantos que estaban allí sentados…Tan sólo lo miraban, perplejos y sin comprender nada de nada. 




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