“Después de mí… ¡Nadie mas!”


- ¡Aguanta…Aguanta, ya estamos llegando! – Clamaba Miguel en medio de su desesperación.
- Nosotras estamos seguras de que en cuanto lleguemos, te van a atender como te lo mereces: Una reina. ¡Aguanta amiga!
- ¡Recuerda a tus hijos! ¡Recuerda a tu bebecito!
¡Tienes que vivir! ¡Tienes que vivir! ¡Tú eres guerrera! ¡Aguanta! ¡Tienes que vivir para tus hijos! ¡Nunca te abandonaremos!
Sé fuerte. Sé fuerte.
Lograron llegar  y entraron gozosos. Ya tendría toda la asistencia médica a su alcance.
Entraron por la  emergencia.
Médicos y enfermeras, corrieron a recibirla.
Un gran aliento, se alegraron.
- ¡Ya está en manos profesionales!
- ¡Ahora si se va a salvar! ¡Aleluya!
- Ahora esperemos a que la atiendan los profesionales – Opinó  Susan
- ¿Y qué  crees que le  pueda pasar? – La acortó Carmen.
- Recuerda que ésta clínica, funciona tal como funcionan las empresas privadas…
- Ellos están  obligadas a atender a todo el que toque a su puerta – Avanzó Carmen.
- Ese Juramento Hipocrático…Es letra muerta.  – Sentenció Susan.
- ¡Están obligadas por la ley…Y por la conciencia colectiva…
No creo que dejen morir a ¡nadie en su recinto! ¡No lo creo!
- …Eres muy optimista Carmen. Esperemos entonces.
Pero después de la alegría desbordante…Comenzó el cruel interrogatorio.
- ¿Vienen por Seguro?  ¿O de contado? – Les preguntaron el mismo personal.
- ¿Sí, ella tiene Seguro? – Le indicó Carmen, en medio de su nerviosismo.
-  ¿Ah, qué bien?  ¿Cuál?
- No se…Busca en su cartera Carmen, - Le indicaba Susan.
- …Voy…Voy.
- ¿Pueden atenderla ya?
- …Primero la póliza…La póliza…O al menos, que pasen por la caja y paguen en efectivo…
- ¿Efectivo? Esperemos que llegue Miguel.  (Pero dudo que tenga como para pagar)
- ¿Cuánto tendremos que pagar para que la puedan atender?
- Vayan a la caja en Administración y pregunten… Nosotros somos empleados y por lo tanto, solamente obedecemos órdenes.
- ¿Y mientras tanto?
- ¿Y mientras tanto? …La tenemos en observación…Pero apúrense…Que no se ve nada bien. ¡Apúrense! Yo no sé…Pero es mejor, que paguen de contado aunque solo sean  los primeros auxilios…Mientras buscan  la clave del Seguro. Y  eso, dependiendo del Seguro y la cobertura que tenga la señora…
- ¿Pero no la puede ver algún médico?
- ¡Claro, claro! Después que pasen por la administración. Y nos traigan la factura ya pagada…De lo contrario…
- ¿De lo contrario…Qué? – Preguntaba Susan sumamente nerviosa.
- De lo contrario…Aquí se quedará… ¡Nada podremos hacerle! No se preocupen: Nosotros la estamos “Observando”, nada más podemos hacer.

- ¿Nada?







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