Mujeres marditas


La visión de un motorizado en medio del intenso calor.


….Vienes desde el  jueves 25…Hoy es Martes…


(Y a decir verdad, chequee por todos lados. Porque uno en verdad no sabe, -¿Y quién me puede contradecir…?
¡Y si de repente se arma un tiroteo! de esos que uno ve por la tele…Ah?
¿O por venganza…? ¡Qué sé yo!
¿Y quién me podría negar o afirmar lo contrario? ¿Quién?  …Y yo… ¿Y ahora qué hago? Puesto que me quedé en la mitad de todo… ¡Caprichos de esta vida!
Y cerca de estos dos desconocidos…
Y ¡armados hasta los dientes!
¿Y yo?
Y dígame sí… Veo “rara” esta situación…
¿No digo yo? en ocasiones –como esta- es cuando  justifico a la gente grosera que se sacude a cualquiera de buenas a primeras)
De repente sentí que esta persona me puso una mano en mi hombro derecho en señal de saludo.
¡Me sorprendió!  …Mas bien me asustó…
(¡Lo confieso!  Y no me da pena decirlo.
Allí mismo pensé: ¡Ya me desgraciaron! ¡Cuidado con una vaina!)
Esto me obligó a voltearme y verlo con detenimiento.
(¡Si es un chaparrito! 
...En verdad. Una viruta. Un…Un… ¡Un chiquitito…!  Rechoncho…)
Era un hombre doble, bajo.
De grandes entradas y pelo al rape –estilo militar- y con porte de los mismos.
Sin barba ni bigote. Y con una sonrisa “mongólica”   …O era un retrasado o…
–En nada se parecía a las fotos que aparecieron por la prensa en su detención-
Portaba una elegante camisa de manga larga y de color oscuro.
Llegó muy sonriente. –Misterioso, para mí-
Y se saludaron muy efusivos. –Me asombró-
Y de inmediato le pidió su número celular.
- ¿Y en dónde estás metido? – Le preguntó con  mucha confianza, y el recién llegado comenzó a escrutar todo a su alrededor –tal como lo hacen los polizontes- con la mayor naturalidad posible.
- …En la Asamblea Nacional. Soy diputado. –
(¿Y ahora “diputado”…?)
Me quedé en una sola pieza. Le repitió varias veces su número y cuando ya estuvo satisfecho, se despidió con mucha efusividad se alejó. –Quedé en una sola pieza-
Pensé que como la camioneta ya se había retirado, esta persona ocasional, abandonaría el tema…
Pero fue un error de mi parte.
No mas hubo terminado de anotar el dichoso número, me indicó…
- Mira vos no me lo estás preguntando pero…
¡Esa diabla anda con dos machos!
(¿…Y a mí qué me importa…?  No tengo nada que ver con ese entorno. ¿No lo ves?
…En verdad ya me estaba a fastidiando este dichoso “deportista”…)

- ¡Ve qué molleja…De a Dos! –Las mujeres son unas “marditas”- Y no les echo la culpa, porque nosotros los hombres también ¡somos unos marditos!
          ....Continuará....Continuará....Continuará....

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