Mujeres marditas

La visión de un motorizado en medio del intenso calor.

….Viene  desde el  jueves 25…Hoy es domingo…


Y por su expresión, me dio la impresión de que el dichoso “viejo” o era amigo o su pariente.  –No conseguí otra interpretación- (¡Qué re bruto! ¿…No?)
Chasqueaba con su lengua indicándome la profundidad de esa tragedia.
–No supe ni que decir- puesto que no era mi problema, yo tan solo soy un “accidente geográfico” allí, ya que estaba en espera de un amigo para una negociación (y esto) me mantenía con la angustia de irme rápido.
- Mirala… ¡Mirala! ¿No la ves…? – Me jaló por la manga de mi camisa.  ¡Una y otra vez!
(¡Dios Santo!  Qué fastidioso ¡es este hombre!
…Me saqué la lotería con este ser…
¿Y no hay mas nadie por aquí…?
¡Qué suerte la mía…!)
- ¿A quién…A ella? No. No la puedo ver…
Me la tapa el chofer…
- ¡Pero no la podes ver….! ¿Es que estás “cegatón”? – Me apremiaba con insistencia.
Intenté mirarla mejor, pero que va, no pude detallarla mejor; -¿pero en verdad? Yo no tengo “velas en ese entierro” y me distraje viendo los carros pasar-
…Pero el hombre que estaba vestido con una ropa netamente deportiva, y  portaba los emblemas de la república y le pude notar en el pecho una “especie de insignia” de las que utilizan los funcionarios públicos que están en defensa y resguardo.
Y a decir verdad, me inquietó.
No me gustan los hombres que portan armamento y que te abordan así como así, sin aviso y sin protesto.
–Me hizo pensar muchas cosas… (¿…?)
Que no vienen al caso…-
De repente vi que saludó a un famoso comisario de la policía del estado –el cual estuvo preso o por lo menos lo señalaban como incurso en diversos delitos “¡Bicho qué suerte es la que estoy teniendo últimamente!” Pensé ante todo esto…-

…Si  te  interesa,  sigue  leyendo  su  continuación: Lunes….

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