Borrador de un cuento”


“Un  relato de amor…”


Nota: Este  cuento lo  comencé  a  publicarlo  el  viernes  12 y cada día  he  estado  publicando  una  parte  adicional  y  para  llevarle  una  secuencia  ideal, deben  comenzar  desde  esa  fecha…




Hoy es:  Jueves 18  de Sept.


- ¡Ven te voy a preparar café y unos pancitos para que te los lleves y al llegar con eso desayunes! – Juntos entraron a la casa- Y así no tendrás que detenerte en ninguna parte y te comerás lo que te estoy preparando con todo mi amor…Y te acordarás de que fui yo quién te los preparó.
Su nerviosismo era mas que manifiesto. Lo condujo hasta su cocina y le buscó un sitio en dónde se sentara cómodamente.
¡Era preciso impedirle que se vaya!  …Pero no se atrevía a confesárselo…Es posible que a la final…Todo salga bien.
¿Quién podría saberlo? ¡Dios ilumina su camino!
¡Voy a hacerle pasar estos instantes bien y para que no se me quede dormido por el camino!
¡Pobrecito…Si pudiera ir! …Al menos le serviría para que su viaje fuera placentero…
Ella preparó café espeso y le dio a tomar y luego vertió sobre un termo todo lo que le quedaba y lo cerró. Lo metió en una bolsa plástica.
Le preparó unos panecillos y hasta lo llevó al baño. Sacó una toalla de mano, la empapó de agua y le frotó su cara y sus cabellos. Sacó su propio cepillo y lo peinó. Y le inundó su rostro de sus caricias, de su intenso amor…Sus besitos iban empapados en lágrimas…No lo pudo evitar.
En pocos minutos, ya él se dirigió a su carro.
Ella lo abrazaba con mucho ahínco. Rechazaba despegarse de su cuerpo. Anhelaba permutarse entre su camisa, su piel se pegaba a la suya.
No quería abandonarlo, le parecía que ya no le vería mas…Y eso la angustiaba. No quería soltarlo…Pero él logró zafarse de ella.
Encendió su carro. Recibió sus muchas caricias.
Sus muchos abrazos.
…Pronto cerró la puerta de su carro…Ella insistía en besarlo y en seguir permeada a él…
Lo vio partir. No pudo contenerse. Inmensas riadas de lágrimas brotaron y al suelo fueron a caer. Pero ya el carro se había borrado de su camino. Ni las luces ya veía.
Se mantuvo afuera en la espera de que volviese. Por extraño que le parecía…Amasó esa agradable posibilidad…Pero nada. Ya no estaba mas que en sus pensamientos.
No deseaba entrar a su casa. Se encontraba desconsolada. Abandonada.
Alzó su cara al cielo, se acercó al mismo sitio en dónde estuvo relatando sobre los cuentos de su padre…Sus lágrimas le impedían ver bien. Lanzó un grito desesperado al firmamento…
- ¡Regrésamelo sano y salvo!  ¡No le permitas que se quede dormido!
¡Dios escucha mi plegaria y apiádate de nosotros! ¡No me lo desampares!
No podía contenerse. Lloró incansablemente.


….Mañana….Su …final….

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