"Cachirulo" -Martes-







Cachirulo
Un hombre muy rudo




Esta novela la escribí en Nov. De 2. 012 y trata sobre las andanzas de un delincuente juvenil, hoy en día ya fallecido. Murió como vivió.




- Me violaron a mí y a cada una de mis hijas… ¿Supiste esto?
- …Bueno, me lo contó tu vecino.
- ¿Lo harías para mí?
- ¿Y qué es lo que me estás pidiendo…?
- ¡Lavar mi honor!
- ¿…Y cómo sería eso…?
- Con Sangre.
- ¿Con sangre de quién?
- De cada uno de los que me violaron.
¡Los quiero muertos…Despellejados!
- …Eso no está nada bueno.
- ¿Pero sí lo qué me hicieron?
- La venganza trae sangre, dolor y lágrimas.
- Eso mismo es lo que he tenido:
¡Sangre, sudor y muchas lágrimas!
Además que tengo a mi familia destruida por todo ese desastre. ¡Quiero que me vengues!
- …Violencia trae violencia, Esther.
Y tú eres muy linda y bella, para desearle la muerte a esa gente. Deberías pensártelo bien.
- ¿Me quieres?
- Sí.
- ¿Y no estás dispuesto a pagar esto por tenerme?
- Sí, pero…
- ¡Seré solamente tuya y todas las veces qué tú quieras!
- ¿Segura?
- Tráeme todas  las cabezas en bandejas y te recompensaré gratamente…
- ¿Comenzando desde hoy?
- ¿Accederás a mi petición, mi lindo?
- Si y si tú cumples…
Te doy mi palabra de: Caballero.
- ¡Y yo te doy mi palabra de: Mujer! 
¿Y además cuidarás de mí y de mi familia?
- Podría ser. Todo es posible. Y eso depende de ti.
- O sea, si hago todo cuanto me pides… 
¿Harás lo que yo te pida?
- Podría ser. Sí, creo que sí.
- María, no exageró nada de ti…
- ¿Y ella se queja de mis servicios…?
- ¡Al contrario, al contrario!
- ¿Y qué dice de mí?
- Muchas cosas buenas. Así, como Diego su esposo.
- Eso me alegra mucho. ¿Vas a venir, sí o sí?
Esther  se tomó su tiempo. Se lo pensó bien.
Y realmente  ese olor, ya la tenía medio mareada. Notó, que él se apartó un poco, como dándole el espacio, para que se acostara a su lado.
- ¿Vienes o qué? – El joven ya estaba impaciente. Tembló de miedo.
Supo en ese instante, que si quería: Su venganza cumplida y además de la protección para ella y toda su familia, tendría que cumplir con su parte y por adelantado.
- ¿Entonces…?
- …Pero no aquí, mi lindo…
- ¿Y por qué no?
- No me siento bien aquí.
- ¿Acaso te da asco?
- …No, no es eso…Es que…
Súbitamente, se levantó. Y pudo contemplarlo muy bien. Estaba totalmente desnudo.
Se le acercó, muy lentamente.
Como disfrutando, cada paso que daba.
- ¿Quieres qué averigüe y castigue a cada uno de los que te hicieron esa patraña?
- ¡Por supuesto que sí!
- ¡Paga primero!
- ¿Y si no me cumples, mi lindo?
- ¡Ya te di mí palabra de: Caballero!
Y si no me crees, entonces no me hagas más perder mi tiempo ni mi esperanza de poder disfrutar de tus favores….
- …No…Es que no me siento bien…De veras….
La tomó por su mano derecha.
Se inclinó y se la besó.
- …Eres demasiado bella. Casi no puedo resistirme, ante tanta belleza…





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