...Palabras... Domingo...







Palabras…”

¿Qué será lo que me inquieta…?
En mi vaguedad me extasío…Sin detallar efectos.
La luna en lo alto, de repente se me esconde…Juega conmigo.
Y no logro entender.
…Siento su risita queda…Las nubes son sus cómplices…Me consta.
¡Busco con ansiedad…!
A lo lejos diviso…Eternidad…
¡Esa profundidad que te agobia!
A mi lado…Soledad.
¡Rasga mi piel…Veo mis carnes…!
Encima de mí…Vastedad.
¡No lograran achicarme!
Y debajo…Inestabilidad.
¡Como en arena movediza…Se desplaza a mis pies…!
No sé “qué es lo que debo mirar” las estrellas titilando están…
…¡Y ese movimiento! que no sé si es de traslación o de rotación.
Sé que estoy solo…Aunque “parece que no”
La brisa escurre mis pesares…Escuchó un leve sonido…
¿Qué será?
Atención pongo… ¡Pero nada se me da!
¡No logro ubicar!
No logro discernirte, en antaño tu aroma abrazaba mi existencia. Y eso me bastaba.
Mas hoy en orfandad me encuentro, mis penas, mis soledades aúllan en tu ausencia.
¿He de buscarte en la oscuridad?
Escalofríos me producen.
El titilar me aturde. Mi visión se anula.
Mis sentidos se aturden.
Cacofonías por doquier.
Un  subyacente sentimiento de dejadez se apodera de mi propio ser.
Lucho por dominarlo. Presiento perder…
Mi tarea no se ha completado.
¿Y cómo podré terminar? algo que no sé si lo he de empezar…o si terminado está.
¿…Importancia tendrá…?
A pleno sol, siento lo mismo que en el furor nocturno.
Mi soledad se fusiona con mi nostalgia.
…Cómo podré acallar lo que a gritos me amenaza…
…Cuál será mi travesía, se ha distanciado de mí, dónde estará mi final…
Por dónde he de arrancar…
He de ir solo, o solo me vendrá…
Mi incipiente interés se ve agobiado por mí desasosiego.
He de perder nuevamente mi bitácora…
Pero la desconozco, y si al menos la viera…
¿Reconocería lo que no comprendo…?
…Heme ahora en medio de esta rutilante insensatez.
Es lo que tendré que  hacer… Lo ignoro.
No  comprendo…No lo puedo asimilar.
Me descontrolan muchas cosas, y en este instante precisarlo con exactitud no puedo.
Tan solo sé que respirando estoy…
Mi mirar no ve nada claro…
Ensoñaciones me deleiten…Pero me dejan perplejos…
Se atrofian muchas de mis facultades, y no sé precisar cuál de ella es importante o no.
Entiendo mi confusión, ya que no me consigo.
No hay luz, pero tampoco oscuridad.
El frío me atenaza al igual que el calor.
Ambos radican en mí.
…Y no sé en dónde radico…
Sin conocer, entiendo que acá estoy.
Creo que es mejor ceder y dejar que los vientos del norte se confundan con los del sur.
Y que la claridad  atenace a mis añoranzas.
Y que las arenas se diluyan entre el bramar de las aguas.
…Solo entonces…Lograré lo que antes nunca fui…

Bernardo Enrique López Baltodano
Belbaltodano
Maracaibo; 19 de Oct. Del 2. 014.-




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