- ¡Cierto! – Ratificó la Consorte, la cual al recibir como respuesta la feroz mirada de su Patriarca…sigilosamente…se limpió sus manos con su delantal y salió del recinto, en silencio.
- …Estaba hablando con ustedes…de su interés…excusen la inapropiada intervención de mi Ama de Llaves…
- Ciertamente. – Ratificó Jaime.
- ¿Y Usted es el Hombre aquí? – Preguntó  el muy taimado Jefe.
- Yo también soy hombre. – Intervino José
- Y yo también. –Aseguró Miguel
- Pero…solamente habla uno. ¿Y por qué?  … Me  Pregunto yo.
- Porque fue nuestra solidaria decisión. – Ratificó Jaime.
- ¿…Solidaria decisión…? ¡Qué Cómico!  …Me digo yo…
Y mirando con astucia gatuna…continuó…
- ¿Y quién es el del dinero aquí?
- Miguel.
- ¿Y quién es Miguel? ¿Nunca lo oigo hablar? ¿Es mudo acaso…o se le  comieron la lengua…sus ratoncitos…?
Los tres se miraron y se rindieron ante esa evidencia.
-- Yo me Llamo: Miguel Sánchez…como le dije cuando me presenté.
- ¿Y…pregunto yo…por qué Usted no habla?  …Tiene aspecto de Hombrecito... ¿…Me imagino…que ya le salieron…pelitos?
- Como le dijo mi amigo Jaime, aquí presente…eso lo decidimos antes de entrar.
- ¿Tiene miedo acaso? ¿Le parezco a un lobo…acaso?  …Nunca he comido a nadie… Al menos que se sepa…digo yo.
- …Usted dijo que se convierte en el Hombre – Lobo. – Apuntó José.
- ¡Y es cierto!  …Pero solamente cuando me atacan o me siento entre enemigos. ¡Me vuelvo una bestia y ni yo mismo…me acerco! Ya saben…me puedo hasta morderme a mí mismo.
- ¿…Y cómo se siente…ahora…?
- …Creo que estoy ante gente sana y de buenos principios…
- ¿…No se va a convertir en el Hombre – Lobo?
- No…si no me hacen enfurecer… ¡Claro que no!  …Pero si intentan abusar de mí…les va a salir, sin previo aviso… ¡Eso se los garantizo yo! ¿Se van a portar bien…conmigo? ¿…Sí…?     ¡Guerra avisada…no mata soldados!   …Y si los mata… ¡Están muy bien justificados! ¿…Estamos claro…?
Sí. Ok, entonces qué negocie conmigo el interesado. ¡Y los demás…a callar! ¿Seguro…?
Todos asintieron. Hasta la Consorte…que llegó a seguir colaborando con su costillita. La misma, los arengaba con frenesí. Y cuando ya se percató que  todos aceptaron…se volvió hacia su Consorte y le hizo señas…para que pudiera continuar.
- …A ver…amiguito…Miguel… ¿Verdad? Recapitulemos… ¿Usted está interesado en mis Posesiones?
- Si.
- ¿…Y tiene dinerito…?
- Si.
- ¿…Bastante…?
- ¡…Pero aún no ha fijado precio…! –Exclamó Jaime, desde su sitio. A un gesto del Patrón…su esposa se deslizó rápidamente…como un rayo. Y amenazante, se puso enfrente impidiéndole visualizar a su Patrón.
- ¡Sh! ¡Sh! ¡Sh!
 - Lo mandó a callar y le hacía gestos imperiosos.
- ¿En qué quedamos? ¡Yo soy un Gran Respetuoso del Status Quo y en la Libre Determinación de los Pueblos Oprimidos!  ¡…Pero esto…rompe con todos los esquemas! ¡Este es un grito de Guerra! ¿Cuándo en los Anales de la Macro Historia, se ha visto esto? ¡Con razón…se están liquidando Pueblos Enteros!  ¡…Y por menos de esto!
- …Señor Lobo Feroz…señorcito…perdónelo…él no sabe… - José trataba de justificar y minimizar la cólera que se dibujaba en el rostro de ese señor.
- …Bueno…acepto la disculpa de tan Noble amigo…ya me gustaría tener uno así. Por Usted…y sólo porque  es su compañero… ¡Sólo por eso! ¡No respondo por otra interrupción!
La compañera, se puso al lado de Jaime y con sus manos…le tapó la boca.
- ¡Estas castigado! ¡Sin hablar para nada! ¡Chito! ¡Calladito!
- …Bueno…me da la impresión…de que…  ¿Podemos continuar? ¿Sí?  Démosle pues.  …Decía mi caro amiguito…
- ¿Por qué nos llama…amiguito?
- …Jaimito…Jaimito… ¿Qué vamos a hacer contigo?
- ¡Mi Varón…ya lo tengo sometido! De aquí no se me suelta más. – Ya la Matrona, lo tenía sujeto, desde el cuerpo y la boca. Al parecer…ya estaba controlado.
- …Con la venia de Jaimito… ¿Podremos continuar?
- …Si me permite…queremos hablar con Jaime y explicarle…por favor… ¿Lo puede soltar?
La fémina, miró al Todopoderoso y éste le hizo una señal y fue cuando lo soltó.
Los tres, se apartaron. Dialogaron. Miraban con desconfianza, como temiendo que sus comentarios fuesen escuchados.
El matrimonio, esperaba. Los ojos biónicos, intentaban descifrar, lo que sus oídos no atinaban a escuchar.
El conciabulo duró poco tiempo. Y de una forma concertada, los tres se viraron a enfrentar a su interlocutor.
Había calma, entre ellos. Fue Jaime, quién entonó el principio.
- Hemos analizado de una forma calma, su petición y hemos decidido…qué entre los tres hemos de tomar la decisión final… ¡Gústele a quién le guste o no le guste!
- …Y he pensado, que aunque yo sea el comprador…mis amigos son solidarios conmigo.
- …Señor…Don Jenaro…esperamos que usted entienda…que estamos unidos y espero que nos acepte como tal.- Señaló finalmente José.
- ¡Y yo imploro el Principio Proporcional de las Minorías! ¡…Y me declaro en rebeldía Constitucional!
Los tres lo escucharon impávidos.
- ¿…Pero eso significa…qué no va a negociar con nosotros?
- ¿Negociar?
- ¡Claro!
- …Pensé que me estaban declarando la Guerra…
- …Queremos negociar su parcela… No queremos guerrear, ni con usted ni con nadie.
- ¡Querrán decir…Mi Hacienda! ¡Con bellos Árboles Frutales! ¡Con la mejor tierra de este Mundo!
- ¿…Y cuánto cuesta todo esto?
- ¿…Cuesta?
- ¡…Si…! ¿Cuánto?
- ¡…No puedo cuantificarlo en su justo valor…! ¡Esta tierra es Virgen!  ¡Es como una Doncella…No ha conocido hombre alguno!
- …No la quiero para cultivarla…
- ¿Ah…no? ¿Y para qué la quieren? ¿Qué oscuras razones los animan…?
- ¿Oscuras razones? ¿Cómo cuales…por ejemplo…?
- ¿A quién se le ocurre comprar una Hacienda cómo está? 15 Millones de Centímetros Cuadrados ¿Y para qué?  …Una tierra Virgen…  ¡Lo que le tiren…lo pare!
- ¿…Y usted…qué le ha sembrado?
- ¡No estamos hablando de mí! ¡Jamás he violado los Principios Constitucionales y Bioquímicos de la Estructura Molecular Terráquea!
- ¿…Y…qué le ha sembrado?
- ¡No es mi caso!
- ¿Y por qué no es su caso?
- ¡Yo soy su dueño! ¡Y hago lo qué se me antoje aquí!
- ¿…Y qué le ha sembrado?
- ¿…Sembrado…?
- ¡Usted alega que nadie en su sano juicio, puede comprar esta tierra…sin sembrarle nada!
- ¡…Yo no me encargo de esas minucias!  ¡Yo contraté a un Ingeniero Químico!
- ¿Ingeniero Químico? ¿…Y para qué…?
- Y contraté a un Biólogo Marino especialista y con Doctorado en Aeronáutica…
- ¿Sí y qué sembraron…?
- …Ellos hicieron sus exámenes de: Electrolisis y Sometimiento Atmosféricos…
- ¿…No va a responder? ¿Qué sembró aquí?
- ¡…Ellos se llevaron las Cepas! ¡…Prometieron regresar…! ¿Podremos esperar sus comentarios?
- ¿O sea…nunca ha sembrado nada aquí?
- …La verdad…es que por más que miro…sólo veo Monte…por allá una Mata… ¿De qué será?
- ¡…Esa es una Planta que yo mismo traje de la India…!
- ¿Es frutal?
- …Lo ignoro…tendremos que esperar a que vengan mis especialistas…  ¡Ellos sabrán!
- …Esto quiere decir…que usted nunca la ha sembrado de nada… ¿Verdad?
- …La verdad…no me gusta desangrar a la Madre Naturaleza…
- …Bueno…los vecinos, nos dijeron que aquí casi nunca llega agua…
- ¿…Agua…?
- …Si nos afirmaron, que hay escasez…
- ¡Poca cosa! ¡No tiene la menor importancia!   …Además con el agua que nos llega de las lluvias…  ¡Es suficiente…!
- ¿…Y qué nos puede decir de la electricidad?
- ¡Siempre! ¡Siempre!
- …Los vecinos nos dicen que no… - Señaló José tímidamente.
- ¡Propaganda Comunista! ¡Fascistas!  ¡Criminales!
- …Son sus mismos vecinos…
- ¡Es que me tienen Envidia! ¡No aceptan que yo los supero! ¡Siempre los tengo pisados!
Don Jenaro, corrió y comenzó a tocar el interruptor de la luz…le dio y le dio y la bombilla…siempre encendió.
- ¿Vieron? ¿Vieron? ¡Propaganda Comunista! ¡Envidia! Aquí sale el sol…todos los días.
- ¿…Entonces…cuánto cuesta esto…?
- Para poder comprar…ustedes tienen que estar claro en que si les gusta o no… ¿Les gusta?
- ¡A mí  me encanta! – Se adelantó Miguel.
- ¿…Le gusta…?
- ¡Sí!
- ¿Verdad que es bella?
- ¡Sí!
- ¿…Verdad…que es única en este mundo?
- …Ajá…
- ¿Verdad…qué yo soy muy afortunado en tenerla…? ¿Verdad…que puede ser suya también…?
 ¡…Esos Ríos tan fuertes y poderosos que la rodean! ¿…Es fría y frescas sus agua…? ¡…Qué clima…!
¡Qué fragancia! ¡Qué afortunados somos nosotros! ¿…Verdad que sí…? ¿…Y puede ser suyo…todo esto...?
- ¿…Y qué nos puede hablar de esta construcción? – Lo interrumpió Jaime…golpeando las columnas…las cuales…se resintieron.
Hubo un silencio. Jaime continuó golpeando las paredes y verificando punto por punto…el tipo de construcción.
- ¡Ay Jaimito…ay Jaimito…! ¿Me quiere destruir mi Mansión? ¿No ve  que esta Edificación…no fue hecha para caerle a golpes?
Jaime seguía golpeando y golpeando. Enardeciendo al dueño.
- ¡Ay Jaimito…ay Jaimito! …No me haga enfurecer…no me haga enfurecer…
José corrió y detuvo a su cuate. Impidiéndole seguir con su inspección.
- ¿Cómo pretende Usted? ¿Me quiere destruir mi creación? ¡…Si sigue en esa actitud…se me va!
¡Se me va y ya! ¡No permito que vengan a destruir mi Palacete!
Jaime miró a sus amiguitos y les hizo una seña…
Los tres, comenzaron a retirarse. Don Jenaro, seguía en su posición de enfado y su esposa se le acercó y susurrándole al oído le dijo:
- ¡Adiós a África…Paris…hasta la vista!
- ¿Adiós…y por qué?
- ¡…Allá se van las ilusiones…! – Le dijo señalando a los tres que se estaban retirando…lentamente.
- ¡Adiós al Papa…A Alasca…A la vida de lujo…Adiós! – La costilla, exagerando sus movimientos…fingió llorar desconsoladoramente.
El Patriarca…abrió desproporcionadamente sus ojos, pareciéndole que se le salían y pensó:
¡Horror! ¿Seguir viviendo aquí?  ¡Ni loco!  …Es…es esta bruja…me está obnubilando mi entendimiento!
Y empujando sin contemplación a su socia, le increpó:
- ¡Mujer bruta! ¿Cómo pretendes dejar ir a esos chavales? ¿Por qué no los atajaste?
- ¿…Yo…?
- ¡Sí…tu! ¡Por tu culpa! ¿Me quieres destruir mi futuro?
- ¿…Yo…?
- ¡Tú debes impedir que se vayan!
- ¿…Y cómo…?
- ¡…Tú eres mujer…tú tienes tus ardides!
- ¿…Yo tengo quéééé….?
- ¡Es tú culpa…nunca debes permitir que se vayan!
- ¿Y qué puedo hacer?
- ¡Tú eres mujer…tú sabes entretener a un hombre!
- …Pero…yo…
- ¡Corre…corre bruta…tráelos! ¡Corre! ¡Si se van es por tu culpa!
La mujer, al recibir los empujones de su Señor…comenzó a trotar y después corrió desaforada tras ellos.

- ¡Opa…opa! ¿Para dónde pretenden irse?

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