“En mis recuerdos…”
- ...Viajando en mis recuerdos, me remonto a muchos años atrás...
Decido por este instante detenerme en mi época de estudiante, específicamente cuando quizás tendría unos doce años…
Era un mozalbete y me creía el dueño de este mundo.
Y para ese entonces, mis padres nos habían anunciado que nos iríamos a viajar a Nicaragua.
(Y yo me preguntaba:
¿Cómo sería eso…?
¿Sería igual que esta Maracaibo en la cual nací y siempre he vivido…?
¿Cómo será esa gente…?
¿Será que son iguales a nosotros…?
Muchas ideas locas se me alborotaban en los pensamientos de un jovencito que apenas estaba “saliendo” del cascarón, y acostumbrados a todos los gustos que mi viejo en ese entonces nos daba.)
...Y mis amigos de aquel entonces me decían:
“¿Y no te vas a despedir de nosotros?”
Yo les decía que por lo que me decían mis viejos… No volveríamos mas.
Y esa fue la idea de mis padres...Regresar a su Madre Patria.
Y como para ilusionarnos…
Nos hablaban de las propiedades que la familia tenía allá.
Fincas. Caballos.
Haciendas. Vacas.
Casa de playa. Lanchas.
De campo. Animales de todo tipo.
¡En fin “un mundo Bello”
¡Claro mis hermanos y yo nos ilusionamos por lo bien que nos relataban!
- Van a conocer al tío…Y a la tía... - Nos decía mi madre.
- Van a conocer la tierra que nos vio nacer. En dónde tenemos a toda la familia… - Nos aclaraba mi padre.
- Aquello es “otro mundo” ¡Qué linda nuestra finca! - Alegaba convencido papá.
El caso es que ya nos tenían convencidos y dispuesto a conocer esa “Tierra de Gracia”
Mis hermanos al igual que yo “nos sentíamos como teletransportados” a un mundo totalmente desconocido por nosotros.
El caso es que ya nos encontrábamos en el Aeropuerto “Grano de Oro” en compañía de mis tres hermanos y mi mamá, que era la que nos llevaría.
(Y regresaría...Pero que…)
Y que en un año a lo sumo dos, iría nuestro padre…
...Osea que nos quedaríamos solos...En su país...
Y que después finalizaría mi madre con el resto de la familia.
El montarnos en un avión “inmenso” en aquel entonces no dejé de sentir una vibración muy fuerte en mi corazón.
Mi madre nos tranquilizó y nos explicó que ese era un ruido muy ensordecedor pero que lo producían esos aviones.
Que todo estaba bajo control.
¡Me sentía “un Pachá”! Cuando me senté en ese asiento.
Riendome me burlaba de mis dos hermanas menores y las llamaba “ignorantes y miedosas”
¡Cómo gozaba al verlas llorar!
...Hasta que mi madre me lanzó un “estate quieto” -el cual…¡Me dolió!-
pero eso no me hizo quedar tranquilo...Cuando mi vieja miraba a otro lado...Me burlaba de ellas.
¡Ah esos recuerdos!
Cuando llegamos al Aeropuerto Internacional de Managua…
¡Fue un duro golpe a mis infantes pensamientos!
Me impresionó mucho el ver la forma como los guardias de “Somoza” trataban a la gente.
¡Hoscos y toscos! Muy groseros en su forma de hablar y de actuar.
Me impresionó terriblemente cuando fuimos a una plaza y ví a hombre gordo montado sobre un caballo…
Acostumbrado a verlo en Venezuela…
Al instante recuerdo que grité:
- ¡Aquí tienen la imagen de Simón Bolívar! - En el acto me llevaron aparte y me dijo mi madre…
- ¡Callate! Ese no es el Libertador…-
Yo lo detallé y le dije…
- Pero Bolívar es mucho mas delgado y ese...Está pasadito de peso...No se parece en nada - Mamá bajando la voz en un susurro me explicó…
- ¡Ese es el general Anastasio Somoza!
- ¿Y quién es ese…?
- ...El presidente. Recuerda que ya no estamos en Venezuela. Y acá se le rinde honores...Porque es el presidente.
...No le entendí. Y me preguntaba en ese entonces: ¿Y solamente por ser el presidente...Le hacen una estatua…?
Pero si comprendí que mi madre se encontraba muy turbada y nerviosa.
Me dijo en susurro…
- Cuando lleguemos a la casa, te explico mejor. Por lo pronto quedate callado. - Extrañado no entendía en ese entonces que ese país estaba viviendo una de las tiranías mas crueles y degradantes de este continente.
En efecto, al llegar nos llamó aparte a nosotros cuatro y comenzó a leernos la cartilla.
- Aquí no se puede hablar de política. Aquí los Somoza son los dueños. Tengan mucho cuidado de ponerse a hablar o a escuchar a cualquiera que los quiera envolver en esas cosas.
Y yo que siempre fui el mas reacio y el mas reaccionario de todos mis hermanos me rebelé ante ella y le protesté…
- ¡Pero mamá! Nosotros somos venezolanos. No nos pueden tocar.
Además ¿Qué es eso de: Política?
No lograba asimilar cuál era el significado de esa palabra tan bonita:
“POLÍTICA” y por mucho que ella trató de explicarme…
Lo que no entendí nunca es como unos “muchachitos” como éramos nosotros…
¿Que teníamos que ver con eso…?
Ni siquiera conocía al tal: Somoza.
Pero lo que si recuerdo era que conmigo fueron muy estrictos.
Mi madre les insistió demasiado era en que me cuidaran “a mí”, en específico.
Ya que mis hermanas las iría a internar en un colegio de monjas en un pueblito que creo que se llamaba Masaya.
Y mi hermano mayor y yo, nos quedaríamos a estudiar en un Instituto en Managua.
Pero el rigor no era con mi hermano...Era conmigo.
“Los grilletes para mí y ¿a ese baboso...Nada? -Me refería a mi hermano mayor: Juan.
Y mis padres alegaban que yo era demasiado: “Independiente y rebelde, tendiendo a no obedecer...O sea que siempre hacía ¡lo que me diera la gana!”
Bueno en ese entonces…
El señor Miguel que era el jefe de la familia en dónde nos quedamos a vivir en ese entonces fue conmigo...Muy duro.
Y yo le protestaba y alegaba:
¿Y por qué con mi hermano no es así, ah?
...Pero nunca me dieron el derecho a réplica.
Pero el punto que nunca entendí era el por qué me tenía que quedar callado ¿ante un guardia? No lo aceptaba.
Pero era menester que obedeciera.
¡Con esa gente no se juega!
¡Son unos asesinos!
Debo reconocer que viniendo de Venezuela, nunca conocí el peso de una dictadura (Ya el general Marcos Pérez Jiménez había abandonado este país y se respiraba algo parecido a: “Democracia”)
En esa época se rumoraba mucho el caso del teniente Tejada. (Oficial de la guardia de Somoza) que al parecer se encontraba perdido.
Al poco tiempo apareció su cadáver en las faldas del volcán Momotombo.
¿Estás viendo baboso? ¿Querés que te maten por andar hablando babosadas? - Me gritaban ellos, nerviosos porque no les hacía caso.
“Las paredes hablan” - “Hay moros por la costa” y otra cantidad de dichos que me hicieron escuchar.
Y cuando se quería hablar de algo relacionado al país… ¡Se escondían y hasta hablaban en susurro!
Nunca entendí eso.
¿Por qué si estaban en su propia casa...No podían hablar con naturalidad?
¿El por qué…? Ahora lo sé.
Ese bello país fue sometido por muchos años por la familia de los Somoza, empezando con el padre: general Anastasio Somoza García “El dictador con Guantes de Seda”
Después fue presidente su hijo: don Luis Somoza Debayle y finalmente le dejó el gobierno a su hermanito: el general Somoza Debayle.
Que cimentaron su poderío sobre miles y miles de cadáveres de su propio pueblo.
...Entendí -en consecuencia- que era mejor “morir callado” y que con las dictaduras...No se juega.
¡...Qué de recuerdos…!
Bernardo E. López B.
Belbaltodano.-
Nov. 11 - 2. 014.-
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