“Después
de mí… ¡Nadie
mas!”
“Historia de Amor…”
“Esta trama está tomando un giro inesperado.
La realidad supera con creces a la imaginación.
Sigue leyendo y verás como se va desarrollando esta
Interesante historia…”
...Es bueno que
leas esta novela desde su
principio…
Día a día estoy publicando una parte mas…
Y si tienes la paciencia debida…
Retrocede un poco mas…
Para seguirle el hilo a esta trama…
¡Mis saludos y mis respetos a todos y cada uno de
ustedes!
…Y recuerden que su comentario o un Me gusta+ nunca está de mas…
Tengo que irlas preparando primero…
Ahora sí quieres…Yo estoy disponible…
- ¿…Con usted…Y no le da vergüenza? – Le
pregunté conteniéndome el asco y repulsión que me causaba.
- ¡Yo también, soy una mujer! – Me
contestó airadamente.
- ¡…Pero usted…! ¿No se ha visto en un espejo? – Le grité muy
indignada.
- ¡…Soy mujer…Y aún siento deseo de estar
con un hombre!
- ¡Pero entréguese usted…! ¿Por qué no
preservó a sus nietas?
- ¡Porque él las prefería a ellas antes
que a mí! ¡Y eso no es justo! Primero a mí, después a mí y por último…
El caso, es que ya él me ha poseído como
unas cuatro a cinco veces…
¡Lo qué tienen que hacer esos muérganos,
para lograr lo que quieren!
¡Pero primero a mí! Y en esta ocasión…
¡No le quedó más remedio!
¡…Pero lo obligué a estar yo presente…!
- ¿…Y usted…Estuvo mientras…ÉL…? – ¡No lo
podía creer! Yo lo cuento…Y casi ni me lo puedo creer a mí misma. ¡No puede
ser…Esto es una aberración!
- ¿…Y qué te estás creyendo que soy yo…?
¿Una estúpida? ¿A mí no es a la que él pretende? ¡Es a la bruta de mi nieta!
- ¿Pero…Y qué edad tiene ella?
- ¡Ella ya es una mujer!
- ¿Qué qué edad tiene?
- …Ya ella, ha tenido su experiencia por
allí…
- ¡Señora…! ¿Qué edad tienen esas dos
niñitas…?
- …La menor tiene…Diez…Casi Once…
- ¿Diez
añitos? - ¡No podía creerlo…Ni pechito se le ven! ¿Qué es esto?
¡Deberían estar jugando con muñequitas! La vieja estaba que se retorcía sus
manos. No hallaba como disimular lo perturbada que estaba.
Se tapaba con una sabana sus senos, los
cuales estaban pegados a sus costillas, de lo flácidos y deteriorados en que se
encontraban.
Como pudo, buscaba disimuladamente con
sus ojos, en dónde se encontraban sus ya desteñidas y muy usadas ropas de
vestir.
En lo más profundo de su ser, esgrimía
una estúpida y necia sonrisita, como declarándole a todo el mundo: “Ya nadie me
quita lo bailao”
Gersy, estaba ya como doblada. No lograba
permanecer en pie, derechita. Aunque hacia esfuerzos sobre humanos, para
disimular su verdadero estado de salud en que se encontraba.
“…..Continuará….”
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