“Reflexiones
No. II”
Me decía mi compadre en una llamada telefónica
que me hizo desde alguna población de los Andes venezolanos, me sorprendió esa
llamada ya que me la hizo muy temprano y después de mas de quince días que no
sabia nada de él…
- Compadrito… ¿No interrumpo nada importante? –
Me dijo en una forma de mucho secretismo. En el momento me causó gracia y le
respondí muy somnoliento…
- Aparte de mi sueño…No estás interrumpiendo
nada mas…
- ¡Ah caracha compa! …Mejor te llamo en un rato…
- No sea pendejo cumpa… ¡Ya me despertaste! ¿Y
cómo para qué soy bueno a esta -hora tan
madrugadora- con que me estás
solicitando…?
- ¿Madrugadora…? ¡Son las siete de la mañana!
- ¿Las siete de la madrugada? ¿…Y ya salió el sol?
- ¡Uff acá en Los Andes, somos muy
madrugadores! – No le quise responder como para no seguir en ese vaivén de que
si o de que no.
Y al parecer como que entendió mi silencio
puesto que arrancó en la materia que me iba a informar…
- Cumpa… ¿Ya supiste de la “Desgracia de Valentina?
– Ella en cuestión es una muy vieja amiga de
ambos, pero que yo supiese ella estaba de viaje a Colombia y asumí que su
amiga -por la cual viajó allá- habría muerto, cosa que no me causó ningún
tipo de emoción. ¿Total?
Ella fue para auxiliarla, ya que eran buenas
amigas.
- No broder, no estoy enterado…Sigo medio
dormido aun…
- Pues termina de despertarte ya que el sol
está en lo mas alto y debes salir a trabajar…
- Ok. Ok. Dime…
- Pues su nieta de 22 años murió ayer…
Producto de una sobre dosis de droga.
Al parecer estaba hasta los teque teque ¡full de
hierbas! Y caminando por la plaza Bolívar…Como que se resbaló y su cabeza pegó
con la acera ¡y murió! En el acto.
¿Te imaginas eso?
- ¿Y era drogadicta…?
- ¡Ella, su papa y su mama! Los tres se
juntaban para consumir hierbas…
Ella se había sometido a una “cura” y ya había
pasado tiempo sin meterse en esos menesteres…Pero ¡recayó nuevamente!
- ¡Qué broma chico! ¿Y entonces…?
- Deja a una bebita de apenas… ¡Dos añitos!
¿Qué te parece?
-
Muy triste. Sin duda. ¿Y cuándo fue eso?
-
Ayer en horas de la noche…Hoy deben estarla
enterrando.
-
¡Qué lástima! Cómo se está perdiendo
nuestra juventud que ha caído en ese terrible
flagelo de las drogas y la mafafa.
¡Dios que desgracia de vida!
-
Si es terrible. ¿Pero qué le podemos hacer?
Ahora está muerta y ya por ella nada se puede
hacer.
Pero queda huérfana una bebecita de apenas dos años,
como ya te dije. ¡Dos años!
- Es muy triste. Desgarrador. Pobrecitos todos
ellos. Me refiero a ese grupo familiar.
- Mira sus hermanas ni siquiera la dejaron
bajar bien de su avión. ¡Se lo espetaron así sin aviso ni protesto!
- Bueno la vida es así cumpa. Casi siempre nos
dejan “pegados en el piso” y ni siquiera tenemos tiempo de nada.
La vida te da sorpresas siempre.
Porque ¿qué iba a pensar esa mujer que su nieta
había caído nuevamente en ese vicio…?
¿Quién?
-
Y lo mas curioso es que fue a ayudar a su amiga
enferma…Y no sabía que en su casa “estaba ardiendo su propio rancho”
-
¡La vida, la vida! Me supongo que si ella
hubiese sabido que su nieta había vuelto a recaer… ¡Esa no se va de viaje!
-
¡Coincido contigo! Pero pocos son los que
tienen esa facultad de ver los problemas…
-
Si la mayoría vemos la paja en el ojo ajeno y
no nos vemos la viga que tenemos en nuestras pupilas…
-
¡Bueno así es la vida! O la tomas o la dejas.
Pero ya basta de que nuestra juventud
se pierda en esa basura. ¡Hierba apestosa!
-
Pero bueno. Ojalá que nosotros como
padres nos deslastremos de demasiadas telarañas
que nos enceguecen.
-
¡Dios te oiga! Pero por lo pronto…
Ya te informe. Ya verás si sigues roncando o
sales a trabajar.
-
Ok. Ok. Compadrito. ¡Gracias por la noticia!
Muy desoladora por cierto. –Mi compadre colgó,
pero entonces me quedé pensando y meditando…Yo también tengo hijos y mis hijos
a su vez tienen a los suyos.
Y bueno, el que vive en estos solares debe
estar siempre previsor. Y no confiarse.
La tentación es demasiado grande.
Muchos mercaderes que comercian con eso y que
se hacen multi ricos de un momento a otro. No los envidio. Me dan lástima.
Ya que creo que le están vendiendo su alma al
diablo.
Y se revuelcan en su horrible lodazal.
¡Y todo por la avaricia siempre presente!
Despreciando las Bienaventuranzas que nos
ofrece El Señor.
Allá ellos. Por lo pronto, me ocuparé de mis
hijos, de mis sobrinos, de mis nietos y de todos los jóvenes que de una u otra
forma…Frecuento.
Hay que evitar que caigan en eso.
Velar y protegerlos de esas manos asesinas, que
se te cuelan o bien en los alrededores de tu casa, o en sus escuelas o en la
internet.
Son como la “mala hierba” y florecen hasta en
los desiertos.
Es curioso como esos, se “hacen socios” de
otros delincuentes que comercian o con los niños o pornografía infantil o en ya
viejo “trata de blancas”
…En esa jauría hay de toda clase de bestias y
sátrapas.
¡Qué Dios nos agarre confesados!
¿Qué mas podré hacer…?
Bernardo
Enrique López Baltodano.
Maracaibo; 11-14-14.-
“Reflexiones
No. II”
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