“Después
de mí… ¡Nadie
mas!”
“Historia de Amor…”
“Esta trama está tomando un giro inesperado.
La realidad supera con creces a la imaginación.
Sigue leyendo y verás como se va desarrollando esta
Interesante historia…”
...Es bueno que
leas esta novela desde su
principio…
Día a día estoy publicando una parte mas…
Y si tienes la paciencia debida…
Retrocede un poco mas…
Para seguirle el hilo a esta trama…
¡Mis saludos y mis respetos a todos y cada uno de
ustedes!
…Y recuerden que su comentario o un Me gusta+ nunca está de mas…
Gersy, estaba ya como doblada. No lograba
permanecer en pie, derechita. Aunque hacia esfuerzos sobre humanos, para
disimular su verdadero estado de salud en que se encontraba
Y Román, se escabulló en cuanto se le
puso toda la cuestión, como color de hormiga.
En verdad, ni lo percibieron cuando
escapaba.
Y en un dos por tres, logró recoger sus
pantalones, su camisa y el interior, que lo consiguió después, se lo metió en
el bolsillo derecho de su pantalón. Y sin pensárselo mucho…Partió
disimuladamente.
Su ausencia, fue ignorada.
Ninguna de las féminas, le prestó el más
mínimo gesto de atención.
Adentro continuaba la tensión con color
femenino.
- ¡…Abuela…Yo no tengo ni Diez años
todavía…! – Le gritó la menor de las niñitas.
- ¡Cállate chica bruta! ¡Por tú culpa es
que estamos aquí!
- ¿Por mí culpa, abuela?
- ¡Sí y te callas! – La anciana le lanzó
una bofetada a la menor, alcanzándola en pleno rostro.
La infanta se dobló al recibir el fuerte
golpe. Un fuerte y ahogado aullido, lanzó.
Que fue ahogado, por la anciana. La cual
al hacer ese movimiento, se le cayó la sabana y quedó al descubierto la
flacidez y lo arrugado de sus escuálidos
senos.
- ¡Estas coñitas…Flojas y vulgares!
¡A callarse, las dos, ya!
- ¡Señora
por favor, no sea tan salvaje! – Le grité ya colérica. ¿Cómo podían
existir esta clase de “Abuelas”?
- ¡Tú no te metas! ¡Además ellas, son mis
nietecitas! Son hijas de mi hija.
¡Ella se fugó con otro hombre! ¡La muy
pu...! ¡Son mías y yo hago lo que es más conveniente para nosotras!
- ¡Eso no le da el derecho a
prostituirlas!
- ¿Prostituirlas…Yo?
- ¡Sí usted!
- ¡…Prefiero hacerlo yo misma…!
Son brutas al igual que su madre.
Seguramente que se lo van a dar a cualquier pendejo.
¡No señor…Eso sí que es ser una “Ramera”! Además…
Me la pagó y muy bien.
Y
se lo cobré y por adelantado.
Y…Me poseyó nuevamente.
¡Una y mil veces, seguiré siendo su
mujer!
- ¿…Y no le da asco?
- ¿Asco, a mí? ¡Al contrario…
Lo he disfrutado y todo! Y ojalá que
vuelva. Una y mil veces, le pongo a mis nietas y después a mí. ¡Sí señor!
- ¡Qué asco me dio todo aquello! Susan,
si tú hubieses visto a aquella señora…
¡Un vejestorio andante! Flaquita…
Estaba en los huesos.
Y sucia. Hedionda. No entiendo, Adriana,
no lo entiendo.
Dime: ¿Alcides y tú Miguel…
No sentirá repulsión…Hacerlo con una
anciana…?
- ¡Yo ni loco! – Respondió en el acto
Miguel.
- ¿Y yo? ¡Menos, yo tengo a mi esposa y
vivo muy feliz con ella! – Le respondió casi al uní solo Alcides.
Ambos, se miraban hasta de reojo.
No podían dar crédito a todo cuanto
escuchaban.
….Continuará…
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