“Después
de mí… ¡Nadie
mas!”
“Historia de Amor…”
“Para amar lo que
hace falta es… ¡Amar!”
...Es bueno que
leas esta novela desde su
principio…
Día a día estoy publicando una parte mas…
Y si tienes la paciencia debida…
Retrocede un poco mas…
Para seguirle el hilo a esta trama…
¡Mis saludos y mis respetos a todos y cada uno de
ustedes!
…Y recuerden que su comentario o un Me gusta nunca está de mas…
¿Y
saben en dónde estaban…?
¿…“Haciendo
el amor”?
-
¿En dónde Ceci?
-
Susan… ¡En una casa de cita!
-
¿Casa de cita?
-
¡Sí Susan! Y de muy mala muerte.
¡Una
pocilga!
-
¿…En una pocilga…Román…?
¡No
puedo creerlo!
-
¡Pues tendrás que creerlo, Alcides! ¡Nosotras mismas lo fuimos a descubrir,
allí mismo!
¡Es
más…Lo que les he contado…
Apenas
es un abrebocas…!
-
¿Cómo así Cecilia? – Le preguntó muy intrigado Alcides.
Los
demás contuvieron sus alientos.
¿Qué
más podría haber, que los alarmara más? ¡Jamás habían ni someramente ni
siquiera analizar la posibilidad de saber, que ahora sería un “Saca arrugas”!
La capacidad de asombro, ya había sido superada.
¡Jamás,
ni siquiera se lo hubiese imaginado!
Y
Susan y Adriana, que admiraban en Román: Su elegancia, su finura, como también
sus extravagancias. Y que no escatimaba en gastos.
Su parecido a “Don Regalón” era bárbaro. ¿Pero
hacer el amor con una vieja, con sus pellejos colgándose?
¿La
verdad?
Nunca,
se lo hubieran ni siquiera permitido aceptarlo como una verdad…
Tal
como se estaba afirmando.
-
¿Ha caído más abajo, Romancito? – Alcanzó a preguntar Adriana a Cecilia.
-
¡Sí, que sí!
-
¡Cuéntanos Ceci! – La apresuró la misma Susan.
-
Román no supo que cuento echarle a mi hermana, pero cuando me vio entrar se
puso como loco y me acusó a mí de estarle persiguiendo y haciéndole su vida
imposible.
-
¿De verdad, amiga? ¡Qué descarado! – Afirmó Adriana.
-
¿Y tuvo el “Valor” de acusarte a ti…De qué?
-
¡Sí, Susan! Pero no había terminado de gritarme, cuando salieron dos niñitas…
Llenas
de sangre, por sus partes…
-
¿Dos niñitas…De dónde salieron…? – Susan no alcanzaba a completar el panorama.
¿Qué
tenían que ver…Dos niñitas, sangrando por sus partes?
-
¡No entiendo nada! – Afirmó Miguel.
-
¿Qué pito tocan esas dos niñas…?
¿Qué
tienen que ver con…? – Cortó su pregunta Susan no quiso adelantarse a los
acontecimientos. Debía esperar a que la hermana de su amiga, continuara con su
relato entrecortado.
-
¿Y Román? – Alcanzó a preguntar Alcides.
-
¿Qué pasó con Román?
….Continuará…
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