“Creible increíble”
…Cuando de improviso te ves envuelto en una trama
Que aunque no es tuya…
Te atrapa…Te atenaza…Dejando sus consecuencias…
…Y sin buscarlas….El terror te atenaza…
Tú vida pende de un hilo…
¿Qué hacer…? ¿Correr o enfrentarlo…?
….Viene
desde…
…Y es una fuerza desconocida por mí. No sé ¿qué es?
No la entiendo, pero lo que si comprendo -y esto es puesto que me “ronronea” por todo
mi cuerpo- pero en verdad que ni la
entiendo, como tampoco lo comprendo.
Pero de lo que si estoy seguro es que está en contra mía.
Seguramente quieren mi aniquilación…
Por parte en primera instancia…
Aunque entiendo que si quisiese liquidarme de una sola vez…Lo haría.
Pero no es así. Me está agotando. Extenuando…
¿Y después?
¡Todo conspira en mi contra!
Desconozco esto…
Entiendo que no entiendo nada de nada, y que el temblor está dominando
mi cuerpo…
Y no puedo rebatirlo. Debo hacerme a la idea de que eso es así.
¿Tendré otra opción…?
…Si la hay…Pronto la descubriré…
Eso espero, pero algo en mis adentros me está previniendo…
Lo que ha de venir, no es para mi bien…
Supe cuando arrancó, pero no su final.
No sé realmente que fue lo que en verdad, cayó encima de mí.
Pero era muy pesado.
Siento sus efectos, me ha dejado casi sin respiración.
Me anuló mi capacidad de respuesta inmediata…
Tampoco se cuanto tiempo.
Lo cierto era que me mantenía bajo su férreo control.
- Pobre de mí… - Recuerdo que
llegué a meditar sobre todo cuanto me acontecía- y el saberme indefenso me
causaba mas terror del que ya estaba manteniendo.
- ¿…Y por qué a mí…Específicamente…?
- ¿Cuánto mas he de seguir soportando…?
Y qué fuerza mayor se empeña en martirizarme.
Ajeno a todo lo que ocurría a mí alrededor.
Tan solo era eso: Una víctima de un poder absurdo e incapaz de siquiera
un hálito de compasión.
Porque ¿qué grandeza podrá esgrimir…?
Atacándome de esta forma tan…
Baja. Traicionera. Vil.
Absorbente e inimaginable.
“¡Oh mi Dios
Santo entre todos los Santos!
¿Por qué
permites que me atosiguen…
De esta
forma tan cruel e inhumana…?
¿Qué mal he
hecho?
Dime…
¡Ayúdame Mi
Santo!
No es bueno
que me dejes aquí, a merced del ser que me está martirizando.
Presiento
que me desea hacer mal.
¡Ayúdame Mi
Dios!
¡Gloria a Ti
El Altísimo!
Siempre he
mantenido en pie mis oraciones.
Todo el
tiempo he acudido a ti.
¿Pero si tú
en esto me abandonas…?
¿Qué será de mí…?
¡Acógeme siempre en tu Santo Lugar!
¡Oh Dios mío…! ¿Por qué permites esto…?
¡Sácame de este holocausto…!
¡Hazlo Señor mío!
…Este inquietante relato…Continuará…
.-.-.-
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