,,,Me salvé....







                     “De la que estuve… ¡Y me salvé!”


Debo reconocer que ya muchos años han pasado.
(…Muchos…Mas bien: ¡Demasiados!)
Pero mi curiosidad se me ha incrementado.
(¡Ah cuánto amor le he profesado! Que de mis venas en vez de circular  sangre… ¡AMOR Y DEL BUENO! Qué de anécdotas. ¡Qué de vivencias!)
Y en verdad, ya  ¡ese amor que te profesaba…!
Ya en mí no existe.
(…Pero debo cerciorarme…Fehacientemente.)
Pero aún así…Te he buscado.
(Y hay cosas de las que no entendiendo…Pero aun así hago.)
Busca por aquí. Como también por allá.
A detective me he metido, sin cejar en ningún momento.
A la final, alguien a ti me ha acercado.
(…Mi pasado en mi auxilio ha emergido.)
Muchos consejos me ha dado y para rematar me ha recomendado…
(Para serte sincero…Bien de ti…No me ha hablado.)
- …Mucho tiempo ha pasado.
Y aquella que conociste…Ya no existe.
Debes entender que los años en balde no han  pasado…
Mucho ríos han surcado…Y ya a estas alturas: ¡caudalosa es!
Prepárate para no desahuciarte.
(…Uhm… ¿De qué me habré perdido…)
Aquellos años mozos bellos y hermosos fueron, y mas en nuestra mocedad.
Recuerda que mas nos enamorábamos del amor, que de la muchacha en cuestión.
Y ya adultos somos, nuestra visión distinta es. ¡Desecha esas ilusiones!
Prepárate pues a desbaratar “viejos cimientos”
¡No te dejes vencer…Que los tiempos han cambiado!
- …Y a decir verdad: ¡Mucho miedo me han echado! Debo pues ser mas realista.
¡Chamo ya no soy! (Muchas por mí han pasado.)
Y muchísima agua ha recorrido por ese rio de emociones.
Y he hecho un “mea culpa” he de encarar con adultez lo que añoré en mi infancia.
Por petición mía al amigo en cuestión, le he pedido que no nos presente (…Por aquello de… ¡Por si acaso!)   -y si tiempo ha pasado-  y ella de mí no se recuerda   -mejor para mí-   el pasar desapercibido…
…y lo ha aceptado: ¡A riesgo que de “su memoria” de mí se recuerde!
(Ojalá que de ella “me haya esfumado…”)
A mi aprehensión me someto, mis nervios he de controlar. Que aunque ventaja cuento…
No la puedo desperdiciar.
El amigo en cuestión ideó un plan que él solo sabía. Y “que”  en una “reunión espontanea” nos ha reunidos y le ha dicho que un “nuevo chico”  le ha de presentar “para ver si yo he sido el elegido por ella para finalizar sus días…”
Contenta y bien trajeada fue, sus joyas hacían juego con algo   -que desconozco-  su sonrisa de oreja a oreja dibujaban un rostro marchito.
-¡Los años, los años…no pasan en balde!-
(¡Ufff!  …La vida contigo…Todo te lo ha cobrado.)  
Su escote es pronunciado  -revelando que en antaño fue hermoso-  (…Su época gloriosa tuvo…)  sus ojos reflejaban una insatisfacción que superaba su desolación, y con abundantes risas quiso tapar.
(…La mona por mas que la “vistan…”)
Su minifalda era muy pronunciada…
(¡Qué flacidez…Qué de huesos!)
Sus cambios de piernas…
(¡Uyy!  …Qué “olorcito…”)
Asomaban sus desteñidas prendas…
Su lujuria era absurda.
(Asco me ocasionaba.)
Resquemor  me provocaba.
Sus largas uñas, pintarrajeadas de diversas tonalidades aruñaban  -sin querer-  mis manos.
(Mija… ¡El carnaval ya ha pasado!  Y si te has “vestido” de tigresa…)
A decir verdad…No me gustó…
(Y allí me ví… ¿Y por esto tantos años he suspirado…? Teniendo en mi casa ¡un jamón!)
¡A correr se ha dicho…!
Y así se lo hice saber al amigo en cuestión…
Enojo  y repulsión me produjo, y como pude alejarme me fui haciendo.
(Aligerando mí paso.)
Pronto abandoné su cercanía. Y cuando me vi…
Ya solo a él, con ella lo dejé.
Presencié como sus manos sometía.
(…Hay que ver: ¡Muchos comen de la carroña!)
Soltarlo no quería. Para disimular…
(¡Ufff! De las que me salvé.)
Otras cosas me puse a contemplar…
Corriendo de ellos…
Cuando me percaté…Afuera me encontraba.
Una suave brisa se estrellaba en mi rostro.
¡Qué de recuerdos los ya vividos!
(¡Qué felicidad la que ahora me embarga!
¿Cómo he podido añorar “eso”…?)
…En alguna parte estaban…Y ya no deseaba desempolvar.
¡Qué bella y hermosa era! (¡Hace siglos ya!)
Pero los años en balde no pasan. (No señor.)
Y ella, se conservó para su “Adán” que era su galán. (Qué suerte tuve yo.)
Sus carnes se les marchitaron.
Su belleza se le degeneró.
¿Total? Para mí no fue.
¡Otros la estarán deshojando…Por largo tiempo al parecer! (¡Se las regalo enterita!)
Que de cosas tiene esta vida.
Lo que tú no te consumes…
Otros lo harán.
O sencillamente: Se pudrirán.
…Pero la vida…Es la vida…Hay que dejarla vivir…
…Por mi parte un viejo ensueño en pesadilla se reflejó…
Y bien lejos me situé…Ya nada produce en mí.
Satisfecho me encuentro…
¡Mi pasado está sellado!
Y mi futuro ahora sin atadura de ningún tipo… ¡Qué frescura de viento me sopla!
Qué placidez me embarga…
Mi pasado enterrado está… ¡Por una eternidad!
¡Ahora vuelvo a mi casita…Alegre y extasiado!
Porque qué tal si ¿“en ella me hubiese embarcado”?







© Bernardo Enrique López Baltodano 2015

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