"Después de mí... ¡Nadie mas!" Miércoles 04-02-15










Después de mí… ¡Nadie mas!




- ¡Romancito…!
- ¿Ya se te ha olvidado? ¡A mí no!
¿Y por qué me agredes a mí?
¿A mí? ¡Sí yo siempre te he estado apoyando!
¿Por qué tanta ingratitud?
¡Tú deberías tenerme, aquí en la palma de mi mano!
¿Por qué tanta ingratitud?
¿Por qué quieres enlodar mi buen nombre?
¿Qué mal te he hecho? ¡Ninguno!
¿Mi pecado?
¡Haberte querido y respetado!
¡Jamás he levantado un falso testimonio y menos a ti!
Siempre te he apoyado. ¡Claro, antes no podía!
¡Pero cuánto me pedías, yo hacía como todos los animales…!
¡Y te lo llevaba!
¿O se te está olvidando?
¡A mí no se me olvida nada!
No seas mal agradecida, cuñadita querida.
¡Vente para acá…Dame un abrazo!
Siempre te he querido y apoyado.
¡Jamás te he pedido nada a cambio!
- ...Pero Romancito…La vieja nos dijo…
- ¡Ah, esa vieja está tostada!
- ¿Y…Las niñitas?
- ¡Son mentirosas compulsivas!
¡No le creas a nadie!
Yo sigo siendo tu cuñadito a prueba de balas y de insultos.
¡Dame un beso…Aquí en este cachete!
Yo voy a olvidar todos estos agravios.
¡Es más, ya se me olvidaron!
- ¿O sea….Qué todo es mentira, Román? – Le preguntó Susan.
- ¡Todo! Ustedes han sido engañados en su buena fe.
Es más, ya Gersy, lo sabe todo.
Yo mismo se lo he explicado, fehacientemente.
Lo que pasa, es que cuando uno comienza a progresar…
Al parecer, a mucha gente como que le molesta.
Fíjense, cuando nos casamos, Gersy y yo, vivíamos humildemente.
 En ese entonces, mucha gente, jamás me quiso destruir.
¡Ah, pero he comenzado a escalar y zúas! 
…Ya comenzaron los envidiosos.
Los que les molesta, que yo humildemente. Esté escalando y escalando.
¡Y sin hacerle daño a nadie!  ¡A puro pulso!
He trabajado mucho. Muchísimo y lo que estoy logrando, ha sido fruto de mi esfuerzo.

 De mí sudor. De mí dedicación.

...Continuará...

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