“Después
de mí… ¡Nadie mas”!
Miércoles…..
- ¿Qué está pasando?
- Las bandas de los frenos…
- ¿Y qué les pasa?
- …Están mojadas…
- ¡Pues claro que deben estar
mojadas…
Está lloviendo! ¿No lo ves?
- Claro que sí, mi
linda…Pero…
- ¿Pero qué? ¿Qué problemas
puede haber con que se mojen esas benditas bandas de freno?
- …Qué no frenan…
- ¿Ah, sí?
- Sí.
- ¿…Entonces…No tienes frenos…?
- Muy poco.
- ¡Entonces tienes que tener
mucho cuidado!
- En eso estoy…
- ¿Y por qué no me habías
dicho nada antes?
- Para no preocuparte.
- ¡Ahora sí que estoy
preocupada!
- Y yo…También…
- ¿Entonces…Qué podemos
hacer?
- Tengo que andar despacio.
- ¿Y Mary lo sabe?
- Por lo visto, que no.
- Déjame gritarle desde aquí…
- No te oyen…
- ¿Por el aire, verdad?
- Ujum…
- ¿Y cuando le vas a poner
aire? ¡No debería montarme más en tu carro, hasta que no le pongas su aire
acondicionado!
- Ya dentro de poco. Recuerda,
que tuvimos toda esa tangana de exámenes y después, la fiesta. Bueno y la
verdad, es que aparte de eso…No tenía dinero necesario para mandarlo a reparar.
- Sí tu quieres, yo te puedo
“Prestar el dinero”…
- ¿Harías eso por mí?
- “Prestadito” ¿Ok? Y no te
vayas mal acostumbrando a eso. ¡Yo no soy prestamista!
- ¡Tan bella ella!
- Ya te dije: “Prestadito” Y
no te me vayas a mal acostumbrar. ¡Eres tú el que tiene que darme dinero a mí!
- Tan bella ella…
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