“Asechanzas”
Pero se sintió impedido.
No así ese desprendimiento
tan brutal.
Y no le quedó más remedio que gemir en silencio.
Y se dispuso a ello.
En medio de esa vastedad.
Fue sintiendo como se le
desprendía de su ser, centímetro a centímetro a todo lo largo de su cuerpo…
Se fue desintegrando y la
intensidad fue en crecimiento -más y más- ya ni lágrimas salían en su auxilio.
Un dolor intenso se fue apoderando de lo que le quedaba de ser vivo.
Una metamorfosis se le fue
desfigurando, sin comprender y sin poder hacer nada más que sufrirlo y
presenciarlo, ya no sentía sus tripas, ese olor nauseabundo lo inundó… ¡Pura
mier..!
¿Cómo puede ser todo esto…?
Intentó apartarse, hacia la
izquierda y luego a la derecha… ¡Nada!
Lo siguió intentando…Pero ya
no pudo...
Se tragó todos sus vapores. Sintió
en carne propia como se inundaba por dentro y sin poder hacer nada para evitarlo.
Asfixiado pero siempre
consciente.
Asco y repulsión acudieron a
su entender.
Pero era de él mismo. ¿Le
importaba?
Pues si que le
importaba…Pero tenía que aceptarlo, así de esta forma.
Pronto vio emerger algo
abultado…
Su forma no estaba clara, ni
definida.
Se notaba a leguas que
estaba manchado, oscuro. Horrible su apariencia.
E instintivamente se apartó
con mucha repulsión.
- ¡Huácale y huele bien feo!
¿Qué carajo sería?...
-
¡Tú estomago! – Creyó escuchar.
¿…Y
es mío…? – Atinó a preguntar, sin obtener respuesta alguna.
Lo
contempló con desparpajo.
No
podía creerlo.
Se
veía oscuro y sucio.
Una
bolsa maloliente, sucia y oscura.
Y
pensó para sí mismo: ¿Y “eso” estaba dentro de mí? ¡¿Es así…?!
¡No
puedo creerlo! ¿”Eso” formaba parte de mí cuerpo?
¿Pero
cómo puedo contemplarlo, así no mas?
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