“Conversaciones con don Carmelo”
Martes; 06/05/14.-
- Yo
seguí…Siempre nervioso…Cincuenta metros mas…
(Pero
por el rabito del ojo, la vi a ella, que enojada apretaba sus manos y me echaba
esos “ojitos” de cólera, pero yo me hice el desentendido y me dije a mi mismo…
Si no
lo hace por “las buenas, será por las malas”…) – Estaba muy angustiado; ya
hasta me parecía que “me hacía” allí mismo.
¡Qué
angustia! ¡Qué sufrimiento!
(Esto
no se lo recomiendo ¡a nadie!) Pero ¿qué mas puedo hacer…? ¡Yo soy un hombre!)
…Y yo
temblaba –y no me da pena reconocértelo, en este momento- todo en mí tiritaba;
hasta mi quijada…mis piernas y el que te conté…estaba en terapia intensiva.
…Y me
repetía hasta el cansancio: ¡Prohibido fallar!
Y me
aupaba a mi mismo -¡Tienes que triunfar!
¡Debo
dominarla o me quedaré…Con la Manuela!
…No
debo permitirme esto.
¡No
señor! ¡O triunfo o…o…ya sabes!
Así que
me armé de mucho valor. Y…
Pero no llegué ni a los
treinta cuando me bajé, ¡tipo comando!
¡Me jugué a “Rosa linda”!
¡Ji, ji, ji, ji…Qué
gozadera! La vida es linda, amigo mío.
(¿Sabes como actúan…? Y si
no lo sabes…Bueno.)
Y la agarré y la jalé con
toda mi fuerza…
(Para mí sorpresa no me opuso
resistencia.)
Mas bien, y eso me lo estoy
pensando ahora mismo:
¡Se me dejó
venir…Suavecita…!
- La agarré por mi cintura
y le hice esta llave y la lancé ¡al suelo!
¡Estaba asombrado de mí
mismo!
¡Qué energía y vitalidad tengo!
He sacado la fuerza y el
coraje… ¡De alguna parte!
(Y yo pensaba… ¿Se va a
enojar conmigo?
- Porque sonó como un “saca
de patatas” al caer.
(Como dicen los gallegos…)
- Se me va a levantar esta
mujer y me va a entrar a golpe ¡aquí mismo!
Pero no, ella cayó y ¡me
abrió las piernas!
¿Quéééééé…?
¡Estaba toda…Abierta! Como
por arte de magia…
¿Y cuando vi ese “paisaje”?
¡Estaba estupefacto! ¡No
podía creerlo!
…Y yo me dije: ¡Esta es lo
mía!
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