-
¿SODOMA Y GOMORRA aquí…aquí mismo?
-
…Pero tienen dinerito…contante y sonante…
-
¿Contante y sonante?
-
…Y están enamoraditos…
-
¿Contante y sonante…tienen dinerillo?
-
…Con lo que te paguen…podemos irnos a… PARIS…LA CIUDAD DE LUZ….
-
¡Ahí….Paris…La Ciudad Luz…!
¡…Pero son unas maricas!
-
…Y con dinero…
-
¿Qué pensarán nuestro vecinos…cuando presencien todo eso…?
-
…Nosotros estaremos en…PARIS…rumbo…a…ALASKA…y de allí….AL LOUBRE….A
ESCANDINAVIA…y de allí…disfrutaremos del frio de allí…de RIO DE JANEIRO…y
tomarás tu cafecito en…JAPAN…
-
¿Y las mariquitas?
-
…Cuando estemos en la congelada y muy fría… ÁFRICA… ¿Te acordarás de ellos?
- ¡…África…! ¡Excelente país! ¡Muy bello y
frio…con esas nieves perpetuas!
-
¿…Y cuando te estés bañando en las frías
aguas del SAHARA…Te acordarás de esto?
-
¡…Sahara…! ¿Sabías…qué son unos Balnearios…bellos…hermosos?
-
…Con dinero…ellos tienen derecho a ser unas maricas…
…Y por dinero…tú le vas a vender…esto…
-
¡Sí…el dinero afloja hasta la moral de todos!
-
…Sí y también afloja hasta el barro…
-
¿…Le venderás a esas maricas? ¿Verdad…qué sí?
-
¿Tienen dinero?
- Si.
- ¿Y están dispuesto a pagar?
- …Yo creo que sí…
- ¡Yo estoy dispuesto a vender!
- ¿Y Sodoma y Gomorra?
- ¡…Estaré fumándome un rico y nutritivo Habano…en lo
más Alto del Monte Everett! ¡…Mis colegas del Country Club…me aseguran que es
bueno para mis riñones!
- ¿…Y qué pensarán…?
- ¡El dinero no piensa…resuelve!
¡El dinero es…inherente
a mi vida!
¡El dinero es…mi vida!
¡Yo con dinero…soy
gente!
¡Con dinero…baila el
perro…
…Y sin dinero…yo
bailo…como un perro!
¡El dinero y yo…somos
colegas!
¡Adónde va el dinero…voy
yo!
¿No ves todas mis
riquezas?
¡Son mías…por el dinero!
¡El dinero llama…más
dinero…!
¡La pobreza llama…más
pobreza!
¡Yo soy rico…porque
tengo mucho dinero!
¡…El dinero llama a
todos…Y los pobretones…!
¡Qué sigan
siéndolos…pero muy lejos de mí!
- ¿…Y Sodoma…?
- ¡…Qué se la traguen…enterita…si quieren…!
- ¿…Y las mariquitas…danzando su amor…aquí?
- ¡…Ellas se revuelcan en su barro…yo me revuelco con su
dinero…!
- ¡…Ya estoy sintiendo las ricas brisas marinas…allá en la
lejana…New York! …Y después me gustaría tomarme un rico cafecito…con el
mismísimo…PAPA…en su rinconcito muy a su gusto…en Israel, con sus panas los
comunistas chinos de Afganistán…
El Señor, se perdió en la ensoñación de sus futuros viajes. Al
poco, como que aterrizó y mirando fijamente a su costilla, le dijo:
- Tienes que ser
complacientes con nuestros compradores…y hay que hacerlos sentir muy bien, para
que se motiven a pagar todo lo que les
voy a pedir.
- ¿…Y en qué los puedo complacer yo…? ¿Dime…en qué?
- ¡No me aseguraste que
son unas mariquitas?
- …Y están muy enamorados…y son tres… ¿Quién con quienes? ¡Qué
desperdicio…!
- ¿Desperdicio? ¿Qué que desperdicio? ¡Ah, a ti como que te
interesan! ¿…Y cuales te gustan a ti?
- ¡…Ninguno! ¡Ninguno!
- ¡Me provoca llamar a mi broder el PAPA y pedirle que te
excomulgue! ¡…Por violación al Derecho proporcional de las Minorías! ¡…Por
violentar el Derecho Canónigo del Sodomar! ¡…Y por Gomorrar a esta humilde y
muy católica Residencia…casi Papal…! ¡…Y no llamo a todos los Arzobispos,
Obispos…incluyendo al Papado en pleno…no lo llamo…porque…porque… me cortaron el
teléfono y por culpa tuya…que te pones a llamar a esa cuerda de viejas
degeneradas e indecentes…solamente para estar brollando! ¡Para estar levantando falsos improperios e
indecentando a toda la comarca! ¡…Pero me están dando ganas de ir a pagar el
teléfono para llamar a mis broder los Presidentes de: Rusia, China y EE UU, y
consultarles a cada uno de ellos, que me podrían aconsejar con relación a todas
estas felonías e intento de sobornar la moral y los principios amorales de toda
la humanidad entera!
- …Mi Señor…tú como que quieres que me coma el tigre…
- ¡Un bagre, es el que te va a comer…empezando por tu desdichada
bocata!
- …Esta bocata…te ha dado mucho placer… ¿O no?
- ¡No intentes sobornar y cohabitar mi libre libertad de acusarte en lo que me plazca!
¡Para ello he nacido de mi propia madre! ¡Y tengo toda la libertad que me
otorga mi propio dinero y mi ambición para conseguir a toda costa mucho más! Y
qué quede constancia en los anales de la humanidad…que todo lo estoy haciendo
para poder conseguir un poco más de dinero.
…Y procede a seguir llamando a esos libertinos de la moral
pública y la cerrada también.
- ¿…O…sea…que los llame…? ¿A tú…presencia también?
La doña salió rápidamente obedeciendo las órdenes expeditas que
su Señor, le había encomendado. Cuando salió,
el trío estaba ya un tanto desperdigado. Ellos le manifestaron que ya
estaban fastidiados de tan larga espera y que estaban pensando en la
posibilidad de irse y no volver.
La doña…los regañó y les dijo, que su maridito…estaba en otras
ocupaciones, ya que era todo un personaje y estaba sumamente ocupado y que
había decidido postergar sus oficios, solamente para atenderlos…pero que si se
ponían con malacrianzas…entonces ella se lo diría y se trancaría entonces la
posibilidad de entrevistarse con él.
Los amigos, ante la dureza que presentaba la fémina…decidieron
seguir adelante…pero qué si volvía a suceder…se irían.
La doña, se les plantó cara a
cara, y regañándoles nuevamente…los llamó malagradecidos y malayos muy
soeces y vulgares y que si no le presentaban una disculpa que le salvara su
maltrecho honor…no los recibiría nunca más.
- ¡Todo hasta aquí ha resultado: Bueno! – Reflexionó José.
- …Ciertamente… - Convino Jaime
- ¡Pero esto tiene que culminar…perfecto! – Asintió Miguel.
- Claro que debe estar mejor…estoy yo… - Concluyó la doña.
- ¿…Y su marido?
- …Está adentro…y nosotros afuera…
- …Bueno… ¿Podremos entrar?
- ¿…Entrar…? ¡….Qué desperdicio…! …Y…pensar…
- ¿Y pensar qué?
- …Pensar de pensar…
- ¿Y cuál es el desperdicio?
- ¡…Ay…tanta basura…! ¡Qué fastidio!
- ¿Basura?
- ¿Está sucio el ranchito? – Preguntó Jaime. No había terminado
de hacer su pregunta…cuando la esposa…se fue poniendo rojo…rojo a explotar y
todos al ver, la expresión de ella…se quedaron sorprendidos y
nerviosos…esperando la explosión femenina.
- ¿…Ranchito? ¿Cuál ranchito me hablas tú?
- …Quise decir…su morada… - Jaime comenzó a retroceder ante la
iracunda, quién estaba a punto de reventar y no escondía su cólera.
- ¿Morada? ¡No mijo! ¡El color de mi Mansión es: B L A N C A!
¡Además yo vivo en una MANSION!
¿Estamos? – La doña miraba instintivamente hacia su casa, como esperando que de
un momento a otro apareciera su enojoso maridito.
- …Perdóneme - Tanto
Jaime, como sus dos amigos, se contagiaron y temieron que el señor de la
casa…ojalá no saliera…pensaron que de haber sido así el problema…se hubiera tornado insoportable…porque el pánico que demostraba
su esposa…era contagioso.
- ¡…Mi excelso maridito si te escucha te arranca…la lengua! – El
trío, tragó fuerte. De ser esa la posibilidad… ¡Adiós comprita!
La excelsa dama, miraba con una mirada cómplice…les hizo
notar…qué ella, a pesar de todo…estaba con ellos y de una forma u otra les
hacía creer, que era de confiar y que les ayudaría con su esposo.
Haciéndoles señas. Les indicaba, que iría a ver si su esposo…los
había escuchado e hizo con ademanes exagerados…qué sigilosamente se percataría
de que no fueron escuchados…
Miguel, les hizo señas a sus camaradas. Pidiéndoles más
prudencia. Tranquilidad y sosiego.
- Perdóname Miguel…se me salió…nunca pretendí ofenderla… - Se excusó Jaime, muy apenado.
- …Hay que tener mucho cuidado…la gente del campo…son muy
delicadas….
- ¡De que es un Ranchito…! ¡…Lo…es! - Alegó José resueltamente.
- ¡…Estamos claros…! – Concluyó Miguel.
- …La verdad es que…no me arrepiento de lo que dije…me
arrepiento es: ¡…De haberlo dicho!
- ¡Exacto! – Ratificó José.
- …Como quiera que sea… ¡Es la verdad! – Dijo resueltamente
Jaime.
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