¡Por
todos lados nos avergonzarán!
¿Se mofarán
de mí?
¡Mis amigas
de los Club en dónde estamos afiliados…!
¿Qué me harán esas desgraciadas…Se
atreverán? ¡Malparidas…Degeneradas!
¡Tendremos
que inscribirlos en un colegio público!
¡Qué
deshonra! ¡Qué humillación!
¿Y ahora;
qué será de mí?
Tanto que
me ha costado a mí, levantar a esta familia…
Tanto
esfuerzo, desvelada siempre porque este carajo no se me meta en la bendita
política y ahora ¿Me viene con esto?
¿Qué habré
hecho yo para merecerme esto? – Y volviéndose hacia dónde se encontraba éste…lo
miró con ojos llorosos.
Sin
contenerse, gimoteaba como lo hacen los crios, su respiración era muy brusca,
temblaba en toda su humanidad.
Su marido
estaba perplejo, sin saber que hacer, pensando en qué actitud podía asumir y
preocupado por lo que estaba presenciando.
Prefirió
seguir en silencio y sin moverse, porque temía una reacción adversa de ella.
Los hijos
oyendo aquel escándalo, corrieron en el temor de que sus padres estuvieran
librando una cruel pelea y que se hubiesen ido a las manos, pero al llegar a la
cocina se pudieron constatar de que su padre, estaba absorto viendo gemir y
gritar a su madre, y ella estaba inconsolable.
No
entendieron, aunque para alivio de ellos, su padre no le estaba pegando…
¿Pero el
por qué ella le gritaba y gemía con tanta vehemencia?
Ella
desaforada ¿y él?
Tranquilo,
aunque se le notaba a leguas de que estaba asustado.
No lo
pudieron entender…se le acercaron y con el mayor de los sigilos y preocupados de que ella no los descubrieran,
le preguntaron casi en susurro:
- …Papi…
¿Por qué está así? – La niña calló temiendo que su madre arremetiera en su
contra, temerosa busco refugio detrás de su padre.
El niño
seguía absorto contemplándola…pero sin atreverse a más nada.
En un
pequeño descuido, él se volvió hacia sus hijos y les hizo señas de que se
calmaran…pero la pequeña estaba horrorizada, seguía sin comprender nada de
nada.
-
…Papi…Papi… - Apenas alcanzó en un micro descuido y se volvió hacia su cría y
le dijo también en un susurro…
- …Se le fundió un fusible…
- ¿Qué se
le fundió…quééééé? – Respondió ella temiendo que ese veredicto fuera lo peor y
que su madre estaba grave…
- ¿Qué fue
lo que dijo Padre? – Se le zumbó el varoncito…mucho más asustado que antes y
sin entender nada.
Los dos
comenzaron en un lenguaje de muchas señas, pocas palabras y casi en un susurro
ya exasperante…
- Él me
dijo que se le fundió… ¿Algo parecido a fu…? ¡No sé!
- ¿Y eso es
grave? – Le inquirió a su hermanita.
Por
respuesta ella movió sus hombros (en
señal de clara impotencia) y con los ojos desorbitados, llevaba sus manos de su
cara y las estrellaba contra sus piernas…no entendieron nada, pero que con toda
seguridad, de acuerdo a como la veían a ella desenfrenada y a él…asustado.
¡Algo muy
malo le estaba pasando!
-
¡Paaaaaaapiiiiiiii…! – Casi gritándole pero con el temor reflejado en todo su
cuerpo, inquirió de forma perentoria.
Su padre se
vio precisado a atenderla.
- ¿No ves
que no te puedo atender…?
- …Pero
papito… ¿Es grave lo que le está pasando…? – No la quiso nombrar pero con sus
deditos la señalaba.
- …Es una
crisis… ¿No la ves cómo está?
- Pero…
¿Estaban peleándose otra vez?
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