"Asechanzas" "Asechanzas" "Asechanzas"
(¿Qué debo
hacer…? ¿Corro…pero adónde…?
Presiento que
me tiene medido…)
Así que en vista de que me considero en
desventaja, procedo a obedecer.
- …Por lo visto aún no me reconoces… ¿Cierto? –
Su voz me dejaba una sensación de cercanía, pero ciertamente que sigo en
ascuas.
- Debes entender que aunque no puedas ver, con
tus ojos terrenos; debes agudizar tus sentidos.
(…Agudizar mis
sentidos…
¿Y cómo se
logra esto…?
No entiendo
nada…)
- ¿Y en dónde
me encuentro? – Le pregunté.
Silencio.
Comienzo a
sentir una sensación de desasosiego, de angustia.
- ¿Y qué importancia puede haber el sitio en
dónde nos encontremos?
- Para mí, sí
que lo es. – Respondí casi al instante.
- …Para
nosotros ya no tiene importancia alguna.
Y para ti, ya
no debería importarte…
(¿Cómo así?
¿Acaso estás muerto…y yo?
¿Qué habrá
pasado conmigo?
No me siento
muerto…nada en mí me anuncia esto…
¿Y por qué a
mí ya no debería importarme…? ¡Zape!)
- ¿Y por qué
ya no debería importarme? – Se dispararon todas las alarmas en mí ser.
El sentirme
que ya no existo, me causa estupor.
- ¿En dónde me
encuentro?
¿Quién eres?
¿Qué es lo que
me está pasando?
- Calma.
Estate quieto. ¿Estás viendo que tu paz es muy inestable?
(¿Y este me
viene a hablar de: “Paz”? ¿Y eso con qué se come? ¿En dónde estaré metido...?)
- Es qué no sé
en dónde ni con quién estoy… - Una gélida brisa se estrella en mi humanidad.
Un frío de
muerte se enseñorea en todo mí ser…y esto comienza a preocuparme, más bien a
aterrorizarme.
Por instantes
comencé a perder mi concentración.
(¿Y ahora; qué
será de mí?)
No pude
controlar ni mi propio mundo, ni mi ser…mi entorno comenzaba a ponérseme
borroso.
Inestable y
fácil de extraviarse.
No me gusta
para nada, el sentirme preso de sensaciones que me son ajenas, pero que me
sujetan.
Me dominan. Es
algo así como el perder el dial de una radio.
El no poder
estar en sintonía con todo a mí alrededor.
(¿Y ahora…qué
será de mí?)
- …Tranquilízate…no pierdas tu estabilidad… -
Me decía y en la medida que se me aproximaba para darme su apoyo más frío
tétrico sentía, hasta que llegó el momento que le exclamé:
- ¡Párate, no
te acerques más a mí! – Era inconcebible
lo que me estaba pasando y en la medida que se acercaba a mí, profusos sentimientos me posesionaban.
No sabía ni
que hacer, ni qué decir y esa sensación de pánico paralizante que no me
abandonaba.
Me vi
precisado a preguntarle con mucha angustia:
- ¿Quién eres
tú…acaso la muerte?
- ¿Por qué tu
cercanía me produce este escalofrío que no puedo controlar?
No sé a
ciencia cierta qué es lo que me está pasando…pero lo que siento no es de mi
agrado.
¡Aléjate por
favor! – De pronto pude comprobar que se alejaba y con él, comenzaba a tomar
mejor temperatura todo mi entorno.
En poco
tiempo, ya no me sentí ni siquiera allí
Súbitamente
pude constar en mi propio cuerpo, que de alguna forma estaba traspasando una
pared.
(¿Qué es
esto…? ¿Qué me está ocurriendo?
No entiendo
nada.
¿Cómo podré
entrar a un cuerpo sólido como esa pared? ¡Si es más fuerte y compacta que mi
propia estructura!
¿Qué es esto…?
Me estoy
sintiendo aprisionado…
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