"Asechanzas" "Asechanzas"
¿Qué lo
toleré…cómo así?
¡No
entiendo que es lo que me están haciendo!
En
principio pensé que estaba nadando, pero ni veía ni sentía medio acuoso alguno,
además todo era seco y algo así como árido.
Llegué a
percibir el aroma del cemento.
De las
cabillas.
De la
tierra.
De los
espacios vacíos que allí reposaban.
(¡Esto es
increíble!
¿Cómo
puedo entrar aquí?
No me
duele. Tampoco me rechaza.
Lo que
sí es cierto es que me siento muy
extraño.
¿Y puedo
verlo? ¡Sí, lo puedo ver!
Y todo se
me está presentando como en cámara lenta.
Es maravilloso. Me siento extraño.
Pero no me
duele…Aunque ya no puedo ver mis propias manos…
Mi rostro
se está como transmutando…
No
entiendo nada. Estoy absorto.)
Lo que no
pude ni entender, ni asimilar, como tampoco justificarme a mí mismo era como
teniendo un cuerpo sólido y pesado, pudiera hacerlo.
¿Cómo lo
estaba logrando?
No lo sé.
En verdad, no supe el cómo, tan solo que ya lo estaba haciendo.
De repente
creí que me había quedado atorado.
Respiré
profundamente.
Volví a
aspirar ese polvo lleno de cemento, tierra y ese olor a metal en estado de
erosión.
Creí que
me estaba asfixiando.
Aún así no
sentí dolor en mi pecho, qué raro, pensé pero era cierto.
Y me
percaté más por la insistencia y la incomodidad que por otra cosa.
Aunque ya
estaba empezando a fastidiarme.
Quise
hacer algo, quizás protestar o por lo menos…algo, pero no sé por qué razón…no
lo hice.
Pero de
repente, una fuerza ajena a mí, me rescató.
Su fuerza
debió haber sido algo considerable…
Pero en
fin…ya no me sentía con esa tan desagradable sensación de opresión.
Y en
verdad, que me sentí hasta raro.
¿Pero qué
más podía esperar?
Inicialmente
sentí un asombrosa sensación de
salvación y hasta puedo ser sincero…
¡Me agradó
enormemente!
Pronto me
vi en el extremo fuera de la casa.
Por unos
instantes agradecí aquella ayuda tan
providencial.
(¿Pero cómo
es esto? No logro comprender nada.
¿No estaba
adentro…en mí cuarto?
¡Pues sí
que allí estaba!
¿Y cómo
por arte de magia…Estoy fuera?)
Pronto una
brisa nocturna, muy agradable por cierto, borró esas fragancias que ya me
estaban atormentando.
Aspiré profundamente
grandes bocanadas de aire.
Y las
exhalaba con aquel intenso placer.
Ya estaba
libre.
La
impresión de encontrarme atorado en medio de esa pared, no era nada agradable
en contraste con esta libertad que estaba sintiendo.
Pasaron
unos minutos en los cuales me creía que estaba solo…pero nunca fue así.
- ¿Y ahora, cómo te sientes…mejor verdad?
(Tan absorto estaba dentro de mí, que no pude percibir nada.
Creí oír unos sonidos y hasta puedo asegurar que sé lo que me dijo…pero es que
no sé. No entiendo nada, no logro descifrar esto.)
De repente sentí que me tocaban con mucha insistencia.
- ¿Qué…qué pasa? – Acerté a balbucear sin poder asimilar nada.
- Te estaba preguntando: ¿Qué cómo te sientes ahora mismo?
(He tenido problemas con mi mini...Al parecer algún virus le ha entrado...)
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