Valles de Aragua.


                                                 -Ricos y fértiles valles de Aragua-
                                                          -Google imágenes-










“¿Qué podremos hacer…?”





Se encontraban los tres amigos: Carlo, Ricky y Juan, muy abatidos, mas bien confusos.
(En el campo de los deseos, que se contrasta con la realidad imperante, puesto que una cosa es la que entra dentro del campo de los buenos deseos, y otra muy distante lo que se ve que acontece en tu realidad circular.

“¡Ay que  vida tan desconcertante!
Que cuando tú crees que todo está bien
los tanganazos que te dan
te reprochan tu ingenuidad,
te jalonan y te someten: Porque lo que es,
es (Bien pareciera que real es.),
aunque tú te empeñes en que no lo es.
Sabía es tu voz interior, que cómo  un cañón
te ruge ante la impavidez de lo que no se cree
… ¡pero que así ha de ser!”)

Trataban de entender del por qué suceden las cosas, como están sucediendo.
En  medio de inmensos pantanos   -que antes no habían divisado (Por temor o por comodidad.)-      e inmersos en  profundas hondonadas que aún no lo habían percibido (Porque no hay peor ciego, que el que no quiera ver.)…Pero que allí estaban (Aunque negar lo deseen).
Hacía un rato que tuvieron que abandonar una reunión en la que intervino Domingo, el cuarto integrante de este grupo que por largos años siempre habían tenido múltiples reuniones y ágapes, incluso aventuras que en sus años mozos se vieron precisados a convivir.
Las edades son pues puentes transitorios por los que en una época tuvimos que pasar…Pero ya una vez realizado ese tránsito, su importancia carece.
(Pero es que somos necios, hasta en nuestra propia necedad.)
Ciertamente, habían tenido sus inconvenientes, pero siempre habían sido pasajeros, pero en esta ocasión: Algo había fallado.
Y ese “algo” era una sombra política, ese considerar que en la vida todo es un juego y que importancia no le demos, que hasta hace poco, era hasta imperceptible…Pero es que las cosas suceden…Y aunque no la veas, ni las sientas…Pero allí están.
- Una cosa es cierta… - Dijo reflexionando en voz alta Juan, ante tus dos compañeros: Carlo y Ricky, quienes seguían con precisión y atención cada una de sus apreciaciones…
- “Antes” nosotros teníamos pantalones cortos, jugábamos aquellos juegos que en el día de hoy, nos deleitamos viendo a nuestros nietos…Pero ya esos tiempos: ¡A nosotros…Nos ha pasado!
Cuesta mucho aceptar lo que en antaño nos agradaba, pero es cierto. Ya nuestros pantalones son largos y mustios por el tiempo transcurrido.
No nos vemos bien, utilizando ya esos shores que en una época tanto utilizábamos…Nuestra flacidez denota nuestros muchos años. Hemos envejecidos, y nuestros espíritus no. Ciertamente que nos negamos a ver nuestra propia realidad.
¡Pero es que está allí y el que no “queramos verla” a nadie le importa…Pero allí está!
Y refiriéndome a Domingo, pues él siempre ha sido extremista. ¡Esa es su forma de ser!
¿Qué le podemos hacer…? No somos sus padres, ni sus hermanos. Tan solo compañeros de esta vida.
- Discúlpame Juan… - Le interrumpió Ricky quien desde su posición, estaba mandando mas señales que un dinamo. Todos se percataron de su incomodidad, pero a nadie le había molestado, pero en vista de la actitud asumida, el resto de sus amigos aguardó con un prudente silencio.
Ricky se rasgaba su calva y sus movimientos angustiosos se perdían en el espacio que lo bordeaba, y así estuvo hasta que logró redondear las ideas necesarias para emprender su exposición, que comenzó de esta forma…
- …Yo entiendo todo eso; amigo mío (Dijo refiriéndose a la exposición de Juan.) pero lo que no logro asimilar es: ¿Por qué si siempre hemos sido los mismos…Ahora se voltea en contra nuestra…?
¿No hemos sido amigos en las buenas y en las malas…?
Y no es que venga ahora para ahondar en nuestras diferencias…Pero ¡por ejemplo! Nosotros tres siempre hemos sido solidarios para todo.
¿Por qué él…Se desmarca…Ah?
¿O sea que cuando a mí me convenga…Lo acepto y cuando no: ¡Lo destruyo! Ah?
¿Eso es “correcto”?
Porque yo me acuerdo, que cuando él está en problemas, nosotros de una u otra forma                   -y dependiendo siempre de nuestra condición económica-    pero siempre hemos estado allí, ¡con él, para lo que salga!
¿Por qué ahora se viene a enceguegar…Por  qué…?
- ¡Discúlpame Ricky, que ahora sea yo el que me vea precisado a interrumpirte! – Le dijo adelantándose un palmo hacia su colega.
- La condición humana, siempre prevalece en todos los órdenes de nuestra vida.
Por ejemplo: Si hacemos un poquito de memoria, todos nosotros debemos recordar que nuestro común “aliado” siempre ha sido así.
¡Toda su vida ha tratado de pasársela de ser “el mejor”!
¡El plus ultra en todo!
¡Siempre con ese afán de superarnos en todo!  …Deben tener memoria de esto.
De manera tal, que él no ha cambiado en nada.
Mientras todo a su alrededor gira y se permuta…Él no. Él disfruta deteniendo el mundo a su alrededor.
Minucioso, a la expectativa siempre, como un león al acecho. No le pierde pisada a nada, ni a nadie…
Hagan memoria y descubrirán…
Que no estoy errado. – Todos callaron y cada cual rebuscó en sus pensamientos, transcurridos unos segundos, asintieron.
Ya todos estaban en sintonía.
Carlo aprovechó para continuar con su tesis…
- Esto que nos está pasando a nivel de pueblo, siempre ha sido así.
Toda la vida hemos estado bajo la figura de un gorila. ¡El ruge y todos corremos a obedecerle!
Y no es la primera vez que este país ha caído bajo las garras de un esbirro. ¡Es que no tenemos memoria, y por “eso” precisamente es que caemos y caemos, siempre con la misma piedra!
La historia es el reservorio de todo nuestro pasado.
¡Es que como pueblo seguimos en nuestra lealtad!
Y no deberíamos de desechar. ¡Pero allí está!
La condición humana es de esa forma. Apartamos lo que creemos que no nos interesa, sin sopesar si realmente es bueno o propicio para nosotros.
¡Vanidad de vanidades!
Y todos los que llegan al poder,   -¡claro está! Antes de agarrar “el coroto”-    puesto que una vez que se sientan en el trono… ¡Es otra historia!
¿No se han puesto a analizar, que en las campañas electorales se la pasan recorriendo al país de cabo a rabo…? Duermen en los barrios, comen la comida en las ollas de la gentuza, se sientan en las piedras, acarician a los niños llenos de mocos y apestosos, besan a las ancianas desdentadas… ¿…Y…?
Eso no los hace ser “del pueblo”…Y lo afirmo con esa congoja… ¡Pueblo harapiento y descalzo!
¡Pero les da votos!
…Y eso es lo único que persiguen.
¡Ah pero cuando se sientan” en el trono del Poder…!
¡Se olvidan de todo!
…Y es cuando el mismo pueblo zarrapastroso, hediondo y quejoso es el que tiene que “hacer una recolecta entre todos los vecinos” para poder costearse un viajecito a la capital, para visitarlo en su “bunquer” (En su Palacio de Gobierno.) y pedirle una cita…Para ver ¡cuando carrizo te la dan! (Y si “tiene tiempo para atenderlos”) ¿Y para qué…?  ¡Para recordarle todas sus múltiples promesas!  …Solo que ahora…Ya no se recuerda de nadie.
¡Así siempre han sido…Y lo seguirán siendo!
…Eso forma parte de nuestro “gentilicio” de “nuestra forma de ser y de ver todo lo que nos rodea” – Carlo calló, esperando algún comentario pero se encontró con que todos lo seguían con atención pero que ninguno de los presentes se atrevió a interrumpirlo, al contrario, asentían en señal de apoyo ante lo que él pronunciaba.
- Y lo mas triste… - Intervino de nuevo Juan, pensando en voz alta y sin mirar a nadie en específico, fue deletreando cada palabra como si la estuviese “moldeando” a fuego lento…
- Es que esto que estamos viviendo en Venezuela, se esté repitiendo en toda la bolita del mundo.
¡Por ejemplo!  …Y me llama la atención ese mensaje del papa “Panchito” (Y lo digo con el cariño que le tengo y no por desprecio. ¿Ok?) que a pesar de que todas las religiones del mundo pregonan el amor y la paz… ¡Nos matemos por eso…!
¿No es inconcebible esto? Allí están los musulmanes, con sus guerras destruyendo a todos los que no creemos en ellos. “Infieles” nos endilgan y por esa condición…Nos masacran.
Y allí vemos como sátrapas como el sirio, esté liquidando a su propio pueblo.
O como los ayatolás de Irán, que están exportando a sangre sus ideologías.
O como se están matando unos a otros, entre los judíos y los seguidores de Alá.
No es posible, que por la terquedad de muchos, tengamos que pagar poblaciones enteras y nos veamos sometidos a guerras, a liquidaciones a mansalva, a genocidios sin ton, ni son.
- Pero es así…”Nuestro género” siempre imponiendo “nuestra voluntad” y así es que emergen los dictadores de la cual   -volviendo a nuestra historia actual-  fue este mismo pueblo el que lo eligió. Lo soportó. Se lo caló.
Y fueron    -o mejor dicho: ¡Es!-   hasta la fecha: 17 años de oprobio. De dominio sistemático.
De estar regalando lo que nos pertenece.
De estar manteniendo a otros gorilas como lo son los que han dominado ha (por ejemplo): Cuba, Argentina (La del matrimonio aquel, no a la actual.), Nicaragua…Y pare usted de contar… - Parafraseó Carlo con un gesto de cansancio. – Calló y guardó silencio, los demás hicieron lo mismo, ese tipo de tema ya es muy cansón   -por lo menos para ellos-   que siempre se han visto en esa precariedad.











© Bernardo Enrique López Baltodano 2016





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