Asechanzas...







Pronto ya no sintió su propio ser.  No percibió cambio alguno, y el no estar consciente de si seguía siendo sólido o que estuviese en estado acuoso, espeso o flojo…Ya carecía de importancia alguna para él.
No supo a ciencia cierta nada más sobre sí mismo. Si el estar consciente o inconsciente.
No estaba consciente del tiempo.  ¿Era de día o ya de noche? No tenía interés alguno.
Ya no sentía sentimiento alguno. No pudo discernir que ¿era el dolor o qué era su ausencia? Esas sensaciones que en antaño lo emocionaban o lo entristecían o le causaban estupor, esos cambios de “humor” ya pertenecían a su pasado.
Y ni siquiera en estos momentos surtían de “sapiencia” alguna. Ya que estaba en cero “absoluto” Por lo que al carecer de un histórico confiable…estaba huérfano.
Y le daba igual el estar vivo o…en reposo.  
O nebulizando.  
No sabiendo si esto era importante, mas bien desechaba cualquier tipo de pensamiento.  Su deficiencia era sumamente notoria…Se plasmaba en él.
Sensación de no saber nada y de carecer valor alguno. Déficit en todos los sentidos. Privándose de todo.
Entró en un limbo. Se cubría en su lago amniótico, cual si fuese un feto. Tercamente se arropaba. Sentíase en su “ambiente” sin que le pudiesen alterar su ego.
No sudaba como tampoco sentía frío. No estaba consciente de si mantenía sus ojos abiertos…
No veía nada. Su mente estaba a millón, pasándole películas una tras la otra.
No tenían sentido… Algunas presentaban hechos violentos. Masacres. Asaltos con heridos y muertes. Violencia asimétrica. Destemplada. Los más bajos instintos floreciendo en su hábitat normal y lógico.
Violaciones de todo tipo, en su diversidad asombrosa de grados y de hechos. Sadismo puro y venial. Exterminios masivos, colectivos como también la mutilación tanto de bebés que apenas amamantaban, como de ancianos que por su edad avanzada deberían tener un final mejor.
Caos. Desnutrición. Destrucción. El final violento y sádico de un mundo en conflicto y lleno de caos.
En otras la felicidad era extrema. Mundos bellos y sofisticados. Todo calza a la perfección.
Nadie sufre, todos viven en perfecta armonía. El amor en todas sus facetas, predominando siempre en escena.
Carencias hasta de malos pensamientos. Todos sus protagonistas son bellos, hermosos, excelsos…Hasta los hombres que allí aparecen. Todo un idilio de perfección, cuajados en los más nobles y enaltecedores sentimientos. Todo sensibilidad. Ternura hasta para exportar. Toneladas de exquisita abnegación.
(Sin duda alguna…No es terráqueo.)
Cero maldad. Ausencia de iniquidad.  No hay inmoralidad, todo dentro de los cánones de la perfección absoluta.
Sin violencia ni de  género, ni de ningún tipo. Todo un paraíso, perfección en todos los ángulos.
Exactitud tanto de tamaños como de cuerpos.
Simetría y elegancia en su estado mas noble y benigno. Algo que él nunca siquiera ha presenciado.
¿Y qué sentido puede tener “esto”? Ninguno.
No guardaban relación alguna. Tan solo veía sin mirar ni detallar nada, tal como hacen los autómatas, sin reflejo alguno, como una máquina hecha por el hombre, como una filmadora…Grabando…Pero sin cinta.
No tiene sentido alguno.
En donde el estatismo era la consigna.
Sin cambio previsible. No es día como tampoco es de noche.
No hay sol, pero tampoco luna.
La ambigüedad, el equivoco, ausencia de concierto  es la media que todo lo contiene…Aquí.
Todo al revés o en patas arriba. El desconcierto.  La anarquía en su perfecta conjugación.
Sintió que ya lo estaban alargando.  Y en ese tensar…Le ocasionaba incomodidad. Irritación. Y es que no “esto” no era su estado de “reposo o de quietud” Era todo lo contrario y ambivalente.
Algo parecido a: rechazo absoluto lo azotó. Inquieto se sintió. Quiso oponerse. No. “¡No quiero esto!” centraba sus pensamientos en esta opción.
Ansiaba retornar a su mundo anterior…Pero su “intención” fue obviada. No le tomaron ni su opinión ni esperaron su determinación.
Quiso oponerse y en sentimiento así lo decretó…
Se tuvo que conformar con lo inevitable. Sin lugar a dudas, él no era el sujeto de decisiones rápidas.  Ni sus deseos o voluntades eran tomadas en cuenta. Ninguna.
Era la víctima ideal o el conejito de los experimentos.
Tanto así que volvió a sentirse traspasando otro cuerpo grueso, frío, sólido y hueco en su interior.
Se sintió magullado. Aprisionado. Abatido y exhausto.
Nuevamente una etapa de sufrimiento estaba surgiendo.
…Y no lo pudo, o no supo…tal vez simplemente se sometió. Aceptando que se hiciese con él, lo que quisieran. Su destino dejó de ser controlado por él.
Y como una marioneta, se replegó. Algo en lo mas profundo de su ser, así se lo indicaba. Y él sencillamente obedecía, sin chistar en nada.
Tan solo fue un testigo fiel de todo cuanto acontecía. Y sin poder huir, aunque sea en pensamientos, no lo logró. Falló en todos sus intentos.
Obligado y sometido, debe estar consciente tanto en visión, como en entendimientos así como en sentir en “carne propia” todo lo que le deparaban solamente…a él.
El ser o el no ser.
¿Total?
Nunca fue consultado. Tan solo está siendo “empleado”.
Un nuevo báratro se desplegaba ante él…sin poderlo evitar. Ya no controlaba él, a lo guiaban con pasmosa crueldad. Lenta e inexorablemente…
Su rostro está igual que su ser…En anarquía escueto.
Barullo. Estruendo. Ofuscación. En bullicio.
Toda una jungla de la cual ya no podía escapar…Debía afrontarla…Resistirse. ¿Hasta cuándo…? No lo sabe…

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