“Creible increíble”
“¿Qué he de
hacer, cuando ya nada se
puede hacer…?
…Todo en mí
se me niega…
Y lo poco que
coordino…
…Me abandona…
¿A quién he de acudir…?
Jauría de bestias
insaciables pululan demasiado cerca…
…Me desconcierta
inhabilitado me encuentro…
Su vaho me obnubila
y me enceguece
¿Qué, qué
podré por menester ser o hacer…?
“¡Oh vida de mi vida!
¿Qué he hacer, cuando todo perdido está…?
Pocas ganas me dan…Y no sé si “el hacer”
me cause mas daño, que el dejarlo así…
¡Qué irónica es esta vida!
Que cuando quiero vivir… ¡Algo me indica lo contrario!
Qué angustioso afán, me incita a no pensar.
Que de dilemas tiene este existir
que cuando quiero llorar…Me provoca reír…
Y cuando mi angustia en su pasar me avisa,
la risa se hiela en mis labios.
Mi rostro se endurece y mi palpitar se agita.
¿Para cuándo podré existir?
Todo se agita fuera de mi y en mis adentros
un inmovilismo que me aterra y es que
a mi se aferra, espantando algo bueno que se me
acerque.
Y esto en verdad, ya no sé si será bueno o si así ha de
ser.
Mientras tanto he te contemplar.
he de presenciar.
De estar, aunque no lo desee.
Presiento que nada he de hacer,
nada puedo impedir.
Como tampoco propiciar puedo.
Desconozco mi final, si tan solo pudiese descubrirme
en este ahora que lo percibo tan y tan lejano
siendo tanto así que ya ni a mi me reconozco.
Atado
estoy…Aunque nada visible me someta.
Atado estoy, pero mis manos están libres.
…Pero… ¿De qué libertad me ufano?
En principio no sé…
En segundo no es mi deseo…
En tercer punto, atenazado me siento…
No veo a quién apresado me mantiene.
¿Será necesario el verlo…Para que todo en mi así lo
entienda…?
No he entender, lo que apreciar me cuesta.
¡Estoy aquí y esa es mi verdad!
Mas sin embargo…Y en verdad…
Siento profunda pena de mi mismo.
Ciertamente no siento las cadenas sobre mi.
Tampoco veo celda alguna, que me encierre.
Látigo no contemplo ni en mis carnes ha herido.
Pero de que lo es así… ¡Sí! ¡Seguro estoy!
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