Si me quisieras.

“Si me quisieras”

- A tus pies me rindo…Bella y hermosa mujer. ¡Que estoy que me derrito por tu querer!

- Y yo lo lamento pero no me veo con usted.

- ¡Qué lástima! Porque dispuesto estoy a bajar todas esas estrellas que te están viendo y así tú me dirás cuál ha de ser de tu querer.

- Mucho esfuerzo haría…Pero en verdad no me veo con usted.

- Dispuesto estoy a traer esa luna grande y hermosa y ponerla en tus pies.

Eres lo mas bello que se ha atravesado en mi ser.

…Si me quisieras…Mucho haría por ti…

- Pues qué pena me da con usted…Que mucho ardor derrocha…Pero me temo que pérdida grande ha de ser.

- …Si me quisieras…Aunque sea “un poquito” el mundo pondría a tus pies.

Eres lo mas hermoso que han visto mis ojos…Tu larga cabellera endulza mi ser.

Eres toda una hermosura…

¿Por qué no quieres mi querer…?

…No ves que me derrito ante semejante ser…No hay montaña que se asemeje a tu grandeza…Tus ojos son dos luceros…Tu mirar me hipnotiza…

- ¡Qué pena me da usted!

- ¿Pena te da mi ser?

¿Por qué te amo de verdad?

Desprecias este sentimiento que con tanto ardor expreso ante ti.

Una estrella luminosa que ha transitado por mi cielo bendito…

- No me veo con usted.

- ¿Por qué me niegas tu querer?

- Discúlpeme…Su tiempo ha perdido…

- ¿Qué he perdido mi tiempo…?

¿Y cuándo perder se ha dicho…?

Mi sangre se está derramando.

Mis lágrimas se han esparcido.

Y este sentimiento tan grande y sincero…Desperdiciado ha sido.

¿He de ir a clamar a lo mas alto de esa montaña?

¿He de bajar a las mas bajas hondonadas para verter mi perdida…?

Mi corazón sincero te lo he dado…

Y me lo has rechazado.

…Te me he expresado con la mayor sinceridad…Y no me has escuchado.

- Qué pena me da, pero mi tiempo valioso es. Por favor su camino ha de seguir.

- Ante tu majestad me rindo. Tus ojos me han clavado, desgraciado me siento.

Está bien, he de proseguir mi andar.

A la noche oscura he de llegar…Y a las bestias he de reconocer que aunque mi amor despreciado ha sido…Pero seguiré amándote en mi silencio.

Y en mi mundo…Nadie me ha echado.

Mis plegarias elevaré…Qué si me quisieras… ¡Qué felices seríamos!

Porque dispuesto estoy a detener a los vientos por muy presurosos que vengan y al sol opacaría si fuerza me dieras, pero así no ha sido…Cómo tampoco tú quieres.

¡Pasen los vientos del norte al sur y del este al oeste!

Y ojalá se lleven todos mis pesares. Porque aunque me hayas evadido y mi presencia te obstine…He de irme por donde ya no me puedas ver…Pero aun así…

Amarte seguiré y eso no me lo podrás prohibir…Puesto que en mi mundo…

¡Mi reina serás y a pesar de los pesares…!

En mí; reinar podrás…En la sombra de mis pensamientos plegaras…Y en cada latido que dé este corazón… ¡Por ti será!

He de irme por donde he venido, mi cabeza alta se erguirá.

Y si amor despreciado ha sido…

No importa…Mi sendero seguiré…