“De compras”
- Hoy en la mañana me levanté con una pereza (¡Que me llevaba!) pero he tenido que aplicar todas mis fuerzas (Escondidas.) que radican en mí (En alguna parte, solo que a veces me es difícil encontrarlas…) y que estoy seguro de que las tengo.
Y no se el por qué, pero últimamente he estado con ese “fenómeno”
(…Ha de ser que alguien me la pegó…) pero aún así, estoy luchando constantemente en contra de ella.
Y a decir verdad, en ocasiones me dejo vencer (…Para que se lo crea…) pero a decir verdad…No mejor cambo de tema, porque sino me pongo a hablar conmigo mismo y me van a cerrar el súper y  la carnicería.
-  ¡Vamos, vamos! ¡Pereza! ¡Abandona a este cuerpo trabajador! – Y diciendo esto me dispongo a quitar de encima de mi cuerpo toda fuerza retrograda que me impida mi libre tránsito.
Sacudí con fuerza mis brazos, mi torso.
Lancé varias patadas mortales en contra de mi agresor…Por la cara. (¡Para noquearlo!)
Terminé de decidirme y me puse rápidamente mi pantalón y mi camisa… ¡Ah y mis lentes oscuros! Busqué una gorra, me la puse.
Abrí todos los cerrojos de mi casa.
El de arriba, el del medio y el de abajo (A la altura del tobillo.) Y luego me quedó el de la protección…Igual tarea….
¡Ya logré salir y me cercioré de cerrarlo todo! ¡Con mucho detenimiento!
…Bueno ahora me queda el portón de hierro de la casa… ¡Ya estoy afuera!
¡Libre de las ataduras, de candados, cerraduras y cadenas!
El tránsito vehicular está como todos los días, pero si hay poca gente de a pie.
Bueno una vez que ya tengo despejado mi camino (Quiero decir…
Que la vereda esté despejada.) Decidí comenzar mi periplo.
A los pocos metros llegué a la avenida principal, y ya fui notando que el tráfico era mayor.
Pero a pocos metros comienzo a ver los restos de las ya famosas “guarimbas.” (Los vecinos colocan toda clase de cosas; desde muebles viejos, basura, ramas, cauchos viejos…En fin, de todo lo que consigan para obstaculizar el libre tránsito de los carros y camiones.)
Me consigo los restos de lo que en algún momento fue un canino, malolientes por cierto. Lo bordeo pero su hedor no lo pude evitar.
Llegué al súper de los “chinitos” (Llamados así en mi país: Venezuela a los oriundos de la China.) Y pude comprobar que mucha gente tuvo la misma idea y en el mismo momentos, como de sitio. No me quedó mas remedio que meterme en la cola y esperar mi turno.
Una vez adentro comienzo a ver que la mayoría de los estantes están mas vacíos que llenos. Falta de todo.
Pensaba ir a comprar (…Si me dejan…) Jabón (o liquido o en pasta, o de jabón para lavar.), de repente consigo papel sanitario…O de repente consigo crema de dientes…Muchas cosas me hacen falta.
- ¡Bueno de repente…Algo consigo…! – En verdad fui lo mas optimista posible… ¡Pero nada de eso pude conseguir! – Pienso que la situación que estamos viviendo es muy dramática.
Ir a los súper para buscar pero siempre conseguir la misma respuesta: No hay. No hay.
Y es lamentable ya que hasta hace algún tiempo, algo se conseguía, pero cada día esto se está poniendo mas y mas delicado.
Con la visión de las calles, el ornato de estas ciudades, ya todas deterioradas se ven cada vez en el abandono y en la desidia.
Aunque noto en las caras de todos, esa sensación de optimismo y de alegría cuando logran conseguir lo que están requiriendo.
Quiera Dios que nos podamos volver a encontrar y que la paz y la unidad que en antaño teníamos vuelva a imperar.
Presiento que muchos piensan como yo.-


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