- ¡Chico no hay “pero” que
valga! ¡Es que no hay excusa posible!
…Y a mí en lo personal no me
gusta dialogar con ignorantes.
…Y pienso que vos no lo soy.
¿O me equivoco…? – Me miraba con ojos de “no me gusta este tipo” y yo me vi
precisado a tener que fijar mi posición al respecto.
- No. No yo leo… - Me miró
por largo rato para después concluir con…
- ¡Uno siempre tiene que
estar muy bien informado!
¿Y por dónde mas? ¡La Prensa!
(Uno no debe dejar de llevarse por los comentarios que se escuchan en la
calle…No señor. Hay que leer y mantenerse al tanto de todo.)
¡Hay que leer la prensa todos
los días, para estar uno muy bien informado!
Ve…Yo prefiero dejar de
comer… ¡Antes que dejar de leer! – Me sentí incómodo, ya que en lo personal
claro que leo…
Pero no me gusta leer los
periódicos locales, porque me parece que tan solamente te informan de lo de
acá.
Yo prefiero leer los
nacionales o meterme a la Internet o por la radio, que aunque a pesar de tanta
censura…Por lo menos “entre líneas” yo me voy enterando.
Pero preferí no entrar en
“dime que te diré” con él.
(Y me quedé como “muchacho regañao” por su
padre.)
Así que me quedé esperándolo
mientras él buscaba con nerviosismo la información que sustentaba su tesis.
- …Por aquí estaba…Ya va… -
Hojeaba con detenimiento cada página extendida por él.
Una página y luego la otra…Y
nada que aparecía. Con furia cerraba las hojas, para luego extenderlas al
recordarse de algo…
Y así estuvo unos cuantos
minutos…Imbuido en su lectura, a pleno sol.
- ¡Ah vaina chico! – Me dijo
alzando su voz que se estremeció todo a su alrededor…Pensé que ya por fin había
conseguido el dichoso artículo…Y me dijo…
- ¡Vos sabéis que mi primera
novia…! ¿Ya murió? – Confieso que me quedé en una sola pieza. Y seguramente que
mi rostro le denotó incertidumbre y hasta sorpresa.
Volvió a su periódico y me
repitió…
- ¡Chico que mujer tan bella
y estaba “buenísima”! – De repente bajó las hojas y se me quedó mirando como
para leerme mis pensamientos, creo que no los adivinó; puesto que yo lo que
estaba era anonadado…
¿Su primera novia…? ¿Y
todavía se recuerda de ella…?
Mi asombro era mayúsculo.
¡Hasta se me había olvidado qué era lo que andaba buscando en su patiquín!
Meditaba: Este señor tiene 87
años…Se le ve y se le nota que los muchos años por supuesto que han hecho mella
en su cuerpo y en su organismo…
¿…Pero cómo puede tener el
“guáramo” suficiente como para evocar esos recuerdos…?
¡Asombroso! En verdad que me
ha dislocado y me ha movido mi piso personal…
- …Pero don Carmelo… ¿Usted
afirma que esa mujer fue su “primera
novia”?
- ¡Claro que si! Y es que me
la recuerdo como si la hubiese visto ayer…
¡Ve…Ve para que no creáis que
te estoy mintiendo! – Y doblando con todo el apuro, me enseñó el nombre de una
fémina en su obituario.
Alcancé a leer…Pero confieso
que a mí…Pues nada me decía.
Pero a él…No.
Pasaba sus dedos por encima
del nombre impreso de la ya difunta…
- ¡Era tan bella! ¡Yo la amé
muchísimo! – Me confesaba en la medida que con su tacto ansiaba permutarse en
ella…
Al pasar unos minutos de
estar extasiado en sus recuerdos, bajó las ya dobladas hojas y me dijo…
- …Pero no entiendo…No logro
entender… - Y se quedó mas ensimismado que de costumbre. Pensé que se me había
ido en los laberintos de su pasado. Y luego me miró con mirada muy extraviada…
- Yo la tuve que abandonar…
¿Y sabéis el por qué? – Yo le alcé mis hombros…Porque: ¿Cómo voy a saberlo yo…?
¡Si apenas lo estoy
conociendo…!
¿Será cuánto…Un año?
…Pero es primera vez que
entablo una conversación mas o menos larga con él…Siempre nos hemos visto en la
calle y casi siempre, hablamos unos minutos y nos despedimos. Así que me quedé
en la profunda divergencia…
- ¡Nunca me lo quise dar! Y
llegó otra y me lo dio y me fui con ella, cuando nació mi primer hijo.
- ¿…No se lo quiso dar…?
- Nunca. Ji, ji, ji, ji,
ji… ¡Y eso que se lo pedí…Millones de
veces! Pero que va.
- …Entonces usted ¿se fue con
“su segunda novia”?
- ¡Exacto! Y con ella sigo
viviendo hasta estos días…La hice mi señora y la madre de todos mis hijos. – Y
mirando el obituario, susurró: …Pero ella nunca me lo dio.
- ¡Qué broma no? – Le dije a
manera de disculpa. Él ni me miró, ya que seguía embelesado leyendo y releyendo
esa noticia…
- …Ella me dijo una vez que
supo que ya me había “sacado” a la que después fue la madre y mi esposa de toda
mi vida…Ve, ya te fuiste con “esa” y la preferiste a ella antes que a
mí…Ya te voy a decir como vamos a seguir
hasta el resto de nuestros días: Yo no voy a buscar a otro hombre.
Nunca mas. Y si no fuiste
mío…Ningún hombre va a llenar ese vacío.
Yo voy a seguir así: Virgen.
Pero ya no me vengáis a buscar nunca mas si vais a seguir con eso de que “sea
tuya” porque ya tenéis a tu señora la cual debéis respetarla siempre.
- ¿Así le dijo?
- Así me dijo siempre. Y eso
que yo años después…”La buscaba”
- ¡Aja! ¿Le echaba su
“atacadita siempre”?
- Ji, ji, ji, ji… ¡Siempre! Vos sabéis que el hombre siempre
está en esa búsqueda…
¡Pero qué va! Siempre me
repetía lo mismo. ¿Y qué podía hacer yo…? Ji. Ji. Ji. Ji…
…Lo que no entiendo es…
¿Estáis leyendo aquí…? – Me enseñó nuevamente y me señaló una parte que decía…
- Su hijo: Jesús…Pero ¿Y no
era que le decía que no iba a ser de nadie mas? – Le pregunté intrigado…
- ¿Y qué me le parece al
amigo…? – Me devolvió la pregunta en su afán de que yo le diese la solución. Y
yo pensé: ¿Y cómo podré saberlo?
¡Nunca conocí a la dichosa
señora! Ni remotamente me había enterado de esa historia de amor y sosiego…
- ¿…Y…Qué puedo entender de
esto? Y llevo días “matándome” la cabeza, haciéndome la misma pregunta siempre:
¿Y de dónde salió ese hijo?
¡Si siempre me decía lo
mismo! Y nunca le conocí al “famosísimo hijo de ella…
¿…Y no será hijo mío…?
- …Bueno… ¿Y usted entró
allí…?
- ¡Jamás! …Pero me recuerdo siempre de sus palabras:
“Si no he sido tuya…No lo seré de nadie mas”
Por eso es que tengo mis
dudas… ¿Será que ese carajo es hijo mío? – Puso cara de tragedia y se acurrucó
en sus reminiscencias…Al final me dijo…
- …Aunque ya no debería
angustiarme…En fin: ¡Y si es mío?
¿Qué mas le puedo hacer…?
Porque ya debe ser un hombre ya hasta viejo…
Pero me angustia… ¿Será hijo
mío y ella me lo ocultó siempre…?
Porque se han dado casos. Y
durante todos los años de mi vida, me he enterado de cada caso…
- …Pero no lo entiendo…
- A ver… ¿Qué es lo que me
entendés?
- ¿Ella le dijo que nunca ha
conocido a hombre alguno?
- Eso siempre me lo dijo. (Y
ella era una mujer muy seria.) – Yo lo miraba y lo re miraba, sin poder
entender ni mucho menos comprender…Este señor es mucho mayor que yo y con
seguridad tendría mucha mas vivencia que yo mismo.
¿Pero cómo es posible que se
esté ahogando en esa tacita de café…?
…Bueno siempre he supuesto
que cualquier persona mayor como este señor…
Pues debería tener “mucho”
bagaje…Pero…
- …Me parece que me vas a
ayudar en la solución de este enigma… - Y sin pensármelo dos veces le
respondí….
- …Se habrá quedado dormida…
- Me miró como si fuese un “bichito” y se me quedó profundamente callado.
Pensé en ese preciso
instante: “Como que metí la pata”
No debí nunca habérselo
dicho…Pero ya estaba dicho.
Y hasta me llegué a sentir
muy mal, ya que su silencio me dio la impresión de que lo ofendí al ofrecerle
mi opinión sin aquilatar para nada sus sentimientos.
Porque: ¿Y a mí que me
importa esto?
…Y ahora al decirle lo que le
dije, comprendí que para él era muy importante…Y mucho. Era su primera
novia…Así me lo dijo…
Pensé en hacer una “retirada
honrosa” aprovechando que se había quedado en “schok” fulminante…Pero me
percaté de que me miraba con el “rabillo” de sus ojos y por esa razón creí
prudente…Quedarme y esperar…
- …No es descabellada tu
opinión… - Ya me contemplaba con una mirada triunfante…Suspiré profundamente.
¡Qué alivio!
- ¡Ji, ji, ji, ji…! Y yo “matándome”
la cabeza... ¡Y claro es posible: “Se quedó dormida”!
¡Claro así seguramente que
tuvo que ocurrir!
¿Yo si que soy “ingenuo”
verdad?
¿Cómo voy a creerme ese
“cuentecito” de si no es contigo, no seré de nadie…Verdad…?
¿Acaso soy el único hombre en
esta vida…Ah…?
¡Se quedó dormida…Eso fue lo
que le pasó!
…Pero me llena de duda lo
siguiente: ¿Y por qué me dijo eso toda la vida?
¡Hasta yo mismo se lo creí
todo este tiempo!
- …La vida tiene sus
misterios mi don…Pero este precisamente: ¡Jamás lo podrá dilucidar…!
- ¿Y cómo?
- Imposible.
- ¡Por supuesto…Ya ella está
muerta! …Pero y si fue en verdad un hijo
mío y me lo ocultó siempre…Para no perjudicarme en mí matrimonio…Porque puede
ser posible también… ¿No te parece…?
- ¡Eso ya nunca lo podrá
saber…Por lo menos por boca de ella…!
- ¡Muy cierto también! Bueno
la verdad es que ya hasta me estoy sintiendo mucho mejor…Aunque el
misterio…Continuará….Por los siglos de los siglos…
- …La vida trae sus
“misterios” ¿No es cierto?
- ¡Si chico! Mirá ya tengo 87
años como ya te lo he dicho varias veces…
Y sin embargo día que pasa,
voy llegando a la siguiente conclusión…
¡Qué jamás descubrirás todos
los misterios de esta vida!
Y que por los muchos años o
los pocos que tengamos de vivencia…La vida es la vida…
¡Tantas y tantas historias y
comiquitas que me ha tocado vivir!
…Que si yo conociera a un
escritor… ¡Sacaría libros y libros de todos mis casos!
¡Porque yo si que he vivido y
lo he disfrutado…A plenitud! Ji, ji, ji, ji….
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