- ¿Qué es
extremadamente curioso…? ¡Si que lo es! Y ahora que me lo recuerdo mejor… ¿Tú
quieres saber lo que mas me llamó la atención…?
- …Aja… ¿Qué?
- El machito me
dio la impresión de que le comentaba algo a la hembra… ¿Será que me estoy
volviendo loco?
- ¡No mijo, es
cierto!
- …Pero puede ser
también las locuras de este gobierno…que nos está haciendo perder las
perspectivas de nuestra realidad.
Porque…y volviendo
al tema central…
¿Crees que podamos
salir de este desfase?
…Sin reales para
pagarle a nadie.
¡Nos están
empujando al precipicio!
…No hay fuentes de
trabajo…
Esos desgraciados
todas las empresas productivas las están cerrando,
expropiando…masacrando…destruyen todo a su paso.
¡Son unas bestias
siempre sedientas!
- Mi vida… ¿…Y
será cierto de que ellos quieren adoctrinar hasta a nuestros niños? – Se
quedaron en silencio…de forma instantánea ambos buscaron con sus vistas la
ubicación de cada uno de sus críos y una vez que los consiguieron respiraron
hondamente.
- …Así me
contaron. ¡Y hasta de repente es cierto!
- …Si esos mal
paridos llegan a tocarme a uno solo de mis hijos…
¡Cómo madre que
soy…es que los mato!
¡Ay yo no sé lo
que les haría…me volvería loca!
No había terminado
de hablar cuando les llegó uno de sus hijos anunciándoles que su amigo Miguel,
estaba llegando, asi que le indicaron que si que lo dejara entrar.
Esperaron a que
llegara, y ella buscó nuevamente la olla y llenándola nuevamente de agua, se
dispuso a preparar nuevamente el café, que
varios minutos antes no pudo hacer.
Al llegar el
amigo, los saludos complementarios.
- ¿Ah que
bueno…vas a preparar unos cafecitos…?
- ¡Claro, claro
Miguel…siéntate con Pedro…ya vamos a
tomarnos un rico cafecito…
- ¡Qué bien, en
medio de tantas pésimas noticias!
- ¿Y que más te
has enterado Migue?
- ¿Se han enterado
de las últimas…?
- ¿…De lo
último…es que hay más desgracias `por conocer aún…?
- ¡Ufff
Pedrín…ahora es que hay!
- …Bueno… ¡Saca
para afuera!
- …Ya va…Ya
va…Primero lo primero: Que Sandra, tu mujer… ¡nos sirva ese oloroso cafecito!
- ¡Aquí lo
tienes…arranca ya! – Lo aupó la doña una vez que les hubo servido en sus tazas
a cada uno.
El recién llegado
se tomó su tiempo. Se sirvió dos cucharaditas de azúcar, lo meneó con
parsimonia mientras tarareaba una pegajosa cancioncita.
Levantó la tacita,
al verle el abundante humo la sopló con diligencia y se la llevó a sus labios y
pomposamente sorbió un traguito…y luego otro mas largo.
- ¡Está rica
Sandra, te felicito!
- ¡Desembucha! –
Pedro estaba ansioso por saber las últimas, Migue se sonrió y le hizo señas de
que ya empezaría. Se acomodó mejor en su silla, tomó otro trago mas largo, se
secó la boca con una servilleta que le habían servido y arrancó asi….
- …Se está
comentando con mucha insistencia, de que el comandante que nos manda…obedece
órdenes de otro…
- ¿De otro? ¿O sea
que es una marioneta?
- Así mismo, me
dicen.
- ¿Y de quién?
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