"Nos están volviendo locos"



¡Ay yo no sé lo que les haría…me volvería loca!
No había terminado de hablar cuando les llegó uno de sus hijos anunciándoles que su amigo Miguel, estaba llegando, asi que le indicaron que si que lo dejara entrar.
Esperaron a que llegara, y ella buscó nuevamente la olla y llenándola nuevamente de agua, se dispuso a preparar nuevamente el café, que varios minutos antes no pudo hacer.
Al llegar el amigo, los saludos complementarios.
- ¿Ah que bueno…vas a preparar unos cafecitos…?
- ¡Claro, claro Miguel…siéntate con  Pedro…ya vamos a tomarnos un rico cafecito…
- ¡Qué bien, en medio de tantas pésimas noticias!
- ¿Y que más te has enterado Migue?
- ¿Se han enterado de las últimas…?
- ¿…De lo último…es que hay más desgracias `por conocer aún…?
- ¡Ufff Pedrín…ahora es que hay!
- …Bueno… ¡Saca para afuera!
- …Ya va…Ya va…Primero lo primero: Que Sandra, tu mujer… ¡nos sirva ese oloroso cafecito!
- ¡Aquí lo tienes…arranca ya! – Lo aupó la doña una vez que les hubo servido en sus tazas a cada uno.
El recién llegado se tomó su tiempo. Se sirvió dos cucharaditas de azúcar, lo meneó con parsimonia mientras tarareaba una pegajosa cancioncita.
Levantó la tacita, al verle el abundante humo la sopló con diligencia y se la llevó a sus labios y pomposamente sorbió un traguito…y luego otro mas largo.
- ¡Está rica Sandra, te felicito!
- ¡Desembucha! – Pedro estaba ansioso por saber las últimas, Migue se sonrió y le hizo señas de que ya empezaría. Se acomodó mejor en su silla, tomó otro trago mas largo, se secó la boca con una servilleta que le habían servido y arrancó asi….
- …Se está comentando con mucha insistencia, de que el comandante que nos manda…obedece órdenes de otro…
- ¿De otro? ¿O sea que es una marioneta?
- Así mismo, me dicen.
- ¿Y de quién?
- ¡No me vayan a meter en peo! ¿OK?
- OK, ok. ¡De quién?
- ¿Me prometen que no me van a vender?
- ¡Prometido…de aquí nada saldrá! – Le aseguró el hombre de la casa, y él para cerciorarse aún mas, chequeó a la señora y esta le hizo señas de que asi sería. Y una vez que ya estuvo seguro, alzó la taza y se tomó otro traguito mas, haciéndole los honores por lo rico que le había quedado.
- …Del barbudo de la isla…
- ¿…De ese?
- ¡Ese mismo!
- ¡Qué barbaridad! – Exclamó angustiada ella - ¡Increíble!
- ¡Es mas…Lo tiene “amarradito”!
- ¿De verdad?
- Si amigo mío. Le ha hecho  un lavado de cerebro y lo ha convertido en su alumno predilecto.
- ¡Pendejo!
- ¡Pero con bastante plata!
- Eso si que es cierto. Todo el que llega a mandar en este país… ¡Se cree la “reencarnación del Libertador”!
- Así es amigo, asi es. Es mas, le está aflojando millones y millones de dólares…
- Ya se le van a acabar los dolores… ¡A costilla nuestra! – Agregó ella muy resueltamente.
- ¡Es triste amiga mía, es triste!
- ¡Pero asi es! ¿Te recuerda lo que le pasó al presidente aquel…?
- ¡Aja y a ese le quitaron la presidencia por unos piches miles de dólares…pero este le está aflojando: Millones! ¿Y todo a costilla? ¡De este pueblo imbécil y sumiso!
- ¿Chico y no habrá nadie que se lo impida?

- ¿Y quién se lo va a impedir? 

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