No todo hombre es: Padre””

Así como no todas las mujeres son: Madres; también se cumple en que, no todos los hombres son: Padre.
De todos es conocido que no cualquiera es: Padre, y es un honor que un reducido número de hombres lo podamos portar con Honor y mucha Alegría.
Me entristece cuando un hombre llega ya a una edad avanzada y no tiene a nadie que esté pendiente de él, que no haya contribuido con la grandeza de ser un: Ser Humano, y que como premio a su actitud egoísta y vulgar, tan solo se dedicó a engendrar hijos por donde transitó.
Hijos regados por doquier. ¡Qué triste es verse ya viejo y sin que pueda vanagloriarse de haber ejercido su función de papa!
¡Fallaste como hombre, como padre, como hijo, como hermano y tan solo te dedicaste a llevar una vida triste y sombría! Te dedicaste a la vida llena de vapores etílicos, humo contaminante y a la inmundicia carnal.
Y es mi intención inicial reconocer y valorar el esfuerzo que todos los padres hacemos día a día.
He visto a muchos hombres que en cuanto comienzan en su función de Padres, dejan abandonado muchas cosas por acudir en el auxilio y protección de sus descendientes.
Dentro de pocos días se celebrará un: “Día del Padre”, cuando lo correcto es decir y proclamar que todos los días son para los padres así como para las madres- ya que su labor cotidiana es siempre alimentada por el sudor de su frente en su diaria labor de conseguir el pan nuestro de cada día”- y Padre es el que está pendiente de que cada uno de sus hijos, se alimente bien.
Que este siempre bien de salud. Comprando y suministrándole su medicina a tiempo.
El que está pendiente de su ropita. De sus zapatos.
El que a diario vela por la seguridad, por el confort y la alimentación de sus hijos.
Padre es el que aconseja con su ejemplo.
El que le enseña a su hijo a que cuando crezca y ya sea grande, debe asumir con decoro y elegancia el sostenimiento de su hogar.
Un consejo a tiempo, una caricia, un abrazo lleno de amor.
Respaldar a tu hijo(a), no defraudarlos.
Hacerlos sentir que pueden ser  útiles a esta humanidad, enseñándole con su práctica y su prédica el que todos podemos y debemos ser siempre un buen ciudadano.
Me alegra el que se celebre ese día, no tanto porque me lo merezca o no mis hijos son mis propios juecesellos son los únicos que me pueden otorgar este título: PADRE.
Así mismo como yo le otorgo ese título al mío.
¡Estés donde estés yo te felicito Padre Mío!
¡Qué Dios te Bendiga a cada instante  y Q. E.P.D.!







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