“Asechanzas”
Este
relato surgió después de una tenebrosa noche de espanto.
He
tratado de ser fiel a lo acontecido.
La dejadez era su sinónimo…
Sintió en cámara lenta todo este
tortuoso proceso. La veracidad carece de importancia alguna.
Igual da si hay luz o la ausencia de ésta.
Ese estatismo, no daba para nada su inconformismo.
Nada importante carece de atención.
No hay interés alguno ni en algo, ni en
nadie…Es la nada. Ausencia de lo ausente.
Con la velocidad de una tortuga…Fue
consciente de todo.
Milímetro a milímetro. Sintiendo que
todo era importante, y a la vez insulso.
¿Importa en algo todo esto?
¡No!
¡Todo está: postrado!
Barrancos y precipios…Contemplé esa
inmensidad…Oscura…Escalofriante….
Era extraño ya que por mucho “mirar”
nada veía…Y por muy extraño que parezca…Ya carecía de todo tipo de lo que sea.
Poco le interesaba.
¡Qué hasta sentí que me llamaba!
Y ese palpito de que te están como
empujando…Curiosa actitud en alguien que ya estaba postrado y se sumía por su
propia cuenta.
- ¡Qué bramido tan horrendo! Los
vientos me chillaban cosas horrendas a mis oídos.
(Y es que poco me importa. Pero es que
esos “sonidos” me aprisionaban mis sentidos auditivos y hasta me daba ese
tumulto de ideas locas y desquiciantes. No puedo traducir mis propios sentidos.
Se lo que estoy sintiendo, pero me siento incapacitado para llevarlo a la
palabra…
Y ni siquiera en pensamientos puedo
traducir esto…)
Y no quiero escuchar, como tampoco ver.
No quiero estar en donde me están sometiendo.
Me siento que pertenezco…
¿Pero a qué?
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