“Creíble increíble”
Domingo….08…Junio
(Ni yo tampoco. Pero algo insistía en hacerme ver: ¡Que yo era la víctima!)
Y ya no miraba en la misma dirección.
En esta ocasión fijaba toda su atención a un punto a la izquierda.
Su pareja tampoco se preocupaba mío. Pero tampoco tenía el mismo nivel de atención.
Le noté mas bien, tranquilo.
- …Debe conocerlo mejor… - Creí escuchar a alguien dentro de mí.-
(Y no supe quién, como tampoco me interesó, ya que lo consideré que estaba a mi favor.)
Le concedí toda la razón.
(Cosas que hice y no supe el por qué.)
Tampoco logré entenderlo, pero algo me decía que todo estaba: Bajo control.
- ¿Pero cómo…? – Inquirí, sin obtener respuesta alguna. – Será que me tiene a mí bajo su control. ¿Hay otra opción?
Y de la manera mas normal posible, comencé a recoger pieza por pieza.
En una mano guardaba los ganchitos de ropa y en la otra, la ocupé para cargar la ropa ya seca.
Pero mi atención, seguía en lo que podría ocurrirme…Nada bueno, por cierto.
Transcurrieron varios momentos de aparente calma.
Sentí un aleteo muy fuerte a mis espaldas.
Mis cabellos se revoloteaban.
…Una sombra intensamente oscura se irguió encima de mí. No supe definirla.
En un instante intenté volverme para verificar lo que estaba pasando…
Pero una fuerza mayor me contuvo…
Y no opuse resistencia.
Una brisa constante se hizo sentir, primero fría y lóbrega…
Pero después se transformó en una ventisca casual, y mi piel recobró su lucidez habitual.
De una forma veloz me di a la tarea de recoger todo cuanto ya estuviese listo.
Por esos instantes me desconecté de esa realidad espeluznante.
¡Era lo requerido por mí!
Tan solo me esmeraba en saber que toda la ropa estuviese seca.
Ya con suficiente ropa y ganchos, me vi precisado a entrar nuevamente a la casa.
En verdad, nada vi. Volví sobre mis propios pasos.
Y para ser lo mas honesto posible…
No quise ver nada.
Abrí nuevamente la puerta de madera que me da acceso directo a mi aposento.
Todo seguía aparentemente: Normal.
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