“Mundo incomprensible”
En días pasados escuché a una amiga decir: “¡Yo soy Padre-Madre!
Y me lo dijo con
todo su pecho erguido de emoción.
Entendí todo cuanto me quiso decir; ella fue abandonada
por todos los hombres que pasaron por su vida y de cada uno tuvo un hijo(a) y a
pesar de todo esto, nunca se amilanó.
Trabaja muy
fuerte. Casi sin descanso.
Está tratando de llevar una vida de lo mas digna, pero
su estigma es muy fuerte, (No es nunca fácil para una mujer el ser: Madre soltera.
Es muy duro. Salvaje.) no
se rinde y se muestra con el mayor orgullo cuando me repica: “¡No necesito tener un macho para levantar a mis
hijos!”
No le respondí en el acto, ya que consideré que a su manera de ver este mundo era mas que
entendible.
Traté de entenderle, y de comprenderla.
Pero es que algo
muy dentro de mí, gritaba hasta la exasperación.
-¡No! ¡Esto no puede ser así! Lo correcto es que un padre jamás le puede quitar el puesto a una madre, ¡ni al revés!
Presiento que no
me entendió, ya
que en su momento comenzó a mirarme con mucho recelo y yo, preferí “mutarme” con
el medio ambiente.
(Me rebelo ante este tipo de injusticia. No sé el por
qué, pero me enfurece y me entristece.
Un niño no puede “crecer” viendo la figura paterna
ausente. No debería. Aunque en la práctica, ¡lo es!)
En este momento
es que estoy recapacitando y rebobinando todo lo que presencié y oí; y en la soledad de mis pensamientos es cuando
estoy comenzando a analizar eso que la amiga me dijo: “¡Yo soy Padre-Madre!”
Recuerdo que mi
propia madre así lo vociferaba.
Ciertamente hay
una inmensidad de hombres
–Que en
verdad, me avergüenzan- y asumen que toda mujer es: “Un Objeto sexual” y poco o nada les importa… ¡Dejan hijos como dejar el plato de comida!
¡Miserables!
¡Cretinos!
–Me avergüenza que sean iguales morfológicamente hablando-
Pero que en
verdad, son pura bazofias. Inconscientes que tan solo responden a sus instintos
meramente humanos.
Y de esos…Son muchísimos. ¡Quizás demasiados!
Pienso que Dios en su Infinita Misericordia,
nos creó iguales…
Pero cada quien
decide su vida.
¡Para
eso nos dio el “Libre Albedrío”!
¡Somos
libres, aunque nos atemos a nuestros instintos animales!
Y se aprende a
ser: Hombre en la medida en que nos sensibilicemos. Nos hagamos: Hombres.
Y creo que una
mujer (No todas son madres.) cuando le toca el momento de procrear, debe asumir
que su posición es
de: MADRE
Y a nosotros los
hombres, debemos ser: PADRE.
Reconozco que la
vida da muchas sorpresas y no necesariamente somos sus autores, siendo la
inmensa mayoría víctimas de las circunstancias.
“El que esté libre de culpas que lance la primera
piedra”
Y no soy quién para culpar o inculpar.
Caemos por:
Ignorancia, por estupideces, por las circunstancias y un largo etcétera…
No debería existir ninguna madre que proclame esto de ser:
Padre-Madre, pero es nuestra realidad.
Ojalá asumamos todos, como especie humana, que nuestros
hijos son sagrados. Que no lo vendan, ni lo regalen y mucho menos lo dejen
botados.
Que esta sea una
sociedad exenta de ese mal maligno. Que no haya mas niñez abandonada.
¿Bonito
pensamiento, cierto? Pero por algo debemos empezar…
¿No
lo creen…?
Ojalá hagamos un frente común y luchemos todos por: “La Infancia abandonada”
O algo mucho mas
sencillo: Intentemos ser mejor… ¡Cada día!
¿No
sería mejor comenzar por nosotros mismos…?
Bernardo E. López
Baltodano.
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