Nota:
Revisando
en mí baúl, me encontré con este: “Ejercicio literario” y me he puesto a
actualizarlo, corregirlo y ampliarlo.
Esta es
mi primera corrección. Y deseo presentársela para el escrutinio de ustedes –mis
amables lectores- ya corregí el primer capítulo y se las estaré publicando por
parte, como siempre.
Recuerden
–por favor- dejarme constancia de su lectura.
¡Saludos!
“Asechanzas”
Belbaltodano.-
Abril 2.014.-
Noche oscura.
Silenciosa. Invita a dormir, pero en mi caso muy específico; no lo tengo así
que para no estar dando vueltas y vueltas en el dichoso nido, me dispuse a
cerrar bien la casa por dentro.
Como en efecto
hice, con mucha calma y cuidando de todos los detalles.
La puerta que da a
la calle, le paso su llave y como medida de precaución se la dejo pegada, y pienso en este preciso
instante en que no debo permitirme ni siquiera un dejo de tranquilidad, es
preciso verificar que todo este en perfecto orden y me estoy refiriendo al
aspecto de seguridad. Nunca está de mas verificar una vez mas que todo este en
perfecto orden…Para evitar esas “sorpresas fatales”, tales como que se metan a
tu propiedad y te hagan desastres.
Chequeo bien las
ventanas y me doy cuenta que la de la cocina está abierto, la cierro bien. (¡Que
bien que me di cuenta a tiempo!)
Todo está bien resguardado. Y no es que esté
“sicoceado” como dicen por allí, con el tema de tu seguridad, ningún esfuerzo
es en vano.
Así que sigo
persistentemente en aras de nuestra propia seguridad física.
Me fijo en dónde
están los dos amables caninos, usualmente son muy activos y tenía ya rato que
no los escuchaba.
Y normalmente están
ladra que ladra y en la mayoría de los casos son justificados. (Aunque en
otras; no. Ya que se excitan ante la presencia de uno de sus “coleguillas” de
cuatro patas. Pero también me he dado cuenta, que ladran y se desbocan y cuando
salgo a verificar del por qué…No veo nada. ¡Le ladran al vacío! –Por lo menos es lo que siento y pienso en su
momento- Son cosas de los caninos que nunca he podido dilucidar…)
- …Allí están. –
Los veo a través del vidrio de una de las ventanas.
La hembra estaba
semi metida en uno de las tantas zanjas que ella misma abre. Rendida. Dormida a
pierna suelta. (¡Qué felicidad, allí está despreocupada de todas las cosas que
me angustian, ¡no le preocupa nada!
Ni el mañana, ni el
hoy ni lo que le podría pasar. Quizás debería aprender de su elemental forma de
vida.)
Pensé mientras la
notaba como con movimientos esporádicos, dormía.
(O por lo menos eso
asemeja, ya que en ocasiones me le acercado y la he tocado y nada. ¡Está profundamente dormida! Y me he preguntado:
¿Cómo podrá estar así de rendida mientras su cuerpo brinca con movimientos muy
bruscos…He pensado que en preciso instante: ¿Tendrá algún tipo de pesadilla? Porque de otra forma no
logro concebir que pueda estar “descansando”, bueno en verdad es mi propia
concepción, digo humanamente hablando. Pero al parecer estaba
soñando (¡Quién sabe qué de cosas pasarán por esa mente canina! ¿Cómo saberlo?
Pero por lo que puedo apreciar… ¡Está sumamente activa!)
Ya que
ejecutaba cortos movimientos en sus
patas - ¡Quién sabe qué estará soñando esa loca! – Me dije a mí mismo. Busqué y
como a eso de un metro estaba el enano (Tan inofensivo él…por regla general es él, el que enciende
siempre la mecha…y la otra se abalanza furiosamente…); también está roncando.
- ¡Parecen tan
inocentes las dos taras! – Realmente son muy escandalosos. En ocasiones son muy impertinentes; mas
que nada cuando estoy acostado y los oigo en sus peroratas altisonantes.
Y no puede pasar
nadie por el frente ya que al parecer quisieran atravesarse la cerca para salir
a atacarlos. (…Pero si por casualidad entran… ¡Son muy bien recibidos por estas
mascotitas!) El macho aún siendo casi un tercio del tamaño de la hembra es al
parecer él dinamo que acelera a la perra, la cual se desboca con furia
incontrolada.
- Bueno todo está
en calma. – Me sigo diciendo. Siempre pendiente de todo.-...Que bien…
Camino por toda la
casa a oscuras. A esta hora es poco el tránsito de personas y uno que otro
carro se le antoja pasar frente a mi casa.
Dejo una de las
luces de la cocina…por si acaso. (Nunca se sabe)
Es bien sabido que
los amigos nocturnos, a
ver una luz encendida, se abstienen. Bueno son ideas, claro está. (Así alegan muchas personas…por si acaso; no
pierdo nada con hacerles caso…)
Por esa razón
prefiero dejarla prendida, así creerán que hay gente acá y además tengo a los
dos bravísimos guardianes…ellos me avisarán ante cualquier anormalidad. (Eso
espero…)
- …Mejor me pongo a
ver la televisión…de repente pasan una peliculita de las que me gustan. –
Y como todo está bajo control, voy al cuarto y
enciendo la tv, con cuidado ya que mi esposa está durmiendo y no es bueno
perturbarle su dormir. Me cercioro y la
veo plácidamente.
- ¡Todos están
rendidos, menos yo! – Bueno una vez encendido el tv, comienzo a buscar canal
por canal. Es una de esas noches en que
todo te invita al descanso (Pero no tengo sueño.) así que es válido el buscar
otro tipo de relax y entre leer, oír la radio o ver alguna película…Pues me he
decidido por esta última.
En ocasiones, aún
cuando tengas quinientos canales de diversos países, ocurre que arrancas y
paseas por todo el globo terráqueo y en verdad…no consigues lo que realmente
ansías disfrutar.
Y esta noche al
parecer, no es la excepción. Todas o las había visto ya o sencillamente no eran
de mi agrado.
Después de haber
recorrido más de veinte canales…Con la famosa paciencia de Job, insisto una y
otra vez. Canal por canal, película tras
película.
¡Hasta las de
cocina se me antojaban aburridas!
Ni boxeo, ni artes
marciales…
¡Dios qué hastío!
Me provoca caerle a
patadas a algo…pero claro sin hacerme daño yo mismo…
¡Al fin!
¿Será cierto…?
Me siento a una
distancia prudencial de unos tres metros y medio, y como la película viene en
inglés con traducción al español en letras…le bajo hasta el máximo, con la
finalidad de no perturbarle el agradable sueño a la costilla.
El control está
dañado, así que a los pocos minutos me compruebo que la dichosa peliculita…no
es de mi exacto agrado.
- ¡Qué
fastidio! …Tan bien que iba y se
degeneró en algo que tampoco me gusta… -
Me levanto y recomienzo con mi safari…hasta que veo otra que promete
estar a la altura de mis expectativas. No obstante, me quedo parado cerca, a la
distancia de mi brazo…sí, sí parece que esta es la que me va a resolver esta
noche. Contento me vuelvo a sentar.
En efecto…captura
toda mi atención… Es una película del viejo oeste.
Con indios con
flecha y sus largas cabelleras. Comienzo a detallar su trama…Si, si me gusta.
Además tenía ya bastante tiempo que no veía una así y ¿a esta hora?
Me acomodé lo más
cómodo que pude, levanté mis paticas y las coloqué sobre una pequeña butaca y
extasiarme en ella.
Acompañé al
intrépido hombre, mientras se adentraba en tierras salvajes.
Se escondía ya que
si lo veían los indígenas con seguridad lo aprehenderían y hasta lo matarían.
¡Qué nervios…tienen
que ser de acero! Con pasmosa tranquilidad fue sorteando metro a metro,
sigiloso fue avanzando. ¡Qué hombre!
Me recordó las
aventuras de aquel legendario cazador, creo que se llamaba Daniel Boone o algo
parecido.
¡En fin, me
complacía el hecho de ver ese tremendo dominio de su accionar!
¡Sin duda…me quedé
extasiado…! ¡Hasta me veía a su lado…o detrás…pero me identificaba con todo lo
que allí ocurría! ¡Qué sangre tan fría! ¡Nervios de acero!
Lo vi que se fue desplazando con sumo sigilo.
Y es en esos momentos, en que me parece que si toso…como que puedo
delatarlo…entonces me abstengo… ¡Ni
me muevo!
(…Me daba la
impresión de que si me movía podía interferir de una forma u otra; y por eso me
quedé en una sola pieza.)
Me quedo como una
estatua…
Guardo todo y
conservo mi paz…pero con aprehensión.
¿Qué le pasaría si
lo descubren?
¡Dios qué emoción!
Temeroso y
cauteloso, bordeaba el campamento. Lo curioso es que ni los perros lo
intuyeron.
Noté que estaba
pendiente de que los vientos no cambiaran y lo fueran a delatar.
Lo espeso del
follaje lo protegía. Se lanzó al suelo y fue arrastrándose. En unos instantes,
uno de los hombres de la tribu al parecer, escuchó algo extraño y presto salió
a indagar.
Detrás lo siguieron
dos o tres más. Hablaban en su lengua natal. (¡Ni idea tenía de lo que
hablaban…No pusieron la debida traducción; digo en español.)
Una musiquita que
instiga a la pelea se deja escuchar. (Mis nervios se aceleraban al son
musical.)
Las mujeres dejan
de hacer sus labores y centran su atención…Segundos valiosos. (Leía el estupor
en sus rostros.)
Todo se detuvo. La
población está en suspenso. Temen algo muy malo que los pueda dañar.
Así que todos están
prestos y atentos a cualquier ataque sorpresivo.
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