“Después de mí… ¡Nadie mas!”
Como también debemos estar claros en que: Somos compañeros de
estudios…
- ¡Como amigas de ella!
Y perdóname Miguel que te haya quitado tu derecho a hablar, pero
Susan…
Entiéndelo de una buena vez…
Y espero que sea para siempre: No debemos interferir en su vida y sus
decisiones…Recuerda que Gersy
adora a Román…
- ¡Sí, sí…Ya lo sé! Entiendo que tanto tú Miguel, como tú Carmen,
tienen toda la razón.
¡Pero es que me da: Arre….!
¡Me siento tan impotente!
¡Qué impotencia sostengo!
¡Lo que me dan ganas es darle no una sino varias cachetadas a ese
zoquete!
- Hagas lo que hagas, siempre debes tener presente que
al igual que Marisela, comprendió que no debía decirle nada a su amiga…
- Era para no hacerla sufrir.
¡Al igual Susan, nosotros tendremos que meternos la lengua por
el….!
- ¿Y qué podemos hacer Susan?
¿Qué más?
¿Te vas a meter a redentor y morir crucificada?
- ¡Sí Miguel, sí Carmen!
Pero por lo menos…
Puedo desahogarme con
ustedes…
¿O tampoco puedo, ah?
- Puedes chillar, puedes
maldecir y si quieres le puedes caer a patadas a esa
pared…
Todo, todo puedes hacer…
Menos meterte en ese problema.
- …Y menos caerle a bofetadas a Román…
Díselo Miguel.
- ¡Está dicho! Esta dicho. Ni te atrevas, ni siquiera a pensarlo
Susan.
Nunca hagas nada de eso.
Y te lo estamos diciendo, es por el bien de nuestra amistad.
- Debemos callar y ayudarla en lo que podamos.
- Para eso somos sus amigos y compañeros de estudios
- Y de vida también. Nos toca lidiar con ella. – Aseguró Carmen.
- Recuerda siempre esto: Tan solo somos sus amigos y nos
consideramos sus mejores amigos.
Y por este simple hecho, debemos aceptar las cosas…
Que no nos gustan ni para nosotros mismos.
Y por supuesto, mucho menos para ella.
Recuerda amiguita: Carmen y yo, seguimos queriéndote y sabemos y
nos consta de que al igual que cada uno de nosotros…
Estamos padeciendo.
¡PERO!
Tenemos y debemos no exteriorizar nuestros rechazos.
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