Domingo 07-12-14: "Después..."




Después de mí… ¡Nadie mas!


Hoy es:  Domingo.


“Historia  de Amor…”


“Cuando el Amor se entretiene, se pierde, se diluye en
Océanos  incandescentes…Que pareciera que es…
Pero que en ocasiones se desintegra o se robustece.
Esta es una historia de la vida real.
Ocurrió…Ocurre… ¿Y seguirá…?


Nota: Ya vamos muy adelantados en esta historia.
Pero sin duda…Para lograr comprender todo en su contexto:
Debes comenzar por su principio.
Busca y lo encontrarás, ya que esa publicada desde su
Propio inicio.


…Y recuerden que su comentario o un Me gusta+  nunca está de mas…



¿…Será que un ciego puede guiar a un vidente?
¿O será al revés?
…Respóndeme, amigo Alcides…
- ¿…Y…Qué quieres que te responda, Miguel?
- ¿Cuál de las personalidades es el amigo R?
- ¡Yo no soy: Psicólogo! ¡Esa no es mi profesión! 
…Es más, yo salgo perdiendo en esta discusión…
¡Me estás aperreando! ¿Por qué no entras a mis dominios?
- ¡No huyas cobarde!
- ¡En cuestiones psicológicas…Cualquiera de ustedes me zapatea!
¡Tú y Susan, dos contra mí solo…!
- ¡…No huyas cobarde…!
- ¿Cobarde yo, amigo Miguel?
- ¡Sí tú Alcides! ¿Por qué estás echando la reversa?
- ¡Porque no es mi fuerte!
¿Acaso me voy a seguir metiendo en aguas pantanosas?
¡Ustedes son especialistas en estas lides!
¿Pero por qué no entramos a discutir sobre mi especialidad?
- ¿Entonces, por qué te estás metiendo en la playa, sino sabes nadar?
- …Porque, estoy descubriendo, que tengo unos cuantos genes: ¡Medio locos!
…Y porque me molesta sobre manera, todo lo que nos está ocurriendo…
¿O no puedo hablar “Pendejadas”, yo mismo?
- …Eres libre de ahorcarte tú mismo…
- ¡Eso es! ¿Todavía estamos en un estado de derecho…O no?
- …Esa es tu especialidad…Y yo no soy arriesgado,  ni atolondrado…
- ¿Cómo soy yo?
- Amigo Alcides, tu boca es la medida de tu verdad. ¡Tú sabrás!
Todos los asistentes se batieron en risas de todos los calibres.
Fueron momentos en los cuales, se disipó toda angustia.
Fue como un ligero remanso en el mar.
Pronto todas las miradas, convergieron hacia un mismo sitio.
La clínica, estaba como todos los días. De repente, daba la impresión de soledad y como por arte de magia, entraba ese trombón de personas y la agitación y el desosiego se adueñaba por doquier.
Esporádicamente, pasaban el personal con sus batas blancas.
En ocasiones, hacia su aparición el personal de limpieza.
Por regla general, esa institución cuidaba muy bien, que sus instalaciones, se presentaran siempre limpias y con buen olor.
Sus paredes, estaban regularmente de apariencia. La hilera de sillas, un televisor, el cual se podía ver, pero nunca escuchar.
Ellos, habían agotado su sed de conversación. Deseaban mayor información.
Ya tenían rato, Cecilia y Marisela. Y afuera…Todos ellos. Se ajustaban a la disciplina; una o dos a lo sumo. El resto, tendría que seguir en la zozobra.


…Continuará….


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