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“Después
de mí… ¡Nadie
mas!”
Hoy es:  Miércoles.
“Historia  de Amor…”
“Cuando el Amor se entretiene, se pierde, se diluye en
Océanos  incandescentes…Que
pareciera que es…
Pero que en ocasiones se desintegra o se robustece.
Esta es una historia de la vida real.
Ocurrió…Ocurre… ¿Y seguirá…?
Nota: Ya vamos muy adelantados en esta historia.
Pero sin duda…Para lograr comprender todo en su contexto:
Debes comenzar por su principio.
Busca y lo encontrarás, ya que esa publicada desde su
Propio inicio.
…Y recuerden que su comentario o un Me gusta+  nunca está de mas…
- ¡Él tiene un gran corazón!
- …Bueno…- Iba a responderle que eso no
era cierto, pero Cecilia y Marisela, la mandaron a callar.
- Él me habla cosas muy bonitas de
ti.  
Al principio, no te lo niego…Sentí mucho
celo hacia ti…
- ¿Hacia mí? – Marisela le seguía
haciendo señas de que callara y que no le llevara la contraria nunca.
- ¡Siempre, me hablaba maravillas de ti!
- …Pero yo…
- …Te lo confieso…Sentía un inmenso celo
hacia ti…
- …Yo…
- Todo el tiempo…Susan…Susan…
- No sé qué decirte…
- ¡Te odié amiga mía! 
Los celos me mataban…
- …Yo no he hecho…
- Mi Romancito, te quiere mucho…
- Gersy…
- ¡No me lo abandones nunca!
- …Yo estoy con…
- ¡No! No puedes hacerme esto…Recuerda
que si me muero…
- ¡Nunca te vas a morir!
- …Gracias Susan…Pero no me siento bien…
Y si algo me llegara a pasar…Quiero dejar
todo listo…
- …Ya Gersy…Ya…Tranquilízate. Susan, está
al igual que nosotros, pendiente de ti y de los tuyos. 
No te agites más.
Susan, agradeció en lo más profundo de su
ser, la intervención tan oportuna de su amiga Marisela.
Cecilia 
inmediatamente, corrió y la agarró entre sus brazos. 
Como tratando de que su hermana se
tranquilizara. 
Se le notaba muy excitada y eso no la
favorecía en nada.
- …Hermanita…Afuera está también:
Adriana, Alcides y Miguel.
- …Y ellos, también quieren entrar para
saludarte. – Le agregó Marisela, como tratando de que se calmara.
- ¿Están aquí por mí?
- Si amiga. Y tuve que pelear, para que
me dejaran entrar a mí primero. – Expresó Susan, con lágrimas que no podía
contener en su rostro.
- ¿De verdad, Susan?
- ¡Así es! ¿Los puedo hacer entrar?
Gersy, se quedó como en un sopor y no le
contestó.
Marisela 
le hizo señas, de que saliera y dejara entrar a Adriana.
Susan, la miró y se resistía a abandonar
la habitación. Pero al cabo de unos segundos, Cecilia le dijo:
---Continuará---
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