“Después
de mí… ¡Nadie mas!”
“En
una relación amorosa quién sufre:
El
que ama con
el cerebro o ¿el que
lo hace con
el corazón?”
….Lunes…20 de octubre del 2. 014….
…Esta
novela viene desde…
- ¡Esa es mi manera de pensar, amigas! Entendiendo
lo que no se puede entender, puesto como mujer ¿cómo tendría que ver esto? O es
que acaso que por ser muy amiga -al
igual que ustedes- “deba hacerme de la
vista gorda” No, no lo acepto. – Adriana respiró hondamente, buscando su paz…Y
una vez que hubo controlado su agitación, continuó…
- Y en cierta forma “debería”
solidarizarme con nuestra común colega, pero es que por ser mujer -al igual que ella- debe someterme al arbitrio ¿de semejante
macho?
(Que aunque sea un “tipo
agradable”…Pero no le da el derecho de pisotearnos ¡tal como lo está haciendo!)
- No. No lo acepto. ¡Es mas me hierve
mi sangre! ¡Estoy fúrica y no me puedo contener! – Les aseguraba Marisela en
medio de un arranque de cólera súbita.
La observaron y casi al instante le
concedieron toda la razón.
Adriana pidió el derecho de palabra y cuando
ya todos estuvieron en silencio, ella arrancó de esta forma…
- …Pero bueno, para algo tenemos esa
inteligencia que Dios nos dio… ¿Cierto?
Debemos buscar un lugar común…
“Debemos”
Aunque es digno de reconocerlo…Estamos
haciéndonos terapia de grupo…
¿No les parece bien? – Sonrió a sus
compañeros y haciendo una mueca con su cara y con sus manos asemejó que estaba
recibiendo dinero constante y sonante, les dijo…
- ¡…Y lo mejor…Gratiñan! – Sugirió
Migue.
- Ja, ja, ja, ja, ja – Se rieron con
muchas ganas.
- ¡Está muy bueno Migue…Te la comiste!
- ¿Te parece Mary?
- ¡Oh, sí que sí! Pero ya enseriándonos
un poco.
Ciertamente a mí en lo personal, comenzó a llamarme la
atención, desde que Gersy, muy contenta me contó que su marido lograba las cosas que se proponía.
Y yo, le pregunté: ¿Cómo?
Y ella me contestó que él era muy
intrépido y no mostraba, ni sentía ningún tipo de inseguridad.
Sí, a él le preguntaban: ¿Usted sabe de
Contabilidad?
Respondía que si,
Y si le preguntaban:
¿Usted es Ingeniero?
Con la mayor seguridad, respondía
afirmativamente.
Y yo recuerdo que le dije: ¡Tú marido
debe estar loco!
¿Acaso no teme, que alguna vez lo
agarren en la mentira?
Y ella, riéndose y muy orgullosa, me
afirmaba, que su “Romancito” es de una: “Edición muy limitada”.
- ¿De verdad Mary? – Le preguntó
asombrada Adriana.
- ¡Así como lo estoy contando!
- ¿Y será así que consiguió esa “Mina”?
– Le preguntó Susan, muy intrigada al respecto.
- ¡Y así fue!
- …Yo recuerdo, que ni auto tenía. Que
se la pasaban en el ladre perpetuo…
- Así es, Adriana, así es.
- ¡Échanos ese chisme Mary!
- ¡Bueno Adriana, les cuento!
- ¡Anda, anda! – La apremió Susan.
- La verdad es que ese hombre, es un
charlatán. ¡Bla, bla, bla y puro bla, bla!
¡Habla hasta por los poros!
- …Y se sabe expresar…Y muy bien, Mary.
- Así es Migue. ¡No, si tú lo oyes
hablando…!
¡Tiene un poder de convencimiento
increíble!
- …Hasta te ha hecho que le pagues tú
sus cuentas…
- ¡Cierto Migue! ¿Se recuerdan la
última vez en la clínica?
...Esta novela continuará...
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