“Creíble
increíble”
…Existen situaciones distantes
en nuestros entornos…
…No controlamos…No asimilamos…La inacción es…
¿Será nuestro entorno
o en ella “vivimos”…?
….Continuación…
…La oscuridad reinaba…Silencio
repentino. Ausencia de vientos.
Todo seguía en una absurda y terca
monotonía.
Mirar y no ver. Observar y no
captar.
¡Qué irónica e ilógica es esta
existencia!
Esperar sin conciencia de ello. Analizar sin saber,
como tampoco sentirlo.
Y esa espesa neblina que me amargó
todo. Me sentí desprotegido de nuevo.
Pero lo enigmático es que esta
oscuridad, está demasiado acentuado.
¡Todo en extremo! ¿Pero para qué
estar consciente…Si estoy ausente…?
Todo me parece igual. Hasta el
hastío es apreciado, sin concepción ni ambigüedad.
No logro ni verme mis propias
manos. Esto me inquieta profundamente.
¿Pero para qué me angustio? ¿Será
que mi anomia…Me hace sentir displicente?
No me atrevo a moverme, a pesar de
que me están “empujando” a hacerlo.
Hay cosas que no logro asimilar. Y el que me estén
empujando es una de ellas.
Porque… ¿Para qué esa insistencia…?
Me resisto, aunque cuando sé que
mis fuerzas no se equiparan.
Cedo, obligado. No por que quiera
hacerlo.
Pero…En verdad mas me inquieta mi
mutismo. Mi inacción.
Y el saber que me da igual el ser,
como el no serlo. No pretendo entender.
Me atenaza fuerzas desconocidas. Ni las veo, como tampoco las percibo.
…Pero aquí radican. Siento la
omnipresencia de lo desconocido.
Estoy hecho un manojo de dudas,
aciertos y contra aciertos. Ya perdí mi furor.
La indecisión y el terror cunde
nuevamente en mí ser.
¿Qué se supone que deba hacer
ahora?
Si en nada me animo. Al contrario,
mi procura queda en el éter.
En alguna porción aún desconocida y
preterida.
Intento lo que no logro cuajar. Mis
otrora “fuerzas” huyen despavoridas
–pero yo no puedo hacerlo- me afincan en donde no deseo, me aprisionan con demoledora insistencia.
Me he quedado como una estatua.
Rígido como una estaca.
Y aunque no me siento ventilado,
tampoco me encuentro cómodo.
Miro pero nada veo. Palpo con mis
manos…Pero temiendo encontrarme con alguien en plena acción… ¡Gracias a Dios! ¿Dios?
¿Y qué figura ha de tener?
No logro captar, como tampoco
asimilar. Vivo y no me encuentro.
Y no me angustia, pero tampoco me alegra.
Ni emoción alguna se ventila en mí.
Nota muy importante:
Estas páginas generan cookies, y si se mantiene leyendo, es porque acepta los famosos: cookies.
¡Saludos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario